Por Gustavo Veiga
Juan María
Manganiello es un hombre de espíritu inquieto. A los 72 años, preside el Tribunal de
Cuentas de la AFA, conduce el Banco Municipal de La Plata y es titular del Círculo de
Periodistas Bonaerenses. Además continúa matriculado como contador público y ejerce su
profesión, pese a que le sobra edad para jubilarse. Si no, sería un muerto
civil, apunta. Las diversas funciones no le impiden disfrutar de una condición que
él vincula con su actividad, el perfil bajo. Debe ser por la formación, un
contador es un técnico, no busca litigios, trata de arreglar las cosas. Sin
embargo, el cargo que ocupa al frente de un organismo de control clave para el futuro de
los clubes acaso le impida seguir gozando de su apacible anonimato en el ambiente
futbolístico. Y tal vez le provoque disgustos como los que sufre por las denuncias de
irregularidades en el banco platense que hoy encabeza (ver aparte).
¿Desde cuándo preside el Tribunal de Cuentas de la AFA?
Aunque ya había existido muchos años antes y luego se desmanteló, en 1974, y
durante la presidencia del escribano Mitjans, me designaron al frente del Tribunal de
Cuentas. ¿Sabe quién era el secretario general? Carlos Tacchi, el hombre que estaba en
la DGI y que ya falleció. El reglamento del Tribunal de Cuentas lo redactó él.
¿Usted es un hombre cercano a Gimnasia y Esgrima La Plata?
Sí (sonríe), lo que pasa es que Gimnasia es un equipo muy popular. Pero yo soy
hincha de San Lorenzo de toda la vida. Lo que ocurre es que
nací en Alberti, un pueblo de la provincia de Buenos Aires y me radiqué en La Plata
cuando fui a estudiar. Uno llega a una ciudad como ésa y tiene que ser de Gimnasia o
Estudiantes. Calcule que vivo en la misma casa hace 41 años.
¿Y cómo empezó la sólida relación que aún hoy mantiene con Julio Grondona?
En 1976 él ya era tesorero de la AFA y me conoció a mí por intermedio de Oscar
Venturino, un ex presidente de Gimnasia y también del contador Ignacio Ercoli, un ex
presidente de Estudiantes. Cuando en 1979 lo eligieron a Grondona para conducir la AFA, yo
le elevé la renuncia, pero él no la aceptó. Me dijo: conozco su actuación, quédese.
¿Para qué sirve el Tribunal de Cuentas de la AFA?
Hasta hoy servía solamente para el control de las cuentas de la AFA que mejoraron
de manera extraordinaria con una serie de modificaciones que hizo Grondona en toda el
área contable. Por eso, podemos firmar los balances con mucha tranquilidad. Pero la
fisonomía del Tribunal cambió. Ahora va a cumplir dos funciones. Además de auditar a la
AFA, tiene que controlar económica y financieramente a los clubes.
¿Y de qué manera va a ejecutar esta política que se ampara en la modificación
más reciente del estatuto?
Quiero que quede clara una cosa. No se puede hacer todo de la noche a la mañana.
Piense en lo siguiente: todos los clubes tienen que ir adaptando su cierre de ejercicio al
de la AFA, al 30 de junio. Pero antes deben modificar sus estatutos por asamblea.
Entonces, estamos en una transición.
¿Usted es consciente de que tendrá más poder y que, si el Tribunal de Cuentas
determina que los números de un club no cierran, eso puede significar lisa y llanamente
el descenso de un club?
Nosotros le vamos a comunicar todo al Comité Ejecutivo. A mí me tocó como ex
presidente del Banco Provincia de Buenos Aires tomar decisiones difíciles. Nada es
fácil, así que imagínese.
¿Qué ocurriría si, por razones políticas, los dirigentes amparan a un club que
tiene los balances en rojo o contradicen sus dictámenes?
Si el Tribunal tiene razón, yo me voy. Aunque le quiero decir que desde la
asunción de Grondona, el cambio en nuestro organismo ha sidoextraordinario. Porque somos
escuchados. En este momento, la contabilidad de la AFA es una contabilidad bien llevada.
En el balance de la AFA cerrado este año, según el Tribunal que usted preside, los
créditos otorgados a los clubes tienen un alto índice de incobrabilidad, ¿cómo se
entiende esto?
En este momento creo que deben casi 56 millones, pero los dueños de la AFA son los
clubes. O sea, quienes tomaron la plata prestada son los mismos dueños.
¿Alguna vez le dijo a Grondona esto no va así?
Sí, sí... El nunca discutió un dictamen del Tribunal de Cuentas. No sé si la
gente lo conoce a Grondona como lo conozco yo. Es un hombre que escucha, comprende
perfectamente cuando alguien le lleva un problema. Nunca puso un obstáculo.
