El candidato
colorado Jorge Batlle cerró esta semana un acuerdo para asegurarse los votos del Partido
Nacional (Blanco), faltando dos semanas para los comicios presidenciales en Uruguay. Su
posición, entonces, parecería cómoda. Sin embargo, los sondeos dicen lo contrario. De
las cinco empresas encuestadoras más importantes del país, Interconsult le da siete
puntos de ventaja a Tabaré Vázquez, el candidato de Encuentro Progresista-Frente Amplio;
Equipos Mori establece un empate técnico (45 por ciento para Vázquez, 44 para Batlle) y
Factum, que dará a conocer hoy su investigación, también estima que ambos candidatos
están cabeza a cabeza. Para mejorar su posición, el candidato colorado salió a atacar a
la izquierda por dos vías: la estabilidad y las mayorías parlamentarias.Estamos
comprometidos con la estabilidad institucional y somos los únicos que la podemos
asegurar, porque la estabilidad institucional de la nación no es producto solamente de la
armonía de los poderes sino de que se respalden unos a otros a través de mayorías
estables, claras, definidas, dijo Batlle. El compromiso asumido con el Partido
Nacional le asegura al próximo gobierno de la República algo sin lo cual no se puede
gobernar: un apoyo mayoritario parlamentario. Y la única candidatura que lo tiene es la
que tengo el honor de representar, resumió el candidato colorado. El Frente Amplio
obtuvo en la primera vuelta la mayoría en Diputados y en el Senado, pero la coalición
blanqui-colorada tendría la mayoría con el reciente acuerdo.Pero no nos olvidemos
que tenemos dos quintos de las cámaras, así que para los temas sustanciales no se va a
poder evitar hablar con el Encuentro Progresista-Frente Amplio, contraatacó ayer
Vázquez, en respuesta a Batlle y en referencia a la exigencia de una mayoría de más de
tres quintos de ambas cámaras legislativas para la aprobación de ciertas leyes. En la
primera vuelta se renovó la totalidad del Parlamento uruguayo y el Frente Amplio obtuvo
los dos quintos en ambas cámaras: 40 diputados y 12 senadores. Más allá de estas
muestras de seguridad, ambos candidatos siguen inmersos en la caza de votos ajenos,
fundamentalmente blancos. Batlle podría estar más tranquilo: el acuerdo con el Partido
Blanco, que pareció peligrar cuando el directorio de este partido pospuso una reunión
clave mientras recibía una invitación a negociar por parte de la izquierda, le asegura
al Partido Colorado una afluencia segura de votantes. Pero varios analistas consideran que
una cierta cantidad de votos blancos no obedecerá las órdenes partidarias.Por su parte,
el Frente Amplio recibió por escrito la negativa del Directorio del Partido Nacional para
negociar, pero a la vez muchos dirigentes blancos del interior del país ya le aseguraron
su apoyo para la segunda vuelta del 28 de este mes. Del lado de los colorados, Vázquez ya
había obtenido para la primera vuelta la adhesión del Movimiento de Reafirmación
Batllista, liderado por Víctor Vaillant. |