Por Santiago Rodríguez Carlos Corach
puede darse por satisfecho: los legisladores porteños aprobaron ayer en comisión su
pliego como senador por la Capital Federal, con lo cual tarde o temprano alcanzará la tan
preciada banca en la Cámara alta. Temprano sería hoy mismo, si la Legislatura consigue
reunir los dos tercios necesarios para habilitar el tratamiento de su diploma sobre
tablas. Eso, claro, no será tan sencillo ya que es tal el desagrado que la designación
del ministro del Interior provoca en las filas de la Alianza, que algunos miembros de ese
bloque adelantaron que se sumarán a Nueva Dirigencia, y a los peronistas que no le darán
su voto. Tarde, dentro de dos semanas porque entonces dependerá de una mayoría simple
que ya tiene asegurada.Una hora fue lo que discutieron los integrantes de la Comisión de
Asuntos Constitucionales y de la Junta de Acuerdos de la Legislatura antes de aprobar el
pliego de Corach. O sea, nada para los meses que lo tuvieron cajoneado. Es que desde hace
tiempo era un secreto a voces que la Alianza no pondría obstáculos a la designación del
ministro del Interior como senador una vez pasado el 24 de octubre. El resultado de las
elecciones, incluso, fortaleció la posición de Corach: en un escenario en el que será
necesario la construcción de consensos, Fernando de la Rúa y Carlos Chacho
Alvarez lo imaginan como un interlocutor potable en la Cámara alta.De la Rúa siempre
mantuvo buen diálogo con Corach y fue quien comenzó a allanar el camino a su nuevo
destino, cuando en su visita de la semana pasada al Senado le preguntaron por el pliego
del ministro del Interior y respondió que había que cumplir con la ley.
Muchos de los legisladores de la Alianza que hasta entonces aseguraban que no avalarían
la designación o evitaban pronunciarse al respecto tomaron nota del mensaje por más
desagrado que les cause levantar la mano por una de las figuras emblemáticas del
menemismo. Otros se mantuvieron en sus trece, pero no reúnen número suficiente como para
frenar a Corach. Esa división quedó reflejada en el estricto quórum con que sesionaron
ayer las comisiones que aprobaron el pliego y en la última la reunión del bloque de la
Alianza, donde los radicales Cristian Caram, Felipe Figuerero y Daniel Bravo adelantaron
que no votarán a Corach. Allí Delia Bisutti anticipó su posible abstención, mientras
que las también frepasistas Dora Barrancos y Lilia Saralegui dijeron no tener definido su
voto. Aníbal Ibarra, Raúl Fernández, Eduardo Jozami, Raúl Zaffaroni y Clori Yelicic
están de viaje, con lo cual se evitarían el mal trago de aprobar el pliego del ministro
del Interior en caso de que fuera tratado hoy.Lo que no terminan de digerir los diputados
de la Alianza es que Corach ni siquiera cuenta con el apoyo de todo el PJ: Juliana Marino,
Liliana Sánchez y hasta el presidente de la bancada, Antonio Cortés, se oponen a su
designación. En la misma posición está el bloque de Nueva Dirigencia y el duhaldista
Jorge Argüello. Contra Corach todos dicen lo mismo: Representa todo lo que la gente
no quiere de la política y siempre jugó en contra de la autonomía porteña. Y a
favor, también; explican lo que el radical Agustín Zbar explicó a Página/12: Yo
no lo hubiera elegido ni lo voy a defender, pero es el senador que elige el partido de la
minoría y tenemos la responsabilidad institucional de cumplir con la Constitución.
Pidió sobreseimiento en una causa
María Julia se defiende
Por Adriana Meyer
María
Julia Alsogaray pidió a la Justicia la suspensión de su declaración indagatoria,
prevista para el 19 de noviembre, en una causa por presunta evasión impositiva. Sus
abogados presentaron un escrito en Tribunales en el que solicitan también el
sobreseimiento de la secretaria de Recursos Naturales y Desarrollo Sustentable. Argumentan
la inexistencia del delito que se le imputa a la polifuncionaria.El proceso comenzó en
julio de 1993 cuando la DGI descubrió que la hija del capitán ingeniero Alvaro Alsogaray
tenía impuestos impagos por más de 300 mil pesos. Ella sostiene que fue víctima
de una maniobra de su contador, Mario Ernesto Furlone, porque dice haberle dado el
dinero, pero el hombre no habría realizado los pagos y habría falsificado los sellos
bancarios. Según sus colaboradores, esto está comprobado en la Justicia porque Furlone
fue procesado por el juez federal Jorge Urso y está a punto de ser juzgado en un proceso
oral. Y agregan que María Julia pagó de nuevo sus deudas. Por su parte, Furlone aseguró
el año pasado que los negocios de los Alsogaray están plagados de
irregularidades y acusó a María Julia de haberse enriquecido a partir de 1990,
tras su paso por ENTel y Somisa. El juez penal económico Guillermo Tiscornia la convocó
a indagatoria a pedido del fiscal Roberto Leanza, quien entiende que Alsogaray omitió
mencionar la posesión de una cochera y una oficina en sus declaraciones juradas de
bienes, y la acusa de evadir el pago de 4 mil pesos en concepto de aportes fiscales. Sus
abogados argumentaron que esa cifra no alcanza a constituir el delito de evasión
impositiva, según explicó a Página/12 una fuente cercana a la causa. Pero, además,
aunque fuera delito, los letrados destacaron que la funcionaria ya pagó también esos 4
mil pesos. Por lo tanto, le pidieron a Tiscornia la anulación de la indagatoria y el
sobreseimiento de su defendida. Esa audiencia estaba prevista en principio
para el 27 de octubre, pero el juez la postergó por el reciente viaje de Alsogaray a
Alemania.De todos modos, aunque la ingeniera pueda beneficiarse con la decisión que
adopte el magistrado, su destino está plagado de futuras citaciones judiciales. Los
fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia la acusaron de haberse enriquecido en forma
ilícita y el juez Juan José Galeano ya decidió que la indagará por ese delito. Otro
juez federal Jorge Ballestero la investiga por los incendios en los bosques de
Bariloche.
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