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“En Córdoba hubo sólo tres robos seguidos de muerte”

Con esta estadística para 1999, José Manuel de la Sota rehúyeresponder sobre la inclusión de Rico en el gabinete de Ruckauf.En cuanto a De la Rúa, promete colaborar si no lo perjudican.

José Manuel de la Sota, gobernador justicialista de Córdoba.
“Media Argentina votó a De la Rúa. Media Córdoba me votó a mí.”

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Por Cledis Candelaresi
Desde Mar del Plata

t.gif (862 bytes) "Lo dijo Benjamin Franklin. Hay dos cosas irreversibles: la muerte y los impuestos", recuerda José Manuel de la Sota, uno de los políticos más aplaudidos en el coloquio empresarial de IDEA, concluido aquí anteayer. Apenas asumió la gobernación de Córdoba, aplicó un recorte del 30 por ciento en los tributos provinciales y dispuso una moratoria para las obligaciones impagas, cuya cobranza está privatizando. Tras ciento veinte días de gestión se jacta de haber tenido éxito con esa medida, que prevé complementar con otra no menos original: regionalizar la recaudación. Si las audaces iniciativas lo consagraran como un administrador exitoso, crecerían sus posibilidades de disputar desde el justicialismo la presidencia de la Nación en el 2003, lugar al que por ahora dice no aspirar. En cuanto al gobierno de la Alianza, sostiene un discurso de colaboración y no mera cohabitación.

--¿Está comprometida la gobernabilidad porque De la Rúa tendrá que convivir con las provincias más grandes en manos de la oposición?

--Yo voy a cooperar con De la Rúa. El tiene legitimidad porque lo votó el 50 por ciento de la población. Yo también la tengo porque me votó el 50 por ciento de los cordobeses. Aquí hay un mandato claro de la comunidad. Nos están diciendo a los políticos: "Déjense de disputas partidarias y pónganse de acuerdo para resolver los problemas que tiene la gente". No quiero que nos toleremos. Yo quiero cooperar. Si la economía se descontrolase, ¿quién me pagaría los impuestos? Si a De la Rúa le va mal, a todos nos irá mal.

--¿Qué pasará si el gobierno nacional toma una medida que usted rechaza, si por ejemplo sube impuestos cuando usted es partidario de bajarlos?

--Yo no puedo condicionar al gobierno. Sólo puedo oponerme a medidas que perjudiquen a mi provincia.

--¿Cuáles podrían ser?

--Por ejemplo, una política negativa para la industria automotriz. Eso provocaría despidos, ya que el 35 por ciento de la población activa de Córdoba está ligada a esta industria. O si se discriminara la producción de maní, ya que Córdoba produce el 98 por ciento del maní que se exporta. Pero en las medidas generales la potestad la tiene De la Rúa.

--¿Le gusta la conformación del gabinete de Carlos Ruckauf?

--No puedo opinar sobre lo que hace un colega. El tiene toda la legitimidad para adoptar sus decisiones. Opinar sería faltarle el respeto. --¿Adhiere a sus criterios para la política de seguridad?

--En Córdoba, en lo que va del año tuvimos sólo tres robos seguidos de asesinato. Pero en la Capital y en la provincia de Buenos Aires hay decenas por semana. Son situaciones incomparables. Cuando asumí confirmé a toda la plana mayor de la policía, que venía de la gestión radical. Y yo siempre pensé que la institución policial y la judicial, mientras más lejos estén de la política, mejor.

--¿Usted es un presidenciable del Partido Justicialista?

--No. En absoluto.

--¿No tiene planes, aspiraciones para el 2003?

--Mi único plan es seguir aumentando la recaudación en la provincia el mes que viene.

--¿Aconsejaría a la nación rebajar o suprimir impuestos?

--Yo no le doy consejos a nadie. La reducción de impuestos no es una panacea. No es una receta que pueda aplicarse a cualquier economía.

--¿Y por qué sí a la de Córdoba?

--En Córdoba da resultado porque teníamos una situación previa con un endeudamiento público equivalente al 50 por ciento de los recursos presupuestados para el año que viene, una evasión tributaria del 50 por ciento y los impuestos más caros del país. Yo dispuse una rebaja impositiva frente a esta situación, y nos está yendo muy bien. La moratoria dio un resultado fantástico: hay 720 mil cordobeses que se comprometieron a pagar 730 millones de pesos en 48 cuotas.

