Por Silvina Szperling Son varias las
novedades que Julio Bocca y su Ballet Argentino presentarán al gran público en la
temporada que se inicia hoy en el Luna Park, y que se prolongará hasta el 15, debido a la
alta demanda de entradas. Una de ellas, el estreno de Esperando el mañana, una
coreografía de Marcela Criquet sobre música de Pink Floyd. Criquet fue responsable en
parte de Bocca Rock, y éste es su primer trabajo completo para la compañía. La otra,
Mambo Suite, una obra de Ana María Stekelman sobre música de Pérez Prado procesada por
Edgardo Rudnitzky, en la que la pareja Julio Bocca-Alessandra Ferri brillará acompañada
por el elenco del Ballet Argentino a pleno. No sé cómo me irá con los mambos, es
la primera vez que bailo ese ritmo. Los ensayos son muy divertidos y espero que el
público argentino me reciba bien en esta obra, declaró Ferri a Página/12,
haciendo gala de una modestia infrecuente en una prima ballerina absoluta, como lo es ella
en el Teatro Alla Scala de Milano. Alessandra retorna a Buenos Aires, cuyo público la ha
visto (y adorado) por última vez en 1994, como la Tatiana del Onegin de John Cranko.
Con Julio tengo la seguridad de no necesitar esconder mis sentimientos, de poder ser
yo misma. Esta seguridad me la da el hecho de que cuando busco su mirada en el escenario
él está siempre presente. Con otros partenaires no me sucede lo mismo. Creo que la vida
está atravesada por ciertos encuentros trascendentes y con Julio se ha dado eso,
aseveró esta mujer de 35 años, de apariencia frágil y enormes ojos negros, que ya a los
diecinueve fue principal dancer del Royal Ballet de Londres. Y para la cual su director,
Sir Kenneth Mac Millan, creó A different dummer y Valley of shadows, además de elegirla
como protagonista de Manon y Romeo y Julieta. Es justamente en este rol que Ferri
interpretará junto a Bocca el pas de deux de la escena del balcón, en la mini-temporada
que se abre hoy en el Luna Park. El programa se completa con Giselle, más precisamente su
segundo acto. Cuando conocí a Alessandra (en el American Ballet Theatre de Nueva
York) el bailar con ella significó un desafío enorme para mí, dijo a su vez
Bocca. En ese momento ella constituía pareja con Baryshnikov y, por lo tanto, yo
tenía que estar con todo. Además Alessandra es de las que si están en confianza se
tiran a la pileta, se entrega completamente tanto espiritual y como físicamente y, si yo
no estaba firme, nos íbamos todos a la mierda, definió con palabras bien claras.
Luego agregó: Nos entendimos desde el primer momento, aprendí sus codigos
corporales, sus miradas y ella me sacó mucho de adentro en cuanto a lo actoral.
Bocca está preparando dos eventos acordes con su estatura mediática para cerrar el
milenio. El 15 de diciembre inaugurará una mega-muestra en el Palais de Glace, con una
serie de obras plásticas en que diferentes artísticas lo inmortalizarán. Durante este
mes concreta con una presentación multitudinaria al aire libre que, a causa de las
conocidas desaveniencias con los dirigentes del club River Plate, quienes se negaron a
aceptar la propuesta Bocca en River (Decían que no les caía bien que
Bocca baile a River, aclaró Julio), se concretará en un escenario que
probablemente sea el que el Gobierno de la Ciudad suele erigir en los bosques de Palermo.
Y como coronación, el 31 de diciembre a las 12 de la noche lo encontrará en Ushuauaia
bailándose un tanguito junto a Eleonora Cassano y otras cuarenta parejas. La coreografía
será de la Stekelman, y la fiesta distará de ser íntima: Canal 13 la emitirá en
coordinación con otros eventos desde los distintos puntos cardinales de la Argentina, los
que a su vez se engancharán en el Millenium day, que se difundirá por medio de distintas
señales del planeta.
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