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La Iglesia prendió su vela a Palmero para Educación

Los íntimos del presidente electo Fernando de la Rúa reconocenque el veredicto de los purpurados es clave para definir al futuro ministro. El cordobés Juan Carlos Palmero es su candidato.

Amigo: Ex secretario de Culto de Raúl Alfonsín, Palmero goza de excelentes relaciones con el arzobispo mediterráneo Raúl Primatesta.

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Posible ministro de Justicia y Educación, Juan Carlos Palmero, siempre cultivó sus relaciones.
Primatesta teje relaciones con el poder. Fue hombre de confianza del represor Menéndez.


Por Nora Veiras

t.gif (862 bytes)  Los hombres del círculo áulico de Fernando de la Rúa están pendientes de lo que diga la Iglesia. No es que aguarden la bendición para alguna posible novia de Aíto o Antonio, los dos hijos varones todavía solteros del presidente electo, sino para el “mejor nombre” para ministro de Educación. Complacidos por el reconocimiento de su poder corporativo más atado al pasado que al presente, los purpurados juegan con vetos y promociones. En el desfile, el ex secretario de Culto de Raúl Alfonsín, el cordobés Juan Carlos Palmero, un hombre con excelentes relaciones con el arzobispo mediterráneo Raúl Primatesta, es el que más puntos suma. Sobre todo, si finalmente el gobierno aliancista decide fusionar Justicia y Educación porque Palmero es, además, un reconocido abogado. En el anuario estadístico del Ministerio de Educación figuran poco más de 7 millones de alumnos en el sector público y 2,3 millones en el sector privado tanto laico como religioso. Si el nuevo gobierno se dejara influenciar por el peso del sistema, no sería el veredicto católico el decisivo. Sin embargo, si la prioridad pasa por una lógica conservadora obsesionada por evitar conflictos con los influyentes prelados, son otras variables las que entran en juego, aunque esto signifique un retroceso. Quienes conocen los deseos de Palmero dicen que el hijo del ministro del Interior de Arturo Illia preferiría que le ofrezcan la embajada en el Vaticano y no un complejo ministerio donde tener que lidiar con docentes, estudiantes y los intríngulis de judiciales.“Es cierto que el nombre de la alianza es por la educación, la justicia y el trabajo, pero nunca pensamos que quisieran hacer todo desde un solo ministerio”, ironizó un dirigente gremial de Córdoba, indignado por la posible unificación de carteras. Para un senador provincial del radicalismo cordobés, Palmero es el candidato si se define por Justicia y Educación, pero si no se unen “creo que De la Rúa tendría que darle lugar a algún personaje afín al Frepaso, como podría ser Juan Carlos Tedesco o Adriana Puiggrós”. El ex titular de Educación de la Unesco comentó a sus íntimos que se cansó del manoseo de nombres, de las jugarretas del establishment tildándolo de “burócrata izquierdista” y de los cuestionamientos solapados del ascendente arzobispo de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, quien ayer fue elegido vicepresidente de la Conferencia Episcopal (ver página 16). Más allá de la concreción de la oferta, Tedesco habría decidido quedarse en el Instituto Internacional del Planeamiento de la Educación (IIPE), dependiente de Unesco, con sede en Buenos Aires.“Palmero y Tedesco son los dos que sobreviven”, comentaban anoche en las cercanías de Cecilia Felgueras, una de las personas de mayor confianza de De la Rúa, que coordina la comisión de transición de Educación. A pesar de los pronósticos, Puiggrós no pierde las esperanzas. Se entusiasmó con la invitación que recibió la semana pasada para participar del foro empresarial de IDEA en Mar del Plata y de la posibilidad de dialogar cara a cara con el vicepresidente electo, Carlos “Chacho” Alvarez. El líder del Frepaso conversó durante media hora con la diputada-pedagoga, pero le dio a entender que las áreas que van a pelear para la tropa propia son Acción Social y Trabajo. “No decido yo sólo”, suele atajarse el todavía diputado cuando le piden precisiones sobre el gabinete. Para algunos, la demora en decidir responde a la estrategia delarruista de no desgastar a sus huestes; para otros no es más que otra manifestación del histórico “Fernando de la Duda”, que no sabe qué hacer con educación.El primer fin de semana después de su consagración electoral, el jefe de Gobierno porteño devoró el libro de Guillermo Jaim Etcheverry La tragedia educativa y se enmarañó en el debate sobre la importancia o no de la informática en la escuela. Teniendo en cuenta los problemas que acosan al sistema, algunos de sus interlocutores se sorprendieron por el recorte del análisis. Pero más se sorprendieron al confirmar que el ex viceministro de Domingo Cavallo, Juan José Llach, había sido tentado para ocupar lacartera educativa. El economista que acaba de incorporarse a la Universidad Di Tella publicará a fin de mes un libro dedicado a la educación y abona la visión del subsidio a la demanda, es decir otorgarles a las familias un bono para financiar la educación de sus hijos, superando la división público-privado. Llach eludió el ofrecimiento, pero su aparición en la grilla puso en evidencia el contradictorio marco ideológico en el que parece navegar el proyecto aliancista.En su gestión en la Ciudad de Buenos Aires, De la Rúa optó siempre por escuchar a la curia y moderar los proyectos o manejar los tiempos en función de esa relación. Primero vetó el proyecto de convivencia escolar objetado por la Iglesia, luego los legisladores aceptaron modificarlo y evitaron que fuera obligatorio para los establecimientos privados. Este año postergó el debate sobre la ley de Educación de la Ciudad y todo hace prever que pasará al año próximo. La Iglesia viene haciendo lobby para abrir las puertas de las escuelas porteñas a la enseñanza religiosa. Ahora que De la Rúa tiene asegurados los “cien pasos” a la Rosada, Palmero puede ser la garantía para ese deseo.

