UNA ANTOLOGIA DE LOS CHISTES QUE CONTABAN EN LA URSS Y EN EL PARTIDO
Humor rojo

Un abuelo pasea con su nieto por las calles de Moscú. Pasan frente a la estatua de un hombre de barba y mucho pelo. Pregunta el niño:
–Abuelo, ¿quién es ese señor?
El abuelo:
–Pero, pequeño Ilich, ¿cómo es posible que no sepas quién es este señor? ¿No te dijeron nada en el jardín de infantes? ¿Tampoco tus padres te contaron nada?
–No, abuelo, ¿quién es?
–Pequeño Ilich, ese señor es Karl Marx.
–¿Y quién es Karl Marx?
–¿En serio, pequeño Ilich, que no sabes quién es Karl Marx?
–No abuelo, no lo sé.
–Pues es el hombre que soñó con quitarnos las cadenas.
–Ah...
Siguen paseando, hasta que se topan con el busto de un hombre calvo, con una pequeña barbita.
–Abuelo, ¿quién es este hombre?
–¿Cómo que quién es este hombre? ¡No puede ser, pequeño Ilich, que no sepas quién es este hombre!
–Pues no lo sé, abuelo.
–¡Este hombre es Lenin, pequeño Ilich, nada menos que Lenin!
–¿Y quién es Lenin, abuelo?
–¡Lenin es el hombre que comenzó a quitarnos las cadenas!
–Ahh....
Siguen caminando y tropiezan con otro busto, esta vez de un hombre sin barba, regordete.
–¿Y este quién es, abuelo?
–¡No puede ser que tu maestra o tus padres no te hayan dicho nada! Desde hace dos años que tú deberías saber que este hombre es Yeltsin.
–¿Y quién es Yeltsin, abuelo?
–¿¡Qué clase de niño soviético eres que no sabes que Yeltsin fue quien terminó de quitarnos las cadenas!?
–Ahhhh.
Siguen caminado. Al rato, el pequeño Ilich pregunta pensativo:
–Abuelo ¿y qué son las cadenas?
Y el abuelo:
–¡Ah, pues unas tiras de oro que solíamos usar en los relojes!

En tiempos de Stalin, se encuentran Ilitch y Boris.
–¡Boris! ¿Sabías que se murió Serguei?
–¿Se murió? ¡Ni siquiera sabía que lo habían arrestado!

–¿Cuál es la principal actividad laboral en Rusia?
–Derribar estatuas.

En una fábrica de la ex Unión Soviética había “elecciones internas”. Los obreros elegían delegado mediante voto secreto. Cada uno tomaba un sobre y lo depositaba en una urna que había a tal efecto. Uno de los obreros, sin embargo, trató de abrir el sobre que le tocó.
–¡Ey! –le dice un fiscal– ¡No puede hacer eso!
–¡Pero es que quiero saber por quién voy a votar!
–¿Es que acaso usted no sabe que en la URSS el voto es secreto?

En el Mausoleo de los Héroes de la ex URSS, un nene se para junto a una tumba y le pregunta a la abuela.
–Abu, ¿de quién es este mausoleo?
–De Lenin, el primer gobernante de la URSS. –¿Y cómo era Lenin?
–Era un gran hombre que nos liberó del zar.
–¿Y este otro mausoleo de quién es?
–De Stalin, el segundo gobernante de la URSS.
–¿Y qué tal era Stalin?
–Era terrible, causó la muerte a millares de rusos.
–Abuela, y... ¿cómo se llama el que gobierna ahora?
–Boris Yeltsin, nene.
–¿Y qué tal es este Yeltsin?
–No sé, cuando se muera nos van a decir.

–¡Camarada Serguei! ¡Camarada Serguei! ¡Hubo un robo en el Ministerio del Interior!
–¡Qué horror! ¿Y qué se robaron?
–¡Los resultados de las próximas elecciones!

En los duros tiempos de Brezhnev, dos agentes de la KGB llegan una noche a la casa de Boris, que había pedido pasaporte para emigrar. Los agentes:
–Nos hemos enterado, camarada Boris, que está tratando usted de emigrar. ¿Por qué? ¿Le falta trabajo en la URSS?
Boris:
–No me puedo quejar.
–¿Tal vez sea mala la comida?
–No me puedo quejar.
–¿El sistema de salud no le place?
–No me puedo quejar.
–¿No tiene usted suficiente dinero?
–No me puedo quejar.
–Y entonces ¿por qué carájovich quiere emigrar?
–¡Quiero poder quejarme!