¿Usted le cuestionó los sucesivos préstamos a Racing tomando en cuenta las
pésimas administraciones que se daban en ese club?
Sí, lo hemos conversado, aunque ocurre que también hay un Comité Ejecutivo. Como
contador tengo la obligación de decir las cosas.
¿Grondona lo ha consultado cuando la AFA firmó sucesivos contratos millonarios con
Torneos y Competencias o cuando lo hizo con la empresa Reebok por la indumentaria de la
Selección nacional?
Nos pone en conocimiento, como corresponde. Nosotros, si no estamos de acuerdo,
algunas cosas observamos. Pero tome en cuenta que el presidente del Tribunal de Cuentas es
elegido por el presidente de la AFA.
¿Los miembros del Tribunal son rentados o ad honorem?
Hay un grupo de contadores que va a estar rentado. Por ahora, no son más que tres.
Uno de ellos es el doctor Humberto Mucelli, que es profesor de la Facultad de Ciencias
Económicas de La Plata. Y también están los doctores Eduardo Núñez y Roberto
Sambuccetti. Los propuse yo.
¿Ustedes van a recorrer los clubes o se desempeñarán desde la AFA?
No, vamos a estar en la AFA, nuestras oficinas están en el sexto piso. Los clubes
ya han entregado documentación y en general han cumplido, aunque a lo mejor, no como uno
quisiera. Sí hubo una muy buena recepción. Los contadores y tesoreros están viniendo a
pedir aclaraciones. Me parece que tienen interés en amoldarse a las normas de la AFA. No
le quiero macanear. Pero quizás dentro de dos meses la cosa esté mucho más armada.
¿Y usted hasta cuándo va a seguir como presidente del Tribunal? ¿No tiene pensado
jubilarse?
No, ni siquiera me jubilé como contador. Además, cuando termino una función
vuelvo a mi estudio. Yo, durante la presidencia de Grondona, me quise ir repetidas veces.
Pero él siempre me dijo: nos vamos juntos. Va a ser difícil que me vaya, porque Grondona
se queda siempre.
El preso de Suárez Mason
El 22 de abril de 1976, el contador Juan María Manganiello casado, tres
hijas quedó detenido por una orden del Primer Cuerpo de Ejército, que estaba bajo
la conducción del ex general Carlos Guillermo Suárez Mason, el mismo que hoy se presenta
como el señor Suárez, a secas, como si sus crímenes pudieran pasar inadvertidos.
Manganiello vivía en La Plata, donde había ocupado importantes cargos entre 1965 y el
último golpe militar. Había sido contador del Ministerio de Educación Bonaerense,
contador general del Estado provincial un cargo creado en 1822 y presidente
del Banco Provincia de Buenos Aires. Militante justicialista de casi toda la vida, había
adherido a la causa del general Perón en 1945, cuando a los 18 años ya era afiliado del
Partido Laborista y definía su origen político como de una raigambre nacionalista,
católica...
¿Cómo fue que lo detuvieron a casi un mes de instalada la dictadura en marzo
del 76?
Me fueron a buscar, pero yo no estaba en mi casa. Igualmente fui y me presenté.
Yo pensé, me presento un jueves y el lunes salgo. Si yo no había robado, no había
tocado un peso. Al final, estuve seis meses adentro.
¿Sabía que lo buscaban?
Sí, me habían allanado la casa, pero esa noche estaba en la Capital Federal.
Yo era presidente del Banco Provincia de Buenos Aires, que no era un cargo menor. Me
llevaron a la Unidad 9 de La Plata, que por entonces era una cárcel común y ahora es
para menores.
¿Fue blanqueado cuando lo detuvieron?
Sí, es decir, me pusieron a disposición del Poder Ejecutivo al segundo día. Yo
no sabía lo que era la palabra blanqueado. Cuando llegué a la cárcel y como vivo hace
muchos años en La Plata y conozco a demasiada gente, el director de la Unidad 9, que se
llamaba Parenti, una persona bellísima, me dijo: Juan, estás blanqueado. Y
entonces aprendí lo que era esa palabra.
¿Fue sometido a torturas o malos tratos?
No, yo no puedo decir nada. Estaba en el mismo pabellón que De Stéfano.
Juancito quedó preso cuando yo llevaba como dos meses.
Acaso usted y De Stéfano sean casi los únicos hombres vinculados al poder del
fútbol que terminaron en prisión durante la dictadura, ¿no?
A ver, déjeme pensar. Ahí donde me detuvieron a mí estuvo preso Guillán, el
telefónico, pero él nada que ver con el fútbol. Yo, le dije, estaba en el banco y Juan
era el secretario general de la gobernación.
