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Por Fernando Cibeira El ex presidente Raúl Alfonsín decidió hacer público su apoyo a Federico Storani en su pelea para la presidencia de la Cámara de Diputados. Es que según el esquema de acuerdo con el cual el ex presidente le ofrecería en París en las próximas horas a Fernando de la Rúa, Fredi se quedaría con Diputados mientras que, para su adversario, el delarruista Rafael Pascual, dejaría la Secretaría General de la Presidencia y para Jorge de la Rúa --el hermano del presidente electo-- la Secretaría de Legal y Técnica. Pero el organigrama de Alfonsín no es aceptado por Pascual quien --pese a que adelanta que aceptará lo que decida De la Rúa-- asegura contar con el aval de 54 diputados mientras que a Storani lo respaldan sólo 18 legisladores. Con la inclusión de Alfonsín en la discusión, la pelea Storani-Pascual amenaza con convertirse en el primer test de fuerza entre el ex presidente y el presidente electo por un lugar. Hasta ahora, Alfonsín no ha intervenido para asegurar la presencia de ningún amigo suyo en el gabinete delarruista, pero sí lo está haciendo por Storani debido a su rol de garante del acuerdo con que la UCR bonaerense clausuró su interna. Según aquel arreglo, Melchor Posse sería candidato a vicegobernador; Leopoldo Moreau, presidente partidario y Fredi se quedaría con la cámara. Pero en el medio sucedió que la Alianza perdió en la provincia, por lo que la gente de Pascual considera que el rompecabezas ya no tiene sentido. "Perdieron la provincia y Storani perdió en La Plata, así que están en condiciones de reclamar nada", explican cerca del dirigente delarruista. Aunque el presidente electo ya adelantó que no aceptará que el cargo se decida en una votación, por las dudas, esta semana Pascual le acercó al Hotel Panamericano una lista con la firma en la que 54 diputados radicales expresan su apoyo. Pero cerca de Alfonsín, consideraban ayer que la ecuación no cerraba. "Si García Arecha va como presidente provisional del Senado y Pascual a Diputados, los cuatro primeros lugares de la sucesión presidencial quedarían en manos de dirigentes de la Capital. Creemos que la Alianza tendría que dar una imagen más federal", justificaba.
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