La acción en el Kremlin, 1969. Un soviético compungido:
–Tengo una mala noticia, camarada Igor Mijailovich: los norteamericanos ya están en la luna.
Mijailovich, contentísimo:
–¿Todos?

Dicen que Leonid Brezhnev estaba enamoradísimo de una bailarina del Bolshoi. La muchacha, llamada Elena, volvía loco al jerarca, que no sabía ya qué hacer para conseguir sus favores. “Elena, decime qué quieres, que te lo conseguiré. Por vos hago absolutamente cualquier cosa”, dicen que le dijo un día el político.
Y ella se emocionó: “¿En serio que serías capaz de hacer cualquier cosa por mí?”
–¡Sí Elena, todo, lo que digas!
–Pues bien, en tal caso te pido que tires abajo el Muro de Berlín...
–Ah, picarona, querés que nos quedemos solos, ¿no?

Cansados de hacer cuatro horas de cola para conseguir papas, le dice un amigo a otro:
–Mira, Misha, estoy harto, ¡me voy a matar al burócrata responsable de asuntos comerciales!
Al rato vuelve, alicaído. Misha le pregunta:
–¿Qué hacés? ¿Volviste?
–¿Sabes qué pasa, Mischa? La cola para matar al burócrata era muchísimo más larga que ésta.

¿Por qué el sistema soviético es mejor que los otros sistemas? –Porque supera en forma permanente dificultades inexistentes en los otros sistemas.

Clase de plástica en la URSS, cuando aún era URSS.
–Profesor Mijail Mijailovich, ¡¿qué es el expresionismo?!
–Boris Borischenko... expresionismo es pintar lo que se siente.
–¿Y el impresionismo?
–Boris Borischenko, impresionismo es pintar lo que se ve.
–Y, profesor Mijail Mijailovich, ¿qué es el realismo socialista?
–El realismo socialista, pequeño Boris, es pintar lo que se oye.

Un día Boris salió un rato antes de la fábrica de motores Tovarich, y llegó a su casa más temprano que de costumbre. Y encontró a su mujer Irina, acostada con su amigo Piotr. Boris e Irina se divorciaron, y el juicio fue terrible.
–¿Y cómo terminó?
–A Boris le dieron 3 años de trabajos forzados en Siberia, por haber salido más temprano de su trabajo.

–¿Cuál es el edificio más alto del mundo?
–El Kremlin, sin duda. Porque desde sus oficinas se ve Siberia.

Juan decidió ir a vivir a la URSS en los tiempos previos a la caída del Muro de Berlín. Pedro, un amigo, le dice:
–Estás loco, Juan. Ahí hay una censura terrible, no hay libertades... ¿A qué vas a ir?
–Mirá, Pedro, yo acá estoy muy mal, así que peor no va a ser. Pero, igualmente, yo te voy a escribir y si llega a haber censura, si veo que hay cosas que no te puedo decir, te vas a dar cuenta porque en ese caso te escribiré en color verde.
Juan se va. Al tiempo, Pedro recibe una carta, escrita toda en azul. “Vaya, no había censura”, piensa, y se pone a leer.
“Querido Pedro: esto es el paraíso. La gente está como quiere, todo es una maravilla. La educación, la salud y la comida son gratuitas y excelentes. Hay miles de actividades interesantísimas y el individuo se desarrolla en su plenitud desde la niñez. Lo único malo es que no se consigue tinta verde por ningún lado.”

–¿Qué pasaba en la URSS cuando usted marcaba el número de “Información?”
–Mejor que tuviera alguna información que dar, que si no...

Dos perros soviéticos se encuentran. Uno medio muerto de hambre, el otro próspero y moviendo la cola. El muerto de hambre:
–Mirá, camarada Fido, está dura la cosa en nuestra amada patria. Yo comparto mi vivienda con una familia de camaradas. Todos trabajan fielmente por la patria pero apenas si tenemos para comer.
El próspero:
–Yo en cambio vivo en un laboratorio experimental donde se estudia a Pavlov. Lo único que tengo que hacer es ladrar cada vez que suena un timbre, entonces viene un hombre condicionado y me trae comida...

–¿Cuál fue la región soviética que logró reunir a los mejores cerebros del país?
–Siberia.

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