Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


Los gobernadores peronistas no
quieren a Menem de intermediario

Le plantearon que ellos llevarán la relación con De la Rúa. Menem dio marcha atrás con supresupuesto. La nueva liga de mandatarios.

Menem reunió a gobernadores entrantes y salientes del PJ.
El Presidente comprobó la mayor autonomía de los dirigentes.

na06fo01.jpg (16472 bytes)

Por Adrián H. Mouján

t.gif (862 bytes)  “Nuestro diálogo con De la Rúa va a ser sin intermediarios, Carlos. Hoy ya tuvieron una muestra. A partir de ahora el diálogo es entre De la Rúa y nosotros”, con esta frase el gobernador salteño Juan Carlos Romero exteriorizó el pensamiento de muchos mandatarios provinciales peronistas que comenzaron a distanciarse de Carlos Menem. En su encuentro de ayer en la Casa Rosada, los gobernadores peronistas impidieron que el Presupuesto 2000 incluyera una importante poda en sus ingresos, en una actitud que vislumbra la formación de una liga de gobernadores, que evitará los fuertes liderazgos partidarios, y le permitirá plantarse en buenas condiciones frente a la administración de Fernando de la Rúa.Luego de escuchar las críticas y quejas de los gobernadores por la poda presupuestaria prevista en el Presupuesto 2000, Menem reconoció que se había equivocado al aceptar los recortes a las provincias en la iniciativa enviada por el ministro de Economía, Roque Fernández. Aunque por instantes los gobernadores marcaron distancias con Menem, en un momento cuando el santacruceño Néstor Kirchner le cuestionó el haber nominado a Rodolfo Barra como Auditor General sin haber consultado al partido, el jefe de Estado le contestó: “¿Cómo que no consulté? Pero si están todos de acuerdo”, dijo, y recibió el silencio cómplice como respuesta.La relación con la gestión aliancista y el comportamiento que el peronismo tendrá como oposición fueron temas que trataron Menem y los 14 gobernadores. El presupuesto enviado por Roque preveía una disminución en los fondos del Fonavi, de Desarrollo Eléctrico y del Conurbano Bonaerense, pero el enojo de los gobernadores fue tal que estos artículos serán retirados del proyecto en el Parlamento, a la hora de su tratamiento.El Presupuesto 2000 unificó la bronca hacia Menem y anticipó la estrategia que adoptarán frente a De la Rúa. “En este momento, Menem y De la Rúa son el mismo enemigo, porque Menem pretende aplicarnos la quita presupuestaria que De la Rúa le pide que haga”, resumió un gobernador a este diario. Una hora después, el salteño Romero la emprendió duramente contra Roque: “Logramos desatar la soga con la que nosotros mismos nos íbamos a ahorcar con este presupuesto, que equivocadamente se había enviado”.Aunque habían sido citados a las seis, los gobernadores fueron llegado desde las 17.15. De esta forma, en el Salón Norte se encontraron el jujeño Eduardo Fellner, Romero, los misioneros Ramón Puerta (gobernador saliente) y Carlos Rovira (entrante), el entrerriano Jorge Busti, los santafesinos Jorge Obeid y Marcelo Muniagurria –vicegobernador de Carlos Reutemann–, el fueguino Carlos Manfredotti, el sanjuanino Jorge Escobar, el tucumano Julio Miranda, Kirchner, el riojano Angel Maza y el pampeano Rubén Marín.Eduardo Duhalde y su sucesor, Carlos Ruckauf, también llegaron y fueron recibidos por el jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez, el ministro del Interior, Carlos Corach, y el secretario general de la Presidencia, Alberto Kohan. En el encuentro se acordó que el dinero que reclama Roque para achicar el déficit fiscal saldrá de los siguientes recortes: 900 millones por la suspendida baja de aportes patronales, 400 millones del Fondo de Desarrollo Humano y 100 millones más de ATN. Con este resultado, durante su primer año de gobierno, la Alianza no contará con una importante cantidad de dinero en fondos utilizados habitualmente para negociar políticamente.A la hora de las discusiones políticas, todos los participantes coincidieron en señalar que “se hizo un mea culpa general” y que no se le endilgó la responsabilidad de la derrota electoral del 24 de octubre a nadie. A partir de allí, la conversación derivó en cómo se planteará la relación con el gobierno aliancista. En este punto, las voces de los diferentes mandatarios dejaron en claro que el trato con De la Rúa será personalizado, y algunos, previendo una reacción de Menem, exhibieron los encuentros que ayer sostuvieron Marín, Maza y De la Sota como primer paso de esa independencia. Apoyando una idea de Duhalde de evitar las luchas intestinas hasta el 2001 y de promover los nuevos liderazgos, aunque sin encolumnarse detrás del bonaerense, los gobernadores anunciaron que negociarán en bloque ante De la Rúa y se juramentaron no dejar solo a ningún colega frente a los ministros aliancistas.

