Por Felipe Yapur
Un ex
candidato a presidente que volvió al peronismo. Un carapintada que produce fuertes
rechazos. Dos intendentes peronistas. Un funcionario de Eduardo Duhalde. Variados
ingredientes tiene el futuro gabinete que el gobernador bonaerense electo Carlos Ruckauf
comenzó a delinear públicamente ayer. Queda claro cuál de los anuncios levantará más
polvareda: la confirmación de que el intendente de San Miguel, Aldo Rico, será ministro
de Seguridad. Como anunció Página/12, José Octavio Bordón será el
titular de Educación. Variados ingredientes tiene el gabinete y variadas finalidades:
cumplir sus promesas de mano dura con Rico, hace un guiño a la Iglesia con Bordón y
empezar a armar un aparato territorial llevando a dos intendentes al Ejecutivo provincial.
Poco después de retornar de unas cortas vacaciones en Brasil, Ruckauf se encontró con
Osvaldo Mércuri, el hombre a quien le confió las negociaciones con la Alianza en las
Cámaras legislativas. El gobernador electo desplegó su acostumbrada sonrisa cuando el
diputado le dijo que todo está abrochado con la oposición para la sanción
de leyes que Ruckauf considera fundamentales para iniciar su gestión. Mércuri le
aseguró que las leyes de Contabilidad, de Presupuesto y de Ministerios están acordadas,
y la próxima semana las dos primeras entrarán formalmente a la Cámara baja provincial.
Esto le valió a Mércuri acrecentar sus posibilidades de acceder a alguno de los
ministerios bonaerenses. Tanto los operadores de Ruckauf como los del diputado aseguran
que es una de las posibilidades, pero se resisten a develar cuál es la cartera que
ocuparía Mércuri.
Ruckauf, entonado con las noticias, confirmaría su decisión de dividir en dos
ministerios el actual de Seguridad y Justicia. Lo hará mediante una ley. Podría
hacerlo por decreto, porque de hecho se unió por decreto, pero prefiero el mecanismo de
la ley, dijo.
El mandatario electo lanzó esta frase luego de enterarse de que la designación de Rico
al frente del futuro Ministerio de Seguridad no sería impedimento para la aprobación de
dicha ley. La buena señal para Ruckauf se confirmó, según operadores cercanos al
mandatario electo, luego de que el Comité Provincial de la UCR anunció su decisión de
colaborar, pero no cogobernar con el nuevo gobierno bonaerense, a pesar del rechazo
manifiesto que hicieron por la designación del ex carapintada.
Ruckauf no dudó en responder a la crítica radical en los jardines de la residencia
presidencial de Olivos, donde participó como vicepresidente de la reunión de gabinete:
El mandato popular que tengo es suficiente como para tomar las decisiones que crea
mejor para los bonaerenses, así como el mandato que ha recibido Fernando de la Rúa es
suficiente como para que no le digamos quiénes tienen que ser sus ministros,
advirtió.
Rico tiene legitimación popular redondeó Ruckauf, ya que fue uno de
los intendentes más votados en la provincia y es un hombre que tiene capacidad para
adiestrar y conducir una fuerza de seguridad.
Luego llegó la hora de alabar a su futuro ministro de Educación, el ex senador y ex
candidato presidencial, José Bordón. El gobernador electo dijo de Bordón que es
una figura muy importante en materia de su ética y también de su aprendizaje
externo, subrayó que el dirigente está hace dos años en organismos
internacionales analizando el tema de la educación en América latina y aseguró
que su reincorporación a la vida política es muy importante. No lo expresó
en voz alta, pero Ruckauf valora además las buenas relaciones que tiene el ex gobernador
de Mendoza con la Iglesia, un bagaje que el gobernador electo consideraba ineludible para
una designación en esa cartera.
