ENTREVISTA A PABLO GERCHUNOFF, ESTRECHO COLABORADOR DE MACHINEA
Paquete fiscal, social y competitivo

No adelantó medidas, pero definió los criterios que las guiarán. Más competencia para bajar tarifas de las privatizadas; más Ganancias; otro modelo de gestión de salud. No le gusta la palabra ajuste.

--Durante el coloquio de IDEA habló de subir el Impuesto a las Ganancias para poder bajar los aportes patronales.

--En realidad, ese es un punto menor de un proyecto integral, mucho más amplio. En la Argentina, la Cenicienta de los impuestos en las últimas décadas ha sido Ganancias a las personas físicas. Se ha cobrado muy poco. No se trata de que lo estén evadiendo mucho sino que existen posibilidades legales para no pagarlo. Por eso, creo que en los próximos años el foco va a haber que ponerlo sobre Ganancias, para cobrar un gravamen que esté a tono con el nivel de desarrollo económico de la Argentina. Esto, además, le dará al sistema un grado de progresividad mayor. Porque si uno puede cobrar más Ganancias, en el largo plazo se pueden rebajar los aportes patronales y personales y, así, promover el reingreso de los trabajadores al empleo en blanco. O bien bajar el IVA, que tiene un incentivo a la evasión fuerte al 21 por ciento.

--¿Cree que es necesario profundizar la flexibilización laboral?

--¿Qué es eso?

--Eliminar regulaciones, como reducir el período de prueba, bajar indemnizaciones...

--Lo único que puedo decir es que no soy partidario de bajar las indemnizaciones. Sobre todo lo demás prefiero no hablar. Pero el término flexibilización laboral tiene tanto eco emocional y tan poco racional, que es difícil hablar del tema.

--Da la impresión de que, con las restricciones en las cuentas públicas, es casi imposible aplicar una política social. Más bien todo refuerza la idea de que piensan aplicar un ajuste muy drástico...

--No. Yo creo que es posible aplicar una política social. Prefiero no utilizar la palabra ajuste. Diría que una reducción del déficit fiscal racionalmente diseñado, tiene un efecto social inmediato: provocaría

una reactivación por la baja de la tasa de interés. Yo diría que ahí hay un elemento de política social. Además, creemos que hay que atacar los problemas que tiene la economía argentina en todos los frentes, con políticas coordinadas. El próximo gobierno no va a postergar su política social. La va a anunciar en forma conjunta con su política fiscal y pro competitiva. El problema económico y el social tienen que ser atacados en forma conjunta.

--¿No cree que un aumento sobre los combustibles atenta contra la competitividad?

--Sí.

--¿Y cómo se puede paliar ese efecto adverso?

--Siempre es posible instrumentar una política fiscal que no sea anticompetitiva. Y esto es lo que vamos a hacer.

--¿En qué consiste su propuesta de que los hospitales públicos tienen que dejar de subsidiar la oferta para pasar a subsidiar la demanda?

--Creo que en el sistema de salud, hay que introducir algún elemento de competencia. Hoy esto es muy débil. Si se pudiera incorporar más gente que paga la obra social, porque la economía se blanquea y los trabajadores empiezan a aportar, las ganancias que el sistema tiene como conjunto pueden derivarse más a la atención de un sistema de atención primaria que al sistema hospitalario. Hay hospitales que tienen una capacidad ociosa muy alta en la Argentina. No es necesario construir más hospitales. Hay que armar un nuevo modelo de gestión de salud.

--¿Cuál sería el eje de ese nuevo sistema?

--Que los sistemas de obras sociales, medicina prepaga y atención pública de la salud estén integrados y controlados por una superintendencia autónoma y profesional.

--Con respecto al régimen previsional...

--Sólo puedo decir que me gustaría que aporte mucha más gente y lo que vamos a buscar es un sistema de incentivos para que aporte mucha más gente.

--Fernando de la Rúa dijo y luego se desdijo de la idea de analizar la aplicación de un gravamen sobre la renta extraordinaria de las empresas privatizadas...

--No se va a aplicar. De ninguna manera. No va a pasar.

--¿Por qué?

--Porque no es una idea aplicable a la Argentina. Y no es aplicable a la Argentina porque el objetivo principal que se tiene en los servicios públicos es inyectar la mayor competitividad posible y no ponerle gravámenes extraordinarios. Lo que queremos es que en el largo plazo bajen los precios y no crear un impuesto extraordinario.

--¿Cómo se estimula esa competencia?

--Los entes reguladores tienen que tener como objetivo fundamental inyectar competencia en los mercados.

--¿Cómo lo harán?

--Depende de cada caso. En telecomunicaciones hay un proceso de inducción de competencia, pero a mí me gustaría que fuera más acelerado. Y creo que es posible profundizarlo.

--¿Y cómo se induce una baja de tarifas sin vulnerar los contratos?

--Que quede claro que no se va a vulnerar ningún contrato. Allí donde se puede inyectar competencia respetando la seguridad jurídica, se va a inyectar competencia. Y a largo plazo los precios bajarán.

--¿El marco legal de las privatizaciones no deja algún resquicio para forzar esa baja?

--Lo que el marco legal vigente permite es que si una empresa no está cumpliendo con los contratos, el ente regulador aplique los castigos correspondientes. Pero las tarifas sólo se bajan con competencia.

--¿Y en aquellos servicios en los que los contratos o la característica del servicio no permite introducir competencia?

--Tienen que ser bien regulados. No vamos a violar los contratos. Pero vamos a hacer que su letra se respete.

--¿Qué pasará con las renegociaciones contractuales que encaró el actual gobierno? ¿Las van a reconocer como base para una nueva negociación con las empresas?

--Depende. Algunas renegociaciones definitivamente no nos gustan. Pero si revisar significa violar un contrato, no vamos a volver atrás.

--¿Ni siquiera cuando la forma de contratación fuera objetable?

--Si ya hay un contrato firmado va a ser respetado por todas las partes.

PRINCIPAL