 


 

De la Rua atiende uno a uno
El agrado de recibir...

Por F.C.

t.gif (862 bytes) Fernando de la Rúa sigue con su estrategia de hablar personalmente con cada gobernador justicialista, una actitud que ya empezó a darle algunos frutos. El gobernador de Córdoba, José Manuel De la Sota, adelantó ayer que apoyaría una rebaja en lo que recibe su provincia en concepto de coparticipación “si hay un esfuerzo compartido entre la Nación y las provincias”. El presidente electo apostó por el diálogo sin intermediarios con los catorce gobernadores peronistas como forma de puentear el proclamado liderazgo opositor de Carlos Menem, con quien no quisiera sentarse a negociar nada. Así, el lunes comenzó recibiendo a Carlos Ruckauf y ayer continuó con el pampeano Rubén Marín, el riojano Angel Maza y el cordobés De la Sota. Las ruedas de prensa conjuntas comienzan con De la Rúa invariablemente diciendo “He tenido el agrado de recibir a ...”, para luego pasar a aclarar que los problemas de cada provincia son también los problemas de la Nación y terminar mencionando las coincidencias a las que llegaron en el tema Presupuesto y coparticipación.El apoyo más entusiasta fue el de De la Sota. “Córdoba está dispuesta a ayudar y a cooperar con el presidente electo de todos los argentinos”, dijo cuando se le consultó sobre las podas que se están estudiando en el Presupuesto nacional. De cualquier forma, enseguida aclaró que la cooperación tendría lugar en el marco de un sacrificio generalizado.Claro que no todas las provincias están en la misma situación. Los riojanos salieron de la reunión exigiendo que se mantengan los recursos extracoparticipación que recibieron durante la década menemista. “Lo decimos con todas las letras: nuestra provincia necesita de la ayuda del gobierno nacional”, se sinceró el gobernador Maza. A su lado, el senador Eduardo Menem –quien también participó del encuentro– explicó que la ayuda a su provincia no significaba un privilegio porque esos recursos se destinaban a cubrir “necesidades elementales”. “Los hemos recibido en forma habitual, regular y permanente, incluso durante el gobierno de Alfonsín”, agregó el hermano del Presidente en ejercicio.De la Rúa utilizó su recurso habitual para esquivar una definición terminal. Respondió que la comisión que afina los números “estudiará” cada caso. El presidente electo se resiste a mencionar la palabra “ajuste” en esas reuniones y sólo se atreve a hablar de “un presupuesto equilibrado”. Es evidente que, en esta etapa de seducción, De la Rúa le dice a cada gobernador más o menos lo que quiere oír. Por ahora no le pide sacrificios a nadie y tiene un elogio para cada uno. Así está consiguiendo lo que desea, que los gobernadores le aseguren que sus diputados apoyarán las leyes que necesita. Eso, al menos, hasta que llegue el momento de la poda.

 

PRINCIPAL