Pero éstos no fueron los únicos nombramientos que anunció el gobernador que sucederá a
Eduardo Duhalde. Ruckauf también adelantó que Julián Domínguez, su ex jefe de
campaña, ocupará el Ministerio de Obras Públicas, y ratificó dos designaciones
adelantadas la semana pasada: la delintendente de Merlo, Raúl Othacehé, al frente de la
cartera de Gobierno, y a Jorge Sarghini en Economía, quien todavía ostenta este cargo en
la administración de Duhalde.
La continuidad de Sarghini es un ostensible guiño a su antecesor, el ex candidato
presidencial del PJ. La incorporación de dos intendentes justicialistas, empero, revela
la intención de Ruckauf de ir armando una red de lealtades propias en el territorio de la
provincia. El vasco Othacehé es un intendente de fuerte presencia en la primera sección
electoral y al ser convocado por Ruckauf busca comenzar a armar un aparato político
propio, cumpliendo de paso su promesa electoral de sumar intendentes exitosos
a su gabinete.
Jorge Sarghini.
Es el actual ministro de Economía de Eduardo Duhalde. Será el único integrante del
gabinete del derrotado candidato presidencial que continuará durante la gestión Ruckauf.
Es considerado como un hombre de Jorge Remes Lenicov, su antecesor en el ministerio, y en
La Plata anticipan su enfrentamiento con Ricardo Gutiérrez quien representa el sector que
quiere privatizar el Banco Provincia. |
José Octavio Bordón.
El designado ministro de Educación de Carlos Ruckauf tiene una larga trayectoria. Fue
gobernador de Mendoza y luego senador por la misma provincia en representación del PJ. En
1995 y tras romper con el justicialismo conformó su propio partido, PAIS. Junto a Carlos
Chacho Alvarez conformó el Frepaso e integró la fórmula presidencial que
fue derrotada por Carlos Menem en 1995. |
Julián Domínguez.
Será el próximo ministro de Obras Públicas. Es el actual intendente de la Municipalidad
de Chacabuco, pero el pasado 24 de octubre fue desplazado de esa comuna por el aliancista
Horacio Recalde, quien triunfó con el 56 por ciento de los votos. Durante la campaña
electoral se desempeñó como jefe de campaña de Ruckauf y se dedicó al armado
territorial del gobernador electo, tarea que sin duda continuará. |
Raúl Othacehé.
Fue confirmado como ministro de Gobierno. El Vasco, como lo llaman sus amigos y enemigos,
fue reelecto como intendente de Merlo y tiene fama de un duro y de manejar los
punteros justicialistas del primero cordón bonaerense. Los hombres de Ruckauf consideran
que es el más duhaldista de todos los ministros que contará el próximo gobernador a
partir del próximo 10 de diciembre. |
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La nueva forma de hacer política, a lo carapintada
Hace dos años
que Aldo Rico se transformó de comando en dirigente político, sin cambiar muchas de sus
costumbres ni de sus ideas. Crónica de las principales anécdotas de su carrera en
democracia. |
Aldo Rico, ex comando, intendente de San Miguel, ministro del gobierno de
Ruckauf.
El hombre que dijo el hospital es mío se encargará de la
Seguridad de los bonaerenses.
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Por Laura Vales
La mejor definición la
dio uno de los hombres que más lo conocen: El Ñato es un comando. Un tipo formado
para tirarse detrás de la línea de fuego y romper todo. La frase, aclaró el
dirigente, fue pronunciada sin intención de aludir al pasado de Aldo Rico como
carapintada; se refería en realidad a los 12 años que el futuro ministro de Seguridad
bonaerense lleva haciendo fe de político profesional. Más de una década de historia que
puede recorrerse a través de un puñado de anécdotas que reflejan siempre una misma
cara: la de la peor faceta de la democracia.
Algunas sólo son conocidas en San Miguel, la intendencia que Rico acaba de reconquistar
con el 70 por cientos de los votos.
