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Por Carlos Rodríguez A mediados de febrero, en el sexto piso del Palacio de Tribunales, comenzará el juicio oral y público contra los cuatro detenidos acusados de integrar la banda de "boqueteros" que se llevó 25 millones de dólares del ex Banco Crédito Argentino, sucursal Recoleta, luego de cavar durante cuatro meses un túnel de 70 metros. La causa está a cargo del Tribunal Oral Número Uno, que recibirá el testimonio de cerca de 400 testigos, a lo largo de por lo menos tres meses. Entre los damnificados por el robo figuran el periodista Mauro Viale, la actriz Mirtha Legrand, el productor de TV Hugo Sofovich e incluso "uno de los integrantes de la Corte Suprema de Justicia", reveló a Página/12 una fuente vinculada al caso. Hasta ahora ninguno de los perjudicados cobró indemnización alguna y el tema es motivo de decenas de juicios paralelos en el fuero civil. Los detenidos en relación con la causa son René Riviere y Antonio Mandaradoni, y los ex agentes de la Secretaría de Inteligencia de Estado (SIDE) Jorge Pomponi y Norberto García. La acusación que pesa sobre ellos es por robo calificado doblemente agravado por haberse cometido en poblado y en banda y con destrucción en un lugar habitado. Los procesados permanecen detenidos aunque ya se cumplió el plazo previsto para que se disponga la excarcelación de todos, dado que siguen procesados sin sentencia firme luego de estar más de dos años en prisión. El abogado Ignacio Irurzun, defensor de Mandaradoni, anticipó a este diario que el 26 de este mes volverá a solicitar la excarcelación de todos los imputados, al cumplirse los tres meses de extensión del plazo legal del auto de prisión preventiva, dispuesto oportunamente por la Cámara del Crimen. Los camaristas habían prorrogado la medida de privación de la libertad con la condición de que el juicio comenzara antes del 26 de noviembre, algo que es "imposible de lograr", puntualizó Irurzun. El letrado rechazó los cargos contra su defendido, en cuyo poder se halló la suma de 350.000 pesos, presumiblemente una parte del botín. El robo en el ex Banco Crédito Argentino ocurrió durante el fin de semana del 4 al 5 de enero de 1997. En esos días lograron perforar la pared de la bóveda de seguridad de la entidad para violar 164 cajas de seguridad. Para llegar habían cavado, durante por lo menos cuatro meses, un túnel de unos 70 metros que comunicaba al banco, ubicado en Callao y Las Heras, con un local deshabitado que habían alquilado. Además del local, habían alquilado un departamento ubicado en las cercanías y que habría servido de centro de operaciones de la banda. Los delincuentes rentaron también dos cajas de seguridad, una en la entidad que fue saqueada y otra en la sucursal Tribunales del Banco de Quilmes. Todos esos contratos los hicieron con identidades y documentos falsos. Las detenciones se produjeron a partir del seguimiento de llamadas que se habían hecho desde teléfonos públicos ubicados en las proximidades del Banco Crédito Argentino. La causa fue instruida por el juez Adolfo Calvete. De esa investigación surgiría que los ideólogos del hecho fueron Pomponi y Riviere. Según esa hipótesis, Mandaradoni --que sería un experto en construcciones-- fue el que proyectó y trabajó en el túnel, junto con otras personas que permanecerían prófugas. García y Pomponi eran socios. El segundo de ellos habría sido el que finalmente ingresó a la bóveda para sustraer el dinero y las alhajas robadas a los propietarios de las cajas de seguridad. En la misma causa estuvo detenido el ex campeón mundial de motonáutica José María Clusellas, quien había sido señalado como el financista del golpe. Lo dejaron en libertad porque tenía una buena coartada: una atractiva joven sostuvo que ambos estuvieron juntos, encerrados en un departamento de Malabia y Santa Fe, desde el 3 al 6 de enero de 1997. Y también porque superó con éxito nueve rondas de reconocimiento en rueda de personas. Nadie lo identificó como uno de los que frecuentaban el local alquilado sobre la calle Callao.
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