--Ese aumento de la recaudación puede ser excepcional, producto de que los contribuyentes se están poniendo al día con sus obligaciones...

--No lo creo. Tuvimos ya dos períodos con buenos resultados. El bache fiscal que nos habían anunciado los agoreros no sólo no se produjo sino que la recaudación aumentó. Ahora hay impuestos baratos y la gente los quiere pagar.

--¿En la nación podría dar resultado la misma fórmula?

--Lo que creo es que un IVA al 21 por ciento tienta demasiado a los evasores. No hay ninguna actividad lícita que, en una economía estable, permita un beneficio equivalente a dejar de pagar el IVA. Pero de ninguna manera pretendo darle consejos al nuevo gobierno. Para eso la gente votó a De la Rúa.

--Ingresos Brutos...

--Es un impuesto regresivo, que hay que tratar de eliminar. Pero no en el marco de una caída de la recaudación nacional, que afecta nuestra coparticipación.

--¿Qué le parecen los proyectos de ley de Coparticipación en danza?

--No los conozco a fondo. Pero Córdoba tenía una participación en el reparto secundario de 8,90 por ciento, y con el Pacto Fiscal de Cavallo cayó a 8,17. Esto significa alrededor de 100 millones de pesos menos por año. Además, en Córdoba estamos aportando para subsidiar las cajas provinciales transferidas por once provincias, mientras que el gobierno nacional no contribuye de ningún modo a sostener nuestro sistema jubilatorio. Todos estos temas tienen que figurar en una discusión sobre la coparticipación. Hay que transparentar las funciones de la nación y calcular bien cuánto dinero necesita. Del mismo modo, hay que estimar bien los ingresos propios de las provincias más pobres, para determinar qué ayuda necesitan y por cuánto tiempo. El auxilio tiene que ser limitado.

--¿Hay que revisar también el sistema de Aportes del Tesoro Nacional?

--Sí. Hay que revisar todos los fondos especiales.

--El presupuesto del 2000 prevé reducir los fondos específicos que benefician a las provincias...

--A mí me preocupa la drástica reducción del Fonavi. Eso tendría un impacto muy negativo en las economías regionales. Primero habrá que analizar la reforma del Estado que hará De la Rúa. A lo mejor se puede ahorrar mucho suprimiendo cargos y funciones. El planteó una política austera que comparto. No se olvide de que soy autor de la ley de Convertibilidad Fiscal. Pero creo que no hay que cercenarles fondos a las provincias. Sí exigirles disciplina fiscal, aunque sin reducirles los montos que recibían, que ya eran muy escasos.

--¿Está de acuerdo con que haya premios y castigos?

--Es necesario. Creo que hay que premiar a las provincias eficientes. No sólo acudir en auxilio de las que tienen una mala administración o menos recursos naturales. La gente no quiere impuestazos, que por gastar mucho aumentemos los impuestos. Hay que controlar el gasto.

--Desde la nación se les reprocha a las provincias no tener voluntad de recaudar.

--A veces cobrar impuestos quita votos. Esto pasa en los municipios chicos, donde los intendentes son amigos de los contribuyentes y esto relaja la disciplina recaudatoria. Algunas municipalidades no recaudan ni el 10 por ciento de lo que debieran. Por eso vamos a regionalizar el cobro de impuestos. Así el amiguismo se terminará.

--Todas las provincias, incluida Córdoba, están fuertemente endeudadas...

--Hay que pensar en una refinanciación a largo plazo para las provincias, a cambio del compromiso de no recaer en sus déficit.

--Córdoba tiene varias empresas privatizadas y planea licitar otras. ¿Cuál será la política de control de los adjudicatarios?

--Los consumidores deben sentirse defendidos. El Estado no puede abandonar el poder de policía.

--¿Los entes reguladores funcionan bien?

--Creo que deben ser creados por ley y depender del Congreso, para que tengan mayor grado de autonomía. En Europa y Estados Unidos le rinden cuentas al Parlamento.

 

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