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GRAN BRETAÑA RECONSIDERA AL EX DICTADOR
Vuelve la salida "humanitaria"

El País
de Madrid

Por Manuel Delano
Desde Santiago

t.gif (862 bytes)  El destino del que fuera dictador de Chile durante casi 17 años, el general Augusto Pinochet, ha quedado en manos de los médicos que lo van a examinar en Londres. Así se desprende después de que ayer se conociera la decisión del ministro británico del Interior, Jack Straw, de someterlo a exámenes de salud para determinar si accede a la petición de clemencia por razones humanitarias, solicitada por el Ministerio de Asuntos Exteriores chileno, antes de que termine el proceso de extradición a Madrid. El canciller Juan Gabriel Valdés valoró la "seriedad y rigor" con que el gobierno británico ha tratado el tema, y un soplo de esperanza corría entre las filas pinochetistas.

La respuesta del Ministerio del Interior británico, entregada ayer en la mañana en una nota al embajador chileno en Londres, Pablo Cabrera --de lo que informó Juan Gabriel Valdés en un contacto telefónico con la prensa local desde Canadá--, implica la admisión por parte del gobierno británico de la facultad de Straw para intervenir antes de que concluya el proceso de extradición de Pinochet a Madrid. Según explicó Valdés, la nota de Straw es una respuesta formal a la petición chilena, del 14 de octubre pasado, para que se libere a Pinochet por razones humanitarias, debido al deterioro de su estado de salud, a la que se le adjuntaron informes médicos. En su contestación, Straw dice que, de acuerdo con la ley, tiene facultades para pronunciarse al término del proceso de extradición, pero también para interrumpirlo mientras se realiza, si hay razones fundadas para ello, en lo que Valdés llamó "un proceso extraordinario". La nota británica señala que la salud de Pinochet es un tema de atención, y que, para decidir sobre la aplicación de razones humanitarias, se comunicará con los abogados de la defensa del general para que éste sea sometido a exámenes por médicos que designará.

"Straw dice que el estado de salud actual de Pinochet es una causa real de preocupación. Es decir, prefiere estar plenamente informado sobre su estado de salud y esto confirma que el gobierno británico está estudiando seriamente la información médica. Es decir, el ministro del Interior de Gran Bretaña no podría dictar ahora una orden de extradición (a Madrid)", interpretó el canciller chileno. La Cancillería no informó en qué fecha se realizarán los exámenes a Pinochet ni cuáles serán éstos, y el ministro reiteró que el Home Office no tiene un plazo determinado para responder a la petición de razones humanitarias. Al conocer la noticia, el director ejecutivo de la Fundación Pinochet, el general retirado Luis Cortés Villa, reaccionó con cautela y cierto escepticismo pues, argumentó, los nuevos exámenes implican todavía que el ex jefe del Ejército permanecerá más tiempo en Londres, mientras enfrenta 18 patologías diferentes. En cambio, el abogado y asesor de Pinochet, Fernando Barros, le asignó "gran valor" a la decisión de Straw y sobre todo que lo haya hecho ahora, pues Pinochet no está en condiciones de enfrentar un juicio. La respuesta de Straw reabrió las puertas --que parecían cerradas-- a la posibilidad del regreso no lejano de Pinochet por su salud.

 

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