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Los profesionales del Hospital Moyano no quieren que la prensa siga ventilando la situación que padece el neuropsiquiátrico. Y para lograrlo, decidieron un camino insólito: recurrieron a la Justicia para pedir que se prohíba específicamente a Página/12 la publicación de notas sobre el tema. Es decir, que se disponga la censura previa. De paso, también solicitaron que la ombudsman porteña se abstenga de hablar públicamente sobre la situación del hospital. La presentación acaba de ser rechazada por un juez, que evaluó que el pedido atenta contra la libertad de prensa y el derecho a la información. Ayer, la defensora del Pueblo, Alicia Oliveira, interpretó el recurso de la entidad con un sombrío interrogante: Si se atreven a ir a Tribunales a pedir la censura previa, qué harán en un instituto psiquiátrico con los pacientes.El informe que originó la reacción de los médicos apareció el pasado 23 de agosto y daba cuenta de la extraña muerte de cuatro pacientes del neuropsiquiátrico y el llamativo aumento de internadas fallecidas en los meses previos. El artículo reflejaba las investigaciones ya en curso de la Justicia y la Defensoría del Pueblo. Este diario cumplió con el requisito básico del chequeo de la información e incluyó la opinión del director del Moyano. Luego también publicó la versión de la entidad que agrupa a los médicos del hospital.Diez días después, el Juzgado en lo Criminal de Instrucción Nº 24 recibía un pedido de amparo. En los fundamentos aparecían interpretaciones apocalípticas sobre el informe de este diario en relación con el Moyano. Un ataque del que hay que defenderse. Una conspiración político- administrativa que es necesario frenar. Una campaña que debe terminar.En el escrito, Antonio Naveira Gayoso, secretario general de la Asociación de Profesionales del hospital, pedía con la aclaración de que lo hacía en representación de sus colegas, que se prohíban futuras y eventuales notas sobre el tema. El argumento, esgrimido con el patrocinio del abogado Enrique Escalante Echagüe, se basaba en la necesidad de que terminen los ataques insensatos sobre pacientes y médicos que según esa particular apreciación implicaba la nota de Página/12.El representante gremial ratificó luego su pedido ante el juez. Y allí agregó la solicitud de que la ombudsman actúe de acuerdo con los procedimientos que puede poner en funcionamiento conforme a su cargo y no que lo publique en los diarios.Oliveira había denunciado el deterioro edilicio del hospital y había puesto en marcha una investigación por el aumento del índice de muertes. Se detectó una excesiva cantidad de muertes, por lo que pedimos una serie de historias clínicas que actualmente estamos analizando en la Defensoría. Quisimos hacerlo en el mismo hospital, pero eso generó una situación de mucha violencia, contó ayer la defensora.¿Violencia por parte de quién?Los médicos y el gremio, ATE-Moyano. Tipo patota. Hubo maltratos e insultos a la gente de la Defensoría que pretendió hacer allí el trabajo. Entonces evaluamos que esta situación atentaba contra la tranquilidad de las internas, por lo que pedimos copias de las historias clínicas. Que también ya las está analizando la Justicia.En el pedido de amparo también piden que no haga declaraciones periodísticas.Si este señor (por el presidente de la Asociación de Profesionales) me prohíbe hablar a mí, no quiero imaginarme cómo será su relación con las pacientes internadas, que están privadas de su libertad. Si quiere acallar a los medios de prensa, que tienen cómo defenderse, hay que ver cómo se comporta con las pacientes, con lo vulnerables que son. De hecho, ya hubo casos de censura en medios alternativos de comunicación que funcionaban dentro del hospital.El pedido de censura de los profesionales fue declarado inadmisible por el juez Gustavo Karam. En su fundamentación, el magistrado consideró que la presentación ponía en juego garantías y derechos consagrados porla Constitución nacional, tales como la libertad de prensa, el derecho a la información, el honor y la libertad de trabajo. Y evaluó que si bien se encuentran en un plano de igualdad, al colisionar distintos derechos habrá de preferirse aquel de mayor jerarquía.Karam citó el caso del fallo de la Corte Suprema sobre la foto de Ricardo Balbín en su lecho de muerte publicada por la revista Gente. Allí se condenó al medio porque se priorizó el derecho a la intimidad de la familia del dirigente radical. En este caso, el juez consideró que la libertad de prensa y el derecho a la información ha de ser una garantía de superior jerarquía.En modo alguno sostiene el juez puede el accionante (la Asociación de Profesionales), so pretexto de menoscabarse la profesionalidad e idoneidad de los profesionales que se desempeñen en ese nosocomio, solicitar se cercene el derecho a la información y la libertad de prensa, cuando por el mismo medio e inclusive por medios judiciales específicos, puede igualmente atacar las falacias de las que se siente agraviado.
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