Por Adrián H. Mouján El justicialismo ratificó la
conducción de Humberto Roggero al frente del bloque de diputados y anticipó la
postulación del duhaldista Eduardo Camaño para la vicepresidencia segunda de la Cámara,
que le corresponde al PJ con el cambio de gobierno. En un encuentro –pautado para
evitar que la interna entre Carlos Menem y Eduardo Duhalde afectara la armonía de la
bancada– se acordó que el menemista Miguel Angel Pichetto será el vicepresidente
del bloque y el salteño Marcelo López Arias, en representación de las provincias,
ocupara la vicepresidencia segunda.
Tal como anticipó Página/12, los diputados peronistas decidieron premiar el equilibrio
que Roggero realizó en los peores momentos de la disputa entre Menem y Duhalde para
evitar que el bloque se quebrara, con una ratificación para otro período. El legislador
cordobés contó con el aval de los nuevos integrantes de la bancada, algunos de ellos con
palabra de peso dentro del partido, como el santafesino Jorge Obeid; el entrerriano, Jorge
Busti, el mendocino Arturo Lafalla y el sanjuanino Jorge Escobar, que estuvieron presentes
en la reunión.
Quien no asistió a la reunión de bloque, fiel a su tradición, fue Alberto Pierri, el
gran perdedor de la elección de nuevas autoridades, ya que el ex hombre fuerte de La
Matanza aspiraba a ocupar el lugar para el que fue candidateado Camaño, quien sí le fue
fiel a Duhalde, y por eso recibió su premio. La presencia de los gobernadores salientes
también se debió a que el bloque trató las reformas que se le realizarán al proyecto
de Presupuesto para el año 2000 que envió el ministro de Economía, Roque Fernández.
Los gobernadores evitaron la poda a los fondos del Fonavi y del Conurbano Bonaerense que
había estipulado el titular del Palacio de Hacienda. El recorte en el presupuesto había
sido reclamado por el candidato a ministro de Economía de la Alianza, José Luis
Machinea, pedido que el bloque peronista consideró ideal para mostrar una actitud
unificada a la hora de negociar con el gobierno de De la Rúa.
Aunque Roggero aseguró que el bloque justicialista “no va a obstruir ninguna acción
del gobierno que asumirá el 10 de diciembre”, en la bancada aseguraron que el mapa
político obliga a la Alianza a negociar de igual a igual con 14 gobernadores
justicialistas. Así como a la hora de que se trate la ley de Coparticipación Federal, el
PJ ha anunciado que se presentará como un bloque monolítico, los diputados peronistas
comentaron que si se produce alguna crisis circunstancial en una provincia en manos del
peronismo “el gobernador no concurrirá solo a negociar con De la Rúa”, y
garantizaron la presencia de Roggero y otros diputados.
“Tenemos la más absoluta voluntad de acompañar y apoyar y de no poner piedras al
gobierno de Fernando de la Rúa. Nuestro bloque está listo para sesionar y vamos a dar
siempre quórum, para apoyar o para debatir cuando no estemos de acuerdo”, fueron los
argumentos de Roggero. Y el tema del quórum a la hora de discutir el paquete de leyes que
la Alianza enviará al Congreso en sus primeros cien días de gobierno es todo un pilar de
la estrategia peronista. “Vamos a dar debate siempre, nunca nos van a poder echar en
cara que no les dimos número”, añadió el cordobés.
En la reunión se vivieron dos momento en donde la interna partidaria se puso en
evidencia. El primero fue cuando el electo diputado pampeano Jorge Matzkin reclamó que la
conducción del bloque fuera consecuente con la dirección del partido, o sea con Menem,
pero sus palabras no tuvieron eco. Mientras que Daniel Scioli tuvo un brote antialiancista
cuando reclamó que “tenemos que dar un fuerte y claro debate ante la oposición. Es
hora de ratificar que la Alianza quiere implementar el ajuste, debemos reivindicar lo que
decía Eduardo Duhalde cuando anunció que De la Rúa iba a aplicar un ajuste”.
Scioli también se mofó del anuncio de De la Rúa de vender el avión presidencial.
“Cualquier alternativa (a no vender el Tango 01) es más costosa y operativamente
menos eficiente, además después de la amenaza debomba de la semana pasada quedó claro
que el valor de la seguridad de los miembros del Poder Ejecutivo es muy difícil
cuantificarlo.”
OPINION
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