¿Le quedó la misma sensación que a De Stéfano, quien sostiene que el
gobernador peronista Victorio Calabró lo traicionó cuando negoció con los militares?
No, yo a Calabró lo sigo queriendo. Cuando uno acepta un cargo en la función
pública, sabe los riesgos. Yo no culpo a nadie, me tocó a mí y punto.
¿Y qué pasó durante su detención con el cargo de presidente del Tribunal de
Cuentas de la AFA que usted mantenía?
Una de las personas que más hizo por mí fue el ex presidente de Gimnasia, Oscar
Venturino, por quien tengo un especial cariño y recuerdo. Yo tuve una licencia forzosa.
Cuando salí en libertad, presenté dos notas en la AFA; en una anunciaba mi renuncia y en
la otra decía que regresaba. Aceptaron esta última. |
Tendrá un velorio vacío
Tener hoy en el
Banco Municipal de La Plata al contador Juan María Manganiello como fiscalizador de la
entidad, significa lisa y llanamente una afrenta a la sociedad platense, además de
constituir un insensato intento de institucionalizar la corrupción en el corazón del
organismo destinado a proteger los intereses financieros de la Comuna... Este es un
tramo del informe final realizado por la Comisión Especial Investigadora del Banco
Municipal de La Plata integrada por cuatro concejales platenses de la Alianza: Francisco
Da Giau, Alejandro Simonoff, Claudio Frangul y Alberto Darhanpé. Los cuatro ediles
concluyeron su trabajo en septiembre último y se lo entregaron al fiscal general de la
provincia, Héctor Vogliolo, para que investigara.
El contador Manganiello se encuentra en un brete. No sólo ha sido cuestionado por su
desempeño al frente de la entidad crediticia. Además, un ex vicepresidente del Banco
Municipal, Luis Martínez Varela con quién mantenía diferencias, lo acusó
cuando declaró ante el Concejo Deliberante de La Plata de haber traicionado la
causa justicialista por el resto de sus días. Inclusive, el detractor de
Manganiello fue más allá. Se atrevió a vaticinar que morirá a velorio
vacío...
Todas estas imputaciones tienen su origen en el papel que viene cumpliendo el veterano
contador al frente del banco, quien las atribuye a factores políticos.
Manganiello presidió la entidad entre diciembre de 1991 y el 8 de junio de este año en
que renunció. Sin embargo, tiempo después volvió a conducir al Banco Municipal
cumpliendo la función de fiscalizador, un cargo que no existe y que inventó el
Intendente Julio Alak mediante un decreto, según el concejal Da Giau. Ocurrió que
antes de esta designación, el Concejo Deliberante le había rechazado el pliego como
presidente a Manganiello.
Hoy existen dos causas en la Justicia por las supuestas irregularidades cometidas
durante la gestión de Manganiello. Ambas están en manos del juez de garantías, César
Melazzo, quien tuvo dificultades para llevar adelante el caso cuando a un fiscal, Antonio
Raimundi el primero que investigó el tema del banco le sacaron la causa. Da
Giau atribuye esta situación a cuestiones políticas, utilizando el mismo argumento que
esgrime Manganiello para defenderse.
Al actual titular del Tribunal de Cuentas de la AFA y sus ex colaboradores en el Banco
Municipal se los investiga por un préstamo concedido a una ignota firma denominada
Construar SA para la fabricación de viviendas, por un convenio con la filial La Plata de
la Unión de Empleados de Justicia de la Nación para el otorgamiento de créditos a sus
afiliados y otros asuntos que la comisión investigadora de ediles difundió a través de
su informe en septiembre.
La situación del contador y militante peronista se complicó tanto que realizó un
pedido de eximición de prisión ante el juez Federico Guillermo Atencio, por lo que
calificó como falta de garantías suficientes de la investigación que
llevaba a cabo el fiscal Raimundi. Hoy, Manganiello denomina como campaña muy
despiadada a las denuncias contra el banco, y asimismo, considera que las
consecuencias de este caso resultaron para él peores que la detención durante la
última dictadura.
De algo no puede quejarse Juan María Manganiello. Las muestras de solidaridad que
recibió fueron tan contundentes, como graves los hechos que se le imputan. La noche del
lunes 27 de septiembre, en el restorán El Jardín de La Plata, más de 300 personas
entre contadores, empresarios, académicos y ex futbolistas como Juan Carlos Rulli y
Daniel Bayo le organizaron una especie de cena de desagravio.
La frutilla del postre llegó desde la Capital Federal. Julio Grondona, su amigo fiel y
presidente de la AFA, estuvo en la comida para saludarlo y se dejó sacar una foto
sonriendo junto a él que ilustró una edición posterior del diario platense El Día.
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