Negros de mierda, vayan a pegar carteles afuera de mi partido fue la
increíble advertencia que el intendente lanzó poco antes de las internas del PJ a un
grupo de militantes peronistas que se había atrevido a pegar afiches de uno de sus
adversarios políticos en las calles céntricas de San Miguel.
Poco después, el jefe comunal tomaría la más polémica decisión de su gestión:
mejorar la calidad de la atención pública prohibiendo que el hospital municipal
atendiera a enfermos ajenos a San Miguel.
Dispuesto a hacer cumplir sus órdenes a cualquier precio, al día siguiente de anunciar
las nuevas reglas de juego para la salud pública municipal, Rico se presentó en el
Hospital Larcade muy temprano en la mañana. Interrogó con paciencia a cada uno de los
pacientes que hacían cola para sacar un turno hasta detectar a los que tenían domicilio
fuera de su partido. Los echó de inmediato. Y frente a la resistencia de los médicos,
tomó al hospital al mando de un nutrido grupo de batatas y patovicas.
El hospital es mío sostuvo entonces para legitimar el desembarco.
Más adelante dejó en claro quién era el enemigo:
Una horda roja de doscientos desarrapados pasados de vino y drogas, tocando el bombo
con la bandera del Che describió en alusión a los médicos que se manifestaban
contra su política de cercar el hospital.
Es que al intendente de San Miguel las formalidades democráticas no parecen quitarle el
sueño, ni siquiera cuando se trata de cuestiones tales como hacer votar los gastos
municipales por el Concejo Deliberante. En los años de gestión de Rico en San Miguel, la
Justicia recibió una serie de denuncias penales al respecto. Una de ellas, por ejemplo,
investiga un préstamo de un millón de dólares que nadie sabe en qué se gastó. Otra,
los sobreprecios en las compras y la concesión del tendido de alumbrado eléctrico a
precios sospechosamente elevados. La más reciente apunta a un depósito de autos que
funcionó en un terreno alquilado por la Municipalidad: el dueño del lote asegura que
allí funcionó un desarmadero de autos robados, muchos de ellos de vecinos que habían
cometido una simple infracción de tránsito y nunca pudieron recuperar sus coches.
No son menos oscuros los negocios con los que Rico incursionó en la actividad privada. De
la mano de Santiago Cúneo, un curioso personaje que a fines del año pasado empapeló
Buenos Aires con afiches en favor de la re-reelección de Carlos Menem, Rico tentó suerte
como empresario del rubro petrolero. Lo hizo a través de la firma Cop Petrol, dueña de
varias estaciones de servicio y vinculada con una serie de extraños créditos venidos del
Paraguay. De la misma empresa formaron parte otros dos carapintadas: Enrique Venturino,
recordado por encabezar junto a Rico la rebelión de Semana Santa, y el también
carapintada Emilio Morello, a quien el juez federal Juan José Galeano vinculó con la
causa AMIA.
La petrolera reeleccionista carapintada tuvo como fecha de nacimiento el 22 de enero de
1997 y, como característica principal, un crecimiento asombroso. Cuando este diario
reveló su existencia, el intendente de San Miguel se apresuró a quitarse del medio.
Publicó una solicitada en la que informó su total desvinculación personal y
política de Cúneo y Morello.La solicitada no aclaraba que quien aparecía como
accionista de Cop Petrol no era él sino su esposa Noemí Crocco.
Quienes lo acompañaron en la construcción del Modin podrían aportar una última foto al
álbum del Rico democrático. Fue tomada hace cinco años atrás, cuando negociaba con
Eduardo Duhalde la mejor forma de acercarle los votos para habilitar su reelección. En
esos días Rico se topó con una fuerte oposición interna. El conflicto terminó con un
golpe comando organizado por sus seguidores que tomaron la sede bonaerense del partido.
Los votos son míos adujo entonces el jefe carapintada.
El mismo argumento que desempolvó tras la toma del Hospital Larcade. Y el mismo Rico,
vale recordar, que hoy se presenta como un hombre absolutamente consustanciado con
los principios democráticos.
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