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Embajadores al borde de un corte de luz, gas y agua

Varios embajadores se quejaron ayer públicamente sobre la falta de fondos para pagar las cuentas de luz, gas y agua de sus delegaciones. Di Tella los calificó como “desplantes”.

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Rogelio Pfirter

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Archibaldo Lanús

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Zelmira Regazzoli

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Jorge Asís


t.gif (862 bytes)  Un coro de embajadores salió ayer a cantar las miserias por las que pasan sus representaciones debido a que la Cancillería no gira los fondos necesarios. Según el relato, en varias embajadas sufrieron cortes de servicios a raíz de la deuda que acumulan desde agosto pasado. El hecho es objetivo, a tal punto que el propio secretario de Relaciones Institucionales de la Cancillería, Daniel Castruccio, admitió que la situación de muchas sedes diplomáticas “es casi indecorosa” y culpó al Ministerio de Economía. Las denuncias fueron formuladas ayer por embajadores del riñón menemista y no son ajenas a las intrigas que se suceden en la Cancillería a un mes de la entrega del poder. Por eso, el canciller Guido Di Tella dijo que “son desplantes de embajadores enojados”.
Di Tella no ocultó el disgusto que le provocó que varios embajadores hicieran público que sus sedes están al borde del colapso. “No estoy contento con estas afirmaciones, pero si señalan algo, es que se gasta demasiado poco y no demasiado mucho”, sostuvo el canciller.
Quienes hablaron son casi todos embajadores políticos: Zelmira Regazzoli, una menemista pampeana que ocupó diversos cargos en la Cancillería hasta desembarcar en la embajada en Bolivia; Archibaldo Lanús, diplomático de carrera asignado en Francia, pero de reconocida filiación peronista y cercano a Zulema Yoma, que fue vicecanciller de Domingo Cavallo; Rogelio Pfirter, un liberal que el mismo Di Tella promovió cuantas veces pudo hasta nombrarlo en Londres; y Félix Borgonovo, quien terminó en Roma después de ser segundo de Eduardo Bauzá en la Secretaría General de la Presidencia y secretario Legal y Técnico. Sólo Jorge Asís, alfil de todas las maniobras del menemismo y representante en Portugal, hizo gala de su lealtad. Lo que dijeron fue:
ron2.gif (93 bytes)  Regazzoli: “En la residencia ya nos han cortado la luz, el agua, el teléfono. Tuve que ducharme con agua fría, tipo botellita. La representación ante Naciones Unidas, tiene una deuda de 60 mil dólares solamente en teléfono. ¿Qué hicieron con el dinero de la Cancillería?”.
ron2.gif (93 bytes)  Lanús: “Nos cortaron el teléfono y lo repuse con un cheque personal. Calculo que en dos o tres semanas estamos en emergencia con los servicios”.
ron2.gif (93 bytes)  Pfirter: “Desde agosto estamos sin recibir fondos. No he tenido la suspensión de ningún servicio porque obtuve la autorización de la Cancillería de utilizar alguna otra partida”.
ron2.gif (93 bytes)  Borgonovo: “Ya tenemos vencimientos de luz, teléfono, impuestos y demás que hoy no estamos en condiciones de poder abonar”.
ron2.gif (93 bytes)  Asís: “A lo sumo hay alguna demora en la remisión de fondos, pero siempre llegan. Me indigna y me produce una cierta misericordia esa imagen piadosa que se emite desde algunas embajadas”.
“Si uno ve la foto de lo que pasa, dice que es un caos”, reconoció Castruccio, mientras que el vicecanciller Andrés Cisneros admitió que el cuadro en algunas embajadas “es una vergüenza”. En la Cancillería, de todos modos, se encargaron de destacar la pulcritud de sus cuentas y le pasaron la pelota a Economía. “Este asunto se solucionará en los próximos días. Sólo faltan 500 mil pesos, pero el problema es que todavía no se libraron los 12 millones que faltan ejecutar del presupuesto de este año”.
En el Palacio San Martín hubo lugar para otras explicaciones. “Es como dijo Asís, los que se quejan son los que no hicieron los ahorros que advertimos que había que hacer a principios de año, cuando nos recortaron el presupuesto en un 25 por ciento”, confiaron a Página/12 y aseguraron que detrás de los reclamos hay más cosas en juego: “A muchos de los embajadores políticos les cayó mal que Di Tella les ordenara regresar el 10 de diciembre porque imaginaron que estarían 45 días más en sus plazas. Y otros quieren para su bolsillo los adicionales y viáticos que se les deben”.
Voceros del gobierno fueron más allá. “Hay que escuchar los sacrificios por la patria que dicen estar dispuestos a realizar los embajadores cuandose los nombra y después no son capaces de poner su tarjeta de crédito por quince días”, se quejaron a este diario y arremetieron contra Regazzoli: “No le gustó recibir hace tres meses una auditoría de la Cancillería como tampoco gustó lo que entonces se descubrió en su embajada”.

 

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