 


 

Alvarez critico a Santibañes frente a De la Rua
“No me parece el hombre adecuado”

Por José Natanson

t.gif (862 bytes) “No me parece el hombre adecuado”, le dijo Carlos “Chacho” Alvarez a Fernando de la Rúa, refiriéndose a la posibilidad de que Fernando de Santibañes sea designado como próximo jefe de Gabinete. Fue la semana pasada, durante una reunión a solas en el piso 19 del Hotel Panamericano. Los jefes de la Alianza se volvieron a encontrar el martes pasado: en esa oportunidad, el presidente electo no pronunció una palabra sobre los nombres de sus futuros ministros. Alvarez dialogó a solas con De la Rúa el martes 9 por la noche, una vez finalizada la conferencia de prensa que el jefe radical compartió con Carlos Ruckauf en la Jefatura de Gobierno porteño. Entre café y café, el presidente electo insistió en la necesidad de apurar el Presupuesto y comentó que esta semana estará listo el borrador definitivo del proyecto de Ley de Ministerios. Aunque fue el primer encuentro a solas desde que De la Rúa llegó de París, el jefe radical no dio ninguna definición sobre el gabinete. El anuncio, que en un principio se iba a realizar la semana pasada, se demoró ante la imposibilidad de De la Rúa de completar la grilla de funcionarios. En medio de la indefinición, el nombre del próximo jefe de Gabinete aparece como uno de los problemas básicos. De la Rúa había pensado designar a Santibañes, con quien lo une una vieja amistad, e incluso llegó a comentar la idea entre sus íntimos. Pero las resistencias comenzaron a aparecer desde que el nombre del ex banquero comenzó a circular con fuerza entre los dirigentes de la Alianza.Aunque muchos manifestaron en voz baja su oposición, fue Alvarez quien se lo planteó directamente a De la Rúa. La semana pasada, antes de que De la Rúa partiera a París, el diputado frepasista le dijo que Santibañes carece de la experiencia política necesaria para un cargo que incluye entre sus funciones básicas la articulación del Ejecutivo con el Congreso. Como suele hacer en estos casos, el jefe radical lo escuchó sin pronunciar palabra.En aquella reunión, Alvarez omitió un argumento que radicales y frepasistas agitan en sordina: las ideas económicas del ex banquero -sostienen muchos aliancistas– no congenian con la política que debe implementar la Alianza. Más allá de la reunión, lo cierto es que cerca de De la Rúa comenzaron a manejarse otras posibilidades. El presidente electo se contactó con el mendocino Raúl Baglini, uno de los pocos radicales que reúne conocimientos técnicos con una larga experiencia política. Baglini le dijo que no está en condiciones de hacerse cargo de esa función debido a algunos problemas de salud. El nombre de Jesús Rodríguez fue mencionado al pasar. Sin embargo, en los últimos días muchos aliancistas comenzaron a especular con la posibilidad de que Rodolfo Terragno, candidato cantado antes de las elecciones, se convierta en el próximo jefe de Gabinete. Los otros candidatos son dos ex gobernadores. El primero es el cordobés Ramón Mestre, con el que De la Rúa mantiene una excelente relación a pesar de la derrota provincial. El segundo, el chubutense Carlos Maestro. Pero la Jefatura de Gabinete no es la única duda importante del presidente electo. El nombre del futuro ministro de Educación es hoy una incógnita difícil de resolver (ver aparte), y algo similar ocurre con Interior. Para este cargo se menciona a Juan Manuel Casella, cuya designación le permitiría a De la Rúa destrabar los conflictos con el radicalismo bonaerense, un sector interno que se ha resentido a raíz de la disputa entre Federico Storani y Rafael Pascual.

 

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