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    DE LA RUA Y RUCKAUF SE REUNIERON ENTRE SONRISAS Y SALUDOS
Otro guiño a la interna del PJ

Ni siquiera el nombramiento de Aldo Rico generó discrepancias. Se dijeron “mi amigo”  y hablaron del fondo del conurbano, de seguridad y del presupuesto. De
la Rúa elige sus interlocutores y se aleja más de Menem.

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Ambos se mostraron sonrientes en la conferencia de prensa. Ruckauf más tostado y más morocho.
“Esto no es cogobierno”, dijo De la Rúa: “Es la nueva política basada en la responsabilidad.”


Por Fernando Cibeira y Felipe Yapur

t.gif (862 bytes) Fernando de la Rúa ensayó ayer la misma sonrisa que la tarde en que recibió a Eduardo Duhalde. Fue al darle la mano a Carlos Ruckauf –buen partenaire si se trata de sonreír– en su despacho, en donde coincidieron en prácticamente todo. Hasta cuando salió la referencia a Aldo Rico como nuevo ministro de Justicia de la provincia de Buenos Aires, De la Rúa admitió que le correspondía al gobernador designar a sus colaboradores. Entre saludos para las fotos y trato de “mi amigo”, el primer encuentro entre presidente y gobernador electos transcurrió por los carriles amables que caracteriza la transición de De la Rúa con el ala duhaldista del PJ, bien distinta a la distancia y frialdad que interpone frente al menemismo.
El encuentro de ayer fue el primero de los que De la Rúa planea organizar con los gobernadores del justicialismo, cómoda mayoría frente a sus pares aliancistas. En los días que lleva de presidente electo, De la Rúa ya demostró mediante frases elogiosas y gestos públicos su deseo de utilizar a Duhalde y a los gobernadores más importantes –Ruckauf, José Manuel de la Sota y Carlos Reutemann– como canal de diálogo privilegiado con el justicialismo. Así establece una clara diferenciación y toma distancia de los autoproclamados deseos de Carlos Menem de continuar como jefe de la oposición.
De la Rúa invitó a su despacho a Ruckauf a las 19, es decir, horas después de su arribo desde Europa. En el encuentro también participó Carlos “Chacho” Alvarez y –según el tema que se iba tocando– por momentos se sumaron Enrique Olivera, José Luis Machinea y Raúl Baglini.
Cuando estuvo presente el vicejefe de Gobierno, conversaron sobre seguridad. Ruckauf adelantó que integrará a la provincia al Consejo de Seguridad, por lo que Rico participará en condición de ministro de las reuniones que se hagan en la Casa Rosada. “Serán los ciudadanos quienes juzguen a los funcionarios”, zafó Ruckauf, quien lució bronceado luego de unos días de descanso en Brasil y con el cabello muy oscuro.
La reunión de ayer puede tomarse como el comienzo de una relación con necesidades mutuas. Con la mayoría de las provincias en contra, De la Rúa está urgido por asfaltar una buena llegada con los gobernadores del PJ. Ruckauf deberá gestionar con las dos cámaras legislativas bonaerenses en manos de la Alianza, por lo que está obligado a consensuar todas las iniciativas parlamentarias. También está preocupado por mantener los recursos adicionales que recibió la provincia en la gestión Duhalde con el Fondo de Reparación Histórica del conurbano. Preocupación que comparten los aliancistas bonaerenses, quienes suelen decir que la provincia sin esos 600 millones de pesos sería muy difícil de administrar.
Los números del país y de la provincia se repasaron en presencia de Machinea y Baglini. Ruckauf escuchó la insistente queja de la Alianza sobre los verdaderos números del déficit que les deja el menemismo y mostró su intención de hacer buena letra. “En la provincia vamos a bajar 100 cargos políticos”, prometió. Pero el bonaerense se apresuró a aclarar que esta medida no significa para nada una reducción de personal.
La conferencia de prensa que ambos brindaron poco después del encuentro fue sensiblemente mejor organizada que la que De la Rúa realizó con Duhalde, su ex contrincante presidencial. Por lo menos no hubo una inoportuna llamada telefónica desde los Estados Unidos. Ambos sonrieron permanentemente, no hubo malos tragos y atrás quedaron las fuertes frases de campaña. Por lo pronto, Ruckauf no recordó que el Frepaso sea la cabeza de playa de la socialdemocracia marxista en la Argentina y De la Rúa se olvidó de los agravios de que se decía víctima.
“Me siento con mi amigo De la Rúa trabajando por el interés general de la gente; se trata de una nueva idea de convivencia”, dijo el gobernador electo. “Esto no es cohabitación”, respondió De la Rúa ante una sugerencia. “Es la nueva política basada en la responsabilidad, en eldiálogo y en el actuar conforme al interés general”, agregó, como buscando una frase que se pueda grabar en el bronce.

 

Gutiérrez al Banco

El gobernador electo de Buenos Aires, Carlos Ruckauf, aprovechó las cámaras y los flashes que cubrían su encuentro con el presidente electo, Fernando de la Rúa, para anunciar que Ricardo Gutiérrez será uno de los integrantes de su futuro gobierno. Gutiérrez, ex secretario de Hacienda durante la gestión de Domingo Cavallo, tendrá a su cargo la presidencia del Banco Provincia de Buenos Aires y reemplazará a partir del 10 de diciembre al duhaldista Rodolfo Frigeri. El anuncio no causó sorpresa: desde hace varios días su nombre sonaba por los pasillos de la institución bancaria, y generó una inquietud no menor porque los empleados aseguran que el cavallista llega para privatizar el banco.


Lista de gobernadores

Todavía no está muy clara la agenda de futuras reuniones, pero sí se sabe que el encuentro de Fernando de la Rúa con Carlos Ruckauf fue el primero de los que el presidente electo planea mantener con los gobernadores justicialistas. Hoy, a la mañana, la lista seguirá con el pampeano Rubén Marín, que el 24 de octubre resultó reelecto para un segundo mandato.
La intención de De la Rúa es seguir con el cordobés José Manuel De la Sota y el santafesino Carlos Reutemann, quienes no sólo gestionarán dos de las provincias más grandes sino que pintan como los dos grandes candidatos a quedarse con la candidatura presidencial del peronismo para el 2003.

 

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