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Por Diego Schurman  Héctor
Lombardo se comprometió a no producir modificaciones de fondo en el decreto que le
devuelve a la Confederación General del Trabajo (CGT) el manejo de los 360 millones de
pesos de las obras sociales. El más firme candidato a ocupar el Ministerio o la
Secretaría de Salud del gobierno de Fernando de la Rúa dio a conocer su postura durante
un encuentro reservado con dirigentes sindicales, en el que escuchó las principales
inquietudes del sector. En realidad, el compromiso de Lombardo con los sindicalistas
muestra un cambio de actitud, porque en una entrevista con Página/12 había dicho
que revisaría ese decreto. En los últimos días Lombardo se había mostrado crítico con la actitud de Carlos Menem quien, a días de terminar su mandato, puso en manos de la CGT el control del Fondo de Redistribución de las Obras Sociales. "Habrá que estudiarlo porque éste es un decreto que tiene pocos días en un gobierno que se está yendo. Es una medida apresurada que no se debió haber tomado", dijo el martes en un reportaje a este diario. Sin embargo, el actual secretario de Salud porteño y designado coordinador del área durante la transición tuvo una actitud más precavida al día siguiente, al desembarcar en la sede del sindicato de comercio, donde lo esperaba el dueño de casa, Armando Cavalieri, y los dirigentes Carlos West Ocampo, Oscar Lescano, José Rodríguez, Andrés Rodríguez y José Luis Lingieri, entre otros. "El gobierno de Fernando de la Rúa tiene una propuesta de no enfrentamiento, de consenso. Y yo pienso que los fondos deben ir al lugar para el cual fueron recaudados", sorprendió Lombardo a este diario. En otras palabras, se mostró conforme con la decisión de devolverles a los gremios el control del dinero que hasta ahora estaba afectando al Presupuesto Nacional y que podía ser utilizado para tapar baches provocados por el déficit fiscal. --¿Entonces no se modificará el decreto? --le preguntó este diario. --Queremos hacer una transición ordenada y prolija, como debe ser en una democracia estable. No habrá cambios de fondo, pero sí buscaremos darle mayor transparencia. En ese sentido, Lombardo dijo que podría modificar el número de representantes en el directorio de la Administración de Programas Especiales (APE), el organismo a cargo de la fiscalización y la ejecución de los 360 millones de pesos anuales del Fondo de Redistribución de las Obras Sociales Con el decreto, Menem --que busca la adhesión de la CGT a su proyecto para retornar en el 2003 a la Casa Rosada-- les dio a los gremios cuatro representaciones en el directorio de la APE, tres al Estado y una al empresariado. La Alianza podría introducir "correcciones" para "equilibrar" el poder interno. Una alternativa es la de restar un miembro a los sindicatos. La otra, sumar otro al Estado. Lombardo es el candidato más firme para ocupar la cartera de Salud. Pero para acompañarlo en puestos estratégicos también se menciona una variedad de nombres. Por ejemplo el de Rubén Cano, hombre de Lombardo, para la Superintendencia de Salud. Cano trabaja para el programa de reconversión de salud que mueve unos 160 millones de dólares destinado a equipamiento de hospitales y formación de profesionales, entre otras cosas. Los otros nombres que se barajan son los que ocuparán el directorio de la APE. Por el sindicalismo ya está decidido que sean José Rodríguez (mecánicos de SMATA), Oscar Lescano (Luz y Fuerza), Oscar Mangone (Gas del Estado) y Mariano Silva (camioneros). Por el Estado, se menciona a Horacio Martínez (obra social del personal de dirección) y Roberto Peluso (subsecretario de Regulación y Fiscalización), quien negocia directamente con el operador en las sombras de la Alianza, el ex ministro Enrique "Coti" Nosiglia. Aún falta definir el otro representante del Estado y el director, que podría provenir de las filas del Frepaso.
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