Por Mariano Blejman Arturo Puig levantó su jopo
rebelde frente a las cámaras de América, agradeció a todos por su premio ACE al mejor
actor protagónico en drama -por la obra Rompiendo códigos y dijo: ¿Saben
por qué los actores no vamos a programas de entrevistas en la tele? Porque nos estamos
quedando sin televisión y sin cultura. Es que la entrega de los premios ACE 98/99
tuvo un marco de protesta poco habitual, y la transmisión fue presionada por varios
flancos. Por un lado, las situaciones tensas se mantuvieron durante toda la entrega, entre
los noteros que querían entrevistas y los actores que se negaban a darlas. Desde
temprano, en el hall del Teatro Opera los intérpretes se repartían los ya clásicos
carteles de somos actores, queremos actuar, en su lucha por recuperar los
espacios de ficción en la televisión. Cabe recordar que la Asociación Argentina de
Actores viene llevando a cabo una potente medida de fuerza desde el jueves pasado, cuando
decidieron no asistir a los programas de entrevistados o talk shows, para no darle
de comer al monstruo que los va a matar. En ese contexto, la actriz Aída Luz se
llevó a su casa el ACE de oro. La actriz, con 63 años sobre las tablas, ya se había
llevado el premio por Mejor Actriz protagónica en drama con La reina de la belleza. En el
final dijo a Página/12: Espero que las cosas mejoren con el nuevo gobierno.
En el último bloque de la prolija pero apurada transmisión de América, la prensa
invadió el recinto celosamente cerrado para la transmisión.Mientras los actores
recibían sus galardones, este diario pudo confirmar que tanto por el lado de ATA (la
asociación que nuclea las televisoras privadas) como por el lado de los actores las
negociaciones están congeladas, y que la medida va para largo.
Según Jorge Rivera López, presidente de la Asociación Argentina de Actores, ellos
quieren que levantemos la medida para negociar, y nosotros no vamos a levantar hasta que
observemos algunos cambios. Por el otro lado, un alto directivo de un canal de TV
dijo a Página/12 que por más que haya predisposición para hacer cambios, los
canales están sumamente endeudados. Y no son modificaciones que se puedan hacer de un
día para el otro. Según confirmaron varios productores, todos los canales de aire
incluido ATC hicieron una fuerte presión sobre sus programas para que
ignoraran la medida de los actores. Es por eso que no faltaron cartelitos, entre los
ganadores como Hugo Arana, Nacha Guevara, Víctor Laplace, Lorenzo Quinteros, ni
comentarios al respecto en cada premio. Durante toda la semana, los productores de
programas de entrevistados desempolvaron las agendas para llamar a los siempre dispuestos
cantantes, periodistas, modelos y locutores.Por si todo esto fuera poco, en la entrega de
los ACE la puerta se atiborraba de bombos y platillos de un grupo del Sindicato Argentino
de Televisión, que nominaban a América TV como peor empresa del año por
estar primera en el rubro despidos sin causa. Los medios allí presentes no
querían prestarse al juego de los actores, y retrucaban insistentemente: Nosotros
somos periodistas y queremos preguntar. Muchos actores sólo sonreían y contestaban
si quieren preguntar, pregúntenle a los dueños de los canales. Durante toda
la noche, Susú Pecoraro se divirtió haciendo de reportera, sacándole fotos a la prensa.
Y así, durante casi tres horas, siguió el extraño juego.Uno de los grandes ganadores
fue Roberto Cossa, director de Ya nadie recuerda a Frederic Chopin. Su obra sacó cinco de
las ocho nominaciones que había recibido: Mejor Comedia y/o Comedia Dramática, Diseño
escenográfico, Producción, Coreografía y Actriz de Reparto. Cossa obtuvo además el
premio a la mejor Obra Argentina por El Saludador, y sobre el podio sentenció no
soy actor, pero me solidarizo, ya que sin ellos los autores estamos muertos.La obra
Minetti, de Thomas Bernhard, en la versión escénica de Roberto Villanueva se llevó casi
todo el Teatro Off, como Mejor Espectáculo, Mejor Actor y Mejor Actriz. La
sorpresa absoluta de la noche la dio Bang, Bang y somos historia, de Martín Gervasoni y
Wilfredo Van Broock, que le ganó a Les Luthiers y a Los Macocos. La revelación fue Oscar
Guzmán, por su rol de Teuche en Los indios están cabreros. Vittorio Gassman estuvo de
alguna manera presente, en la voz de Jorge Luz, agradeciendo el reconocimiento a su
despedida teatral en el II Festival Internacional de Buenos Aires. También fue reconocido
el ex zar Alejandro Romay, ahora abocado al teatro. En relación a la medida de los
actores, Romay se limitó a decir a este diario que este es un tema difícil y
urticante, y exige la responsabilidad y el conocimiento de los mejores.
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