Por Adrián H. Mouján Nuestro
diálogo con De la Rúa va a ser sin intermediarios, Carlos. Hoy ya tuvieron una muestra.
A partir de ahora el diálogo es entre De la Rúa y nosotros, con esta frase el
gobernador salteño Juan Carlos Romero exteriorizó el pensamiento de muchos mandatarios
provinciales peronistas que comenzaron a distanciarse de Carlos Menem. En su encuentro de
ayer en la Casa Rosada, los gobernadores peronistas impidieron que el Presupuesto 2000
incluyera una importante poda en sus ingresos, en una actitud que vislumbra la formación
de una liga de gobernadores, que evitará los fuertes liderazgos partidarios, y le
permitirá plantarse en buenas condiciones frente a la administración de Fernando de la
Rúa.Luego de escuchar las críticas y quejas de los gobernadores por la poda
presupuestaria prevista en el Presupuesto 2000, Menem reconoció que se había equivocado
al aceptar los recortes a las provincias en la iniciativa enviada por el ministro de
Economía, Roque Fernández. Aunque por instantes los gobernadores marcaron distancias con
Menem, en un momento cuando el santacruceño Néstor Kirchner le cuestionó el haber
nominado a Rodolfo Barra como Auditor General sin haber consultado al partido, el jefe de
Estado le contestó: ¿Cómo que no consulté? Pero si están todos de
acuerdo, dijo, y recibió el silencio cómplice como respuesta.La relación con la
gestión aliancista y el comportamiento que el peronismo tendrá como oposición fueron
temas que trataron Menem y los 14 gobernadores. El presupuesto enviado por Roque preveía
una disminución en los fondos del Fonavi, de Desarrollo Eléctrico y del Conurbano
Bonaerense, pero el enojo de los gobernadores fue tal que estos artículos serán
retirados del proyecto en el Parlamento, a la hora de su tratamiento.El Presupuesto 2000
unificó la bronca hacia Menem y anticipó la estrategia que adoptarán frente a De la
Rúa. En este momento, Menem y De la Rúa son el mismo enemigo, porque Menem
pretende aplicarnos la quita presupuestaria que De la Rúa le pide que haga,
resumió un gobernador a este diario. Una hora después, el salteño Romero la emprendió
duramente contra Roque: Logramos desatar la soga con la que nosotros mismos nos
íbamos a ahorcar con este presupuesto, que equivocadamente se había enviado.Aunque
habían sido citados a las seis, los gobernadores fueron llegado desde las 17.15. De esta
forma, en el Salón Norte se encontraron el jujeño Eduardo Fellner, Romero, los
misioneros Ramón Puerta (gobernador saliente) y Carlos Rovira (entrante), el entrerriano
Jorge Busti, los santafesinos Jorge Obeid y Marcelo Muniagurria vicegobernador de
Carlos Reutemann, el fueguino Carlos Manfredotti, el sanjuanino Jorge Escobar, el
tucumano Julio Miranda, Kirchner, el riojano Angel Maza y el pampeano Rubén
Marín.Eduardo Duhalde y su sucesor, Carlos Ruckauf, también llegaron y fueron recibidos
por el jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez, el ministro del Interior, Carlos Corach, y el
secretario general de la Presidencia, Alberto Kohan. En el encuentro se acordó que el
dinero que reclama Roque para achicar el déficit fiscal saldrá de los siguientes
recortes: 900 millones por la suspendida baja de aportes patronales, 400 millones del
Fondo de Desarrollo Humano y 100 millones más de ATN. Con este resultado, durante su
primer año de gobierno, la Alianza no contará con una importante cantidad de dinero en
fondos utilizados habitualmente para negociar políticamente.A la hora de las discusiones
políticas, todos los participantes coincidieron en señalar que se hizo un mea
culpa general y que no se le endilgó la responsabilidad de la derrota electoral del
24 de octubre a nadie. A partir de allí, la conversación derivó en cómo se planteará
la relación con el gobierno aliancista. En este punto, las voces de los diferentes
mandatarios dejaron en claro que el trato con De la Rúa será personalizado, y algunos,
previendo una reacción de Menem, exhibieron los encuentros que ayer sostuvieron Marín,
Maza y De la Sota como primer paso de esa independencia. Apoyando una idea de Duhalde de
evitar las luchas intestinas hasta el 2001 y de promover los nuevos liderazgos, aunque sin
encolumnarse detrás del bonaerense, los gobernadores anunciaron que negociarán en bloque
ante De la Rúa y se juramentaron no dejar solo a ningún colega frente a los ministros
aliancistas.
De la Rua atiende uno a uno
El agrado de recibir...
Por F.C.
Fernando
de la Rúa sigue con su estrategia de hablar personalmente con cada gobernador
justicialista, una actitud que ya empezó a darle algunos frutos. El gobernador de
Córdoba, José Manuel De la Sota, adelantó ayer que apoyaría una rebaja en lo que
recibe su provincia en concepto de coparticipación si hay un esfuerzo compartido
entre la Nación y las provincias. El presidente electo apostó por el diálogo sin
intermediarios con los catorce gobernadores peronistas como forma de puentear el
proclamado liderazgo opositor de Carlos Menem, con quien no quisiera sentarse a negociar
nada. Así, el lunes comenzó recibiendo a Carlos Ruckauf y ayer continuó con el pampeano
Rubén Marín, el riojano Angel Maza y el cordobés De la Sota. Las ruedas de prensa
conjuntas comienzan con De la Rúa invariablemente diciendo He tenido el agrado de
recibir a ..., para luego pasar a aclarar que los problemas de cada provincia son
también los problemas de la Nación y terminar mencionando las coincidencias a las que
llegaron en el tema Presupuesto y coparticipación.El apoyo más entusiasta fue el de De
la Sota. Córdoba está dispuesta a ayudar y a cooperar con el presidente electo de
todos los argentinos, dijo cuando se le consultó sobre las podas que se están
estudiando en el Presupuesto nacional. De cualquier forma, enseguida aclaró que la
cooperación tendría lugar en el marco de un sacrificio generalizado.Claro que no todas
las provincias están en la misma situación. Los riojanos salieron de la reunión
exigiendo que se mantengan los recursos extracoparticipación que recibieron durante la
década menemista. Lo decimos con todas las letras: nuestra provincia necesita de la
ayuda del gobierno nacional, se sinceró el gobernador Maza. A su lado, el senador
Eduardo Menem quien también participó del encuentro explicó que la ayuda a
su provincia no significaba un privilegio porque esos recursos se destinaban a cubrir
necesidades elementales. Los hemos recibido en forma habitual, regular y
permanente, incluso durante el gobierno de Alfonsín, agregó el hermano del
Presidente en ejercicio.De la Rúa utilizó su recurso habitual para esquivar una
definición terminal. Respondió que la comisión que afina los números
estudiará cada caso. El presidente electo se resiste a mencionar la palabra
ajuste en esas reuniones y sólo se atreve a hablar de un presupuesto
equilibrado. Es evidente que, en esta etapa de seducción, De la Rúa le dice a cada
gobernador más o menos lo que quiere oír. Por ahora no le pide sacrificios a nadie y
tiene un elogio para cada uno. Así está consiguiendo lo que desea, que los gobernadores
le aseguren que sus diputados apoyarán las leyes que necesita. Eso, al menos, hasta que
llegue el momento de la poda.
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