River viajó
a Santa Fe con un objetivo claro. Ganar y dejarle toda la presión a Boca y San Lorenzo
para sus partidos de hoy. El equipo de Ramón Díaz padeció hasta el último instante,
pero cumplió con la meta propuesta. Con el 2-1 conseguido anoche, River les sacó por lo
menos hasta esta tarde seis puntos a sus perseguidores y se aseguró que nadie quede a
menos de tres una vez finalizada la jornada. Ni más ni menos que lo que se había
planteado. Porque si bien no cumplió una tarea muy destacada, se llevó una victoria de
una cancha difícil y, por el trámite del segundo tiempo, muy sufrida y festejada. Unión
salió decidido a hacer pesar su localía. Por eso impuso su ritmo de ataque por ataque,
tal como le gusta cuando juega en su casa. Con el vértigo de Domizi, la presencia de
Silvera y la pausa de Cabrol para atacar, aunque con todas las ventajas que otorga de la
mitad hacia atrás. Y como River no se achicó ante esa presión, el partido se dio de ida
y vuelta, con mucha velocidad, pero también con imprecisiones y piernas fuertes, ante la
pasividad inicial del árbitro Baldassi. Ya antes del primer minuto, los santafesinos
dispusieron de una ocasión para abrir el marcador. Un pelotazo cruzado sobró a Lombardi,
la pelota le cayó a Domizi, pero el puntazo débil del ex jugador de Newells
encontró bien ubicado a Bonano. De a poco y más allá del algún sofocón por la zona de
Lombardi-Trotta, River fue emparejando el desarrollo. Cada vez que se mostraban Aimar,
Saviola o el colombiano Angel, la sensación de peligro invadía al fondo de Unión. Luego
de una falla de Prátola y una muy buena maniobra de Angel, el delantero perdió el gol
porque su definición elegante se fue apenas afuera del primer palo de Passet.Cuando ya el
trámite era decididamente parejo y empezaban a abundar más las patadas que el fútbol,
llegó el quiebre de esa primera mitad. Escudero salió muy lejos y lo cruzó duro de
manera innecesaria al peruano Jayo. Como ya estaba amonestado y dos minutos antes se
había salvado Lombardi, el volante se fue expulsado. Pero el que sintió el impacto fue
el conjunto de Nery Pumpido, no River. Mucho más luego de los incontables errores que
derivaron en el primer tanto visitante. Valli lo empujó a Saviola cuando el delantero
estaba encerrado. De ese tiro libre vino un centro que Angel no pudo conectar, aunque se
llevó la pelota de vivo por la torpeza de Prátola. El buscapié del colombiano pasó por
entre las piernas de Passet, no llegó Valli y Cárdenas se quiso anticipar a Saviola pero
no hizo más que convertir el gol. Para colmo, Aimar se propuso emparejar la cantidad de
jugadores por bando y Prátola entró como un chorlito. El ex Estudiantes lo cepilló y
los dos con diez.El arranque del segundo tiempo no pudo ser mejor para River. Saviola y
Angel manejaron muy bien un contragolpe y el pibe definió con clase al segundo palo de
Passet. Con la ventaja, River manejó el ritmo y lo pudo definir de contra. Pero como no
lo hizo y de a poco se fue tirando para atrás, le dio vidas al local. Y Unión
aprovechó. Con un tiro libre perfecto de Cabrol descontó y luego dispuso de varias
ocasiones para empatar. Claro que la impericia de Silvera y la seguridad de Bonano se lo
impidieron. Para el final quedó la impotencia. Noriega tiró un centro pasado, Domizi
cayó en el área apareado por Placente y todo Unión se fueencima de Baldassi pidiendo
penal. Llovieron las rojas y se vino el final. Recién ahí, River pudo respirar. |