GAUDIO DESAFIA AL OFICIALISMO DE MOUSSEAUD
Elecciones en Vélez Sársfield

--Más allá del sentimiento, ¿por qué quiere volver a un club en una situación económica muy delicada?

--Para tratar de arreglar la desastrosa situación que vive hoy Vélez, con un déficit de 26.022.592,52 pesos, y un pasivo corriente de 20.938.887 pesos. El club ya no cuenta con los recursos que tenía porque al desaparecer los triunfos y el éxito, los ingresos de televisión van a ser mínimos, y no van a alcanzar para pagar el pasivo mínimo exigible.

--¿Pero esta deuda que se genera es exclusivamente del gobierno de Gámez?

--Sí, de la muy mala administración y el despilfarro, y de estar siempre de fiesta. Lamentablemente, cuando uno tiene diez tiene que gastar por diez y no por veinte.

--Cuando usted dejó el club en el '96, ¿a cuánto ascendía la deuda?

--Había una deuda corriente de 13 millones de dólares, de los cuales había 9 de pasivo exigible. De los nueve entraban dos millones por (José) Flores, 1.400.000 de (Roberto) Trotta, 750 mil de Coca Cola, 550 mil de (Sandro) Guzmán, y dos documentos de 40 mil dólares de San Lorenzo.

--¿Es verdad que usted se retiró de la última Asamblea porque carecía de argumentos para confrontar con Gámez?

--No. En la Asamblea, el oficialismo no tenía ni siquiera quórum; se lo tuvimos que dar nosotros, porque hacen falta 51 representantes y ellos llevaron 38. Y el balance no se aprobó por unanimidad, sino que hubo discusión y ganó la mayoría. Tampoco es cierto que yo me fui, porque el señor Gámez me invitó, y luego dijo que yo me había ido y que no quise entablar una discusión. Yo creo que dentro del club no se deben plantear discusiones políticas; la política está fuera del club. Pero Gámez vive confrontando, la vida de él es una confrontación.

--¿Y por qué busca diferenciarse de él si ambos llegaron juntos a Vélez?

--Cuando el señor Gámez se retiró del club, nosotros ganamos la Copa, el campeonato, y le demostramos con mucha superioridad que podíamos lograrlo sin él, que no nos hizo falta para nada. La única vez que fue presidente de una delegación fue a Japón, donde estuvimos una semana concentrados mientras que Independiente bajó del avión y nos ganó 1-0. Pero después hubo alguien que se fue de vacaciones 20 días a Miami... Ni siquiera esa vez ganó, porque él es un perdedor, siempre fue un perdedor. Y seguro que ahora va a pretender dirigir el club desde afuera, pero la época de Cámpora ya pasó una vez, y no creo que se tenga que repetir ahora.

--Chilavert dice que en su gestión le daban "medicamentos extraños" a los chicos de inferiores.

--Yo siempre dije que Chilavert es una gran persona. Tal vez alguien le informó mal, porque nosotros no queremos sacar ningún técnico de las inferiores. Además, en ese momento, el presidente del fútbol profesional era Gámez. Además, quiero aclarar que nosotros respetaremos a Falcioni.

--¿Y cuál es su balance futbolístico de estos tres años?

--Hoy no tenemos grandes jugadores para vender como tuvimos antes. Y las inferiores han quedado totalmente disminuidas. Me parece que todo esto pasa por las prepotencias del presidente, que está muy ofuscado porque cuando dijimos que íbamos a hacer una auditoría, él dijo que si había una auditoría la tendría que pagar yo. Pero él pagó 120 mil dólares a una sociedad de un directivo para ver cuál era el perfil de club que se quería, y eso es inexplicable.

--¿No teme conducir un club con un pasivo de 26 millones?

--No, no. En realidad, el pasivo exigible por el que hay que responder está por debajo de los 18 millones de dólares. Al cierre del Balance (30 de junio) debíamos 18.600.000 dólares, más ocho millones que se pagan con servicios.

--¿Y de qué manera piensan reducir la deuda?

--Tenemos un ajuste muy importante con la televisión, ya que la AFA hará un aumento del orden de los seis a siete millones de dólares. También, está la venta casi segura de Cavallero y Posse al Espanyol de Barcelona. Además, seguramente habrá que tomar la decisión de vender algún jugador. --¿Y le dolería mucho desprenderse de Chilavert, por ejemplo?

--Yo creo que Chilavert es el único que no es vendible.

--¿Por qué cree que hay tantas sospechas sobre los dirigentes del fútbol argentino?

--Porque hay instituciones cuya organización permite o alimenta las sospechas. En Vélez, en cambio, hay un órgano de fiscalización donde están representadas la mayoría y la minoría. La oposición habló mucho de hacer una auditoría, y nosotros le hemos contestado que la auditoría la podía hacer; pero que si no encontraban nada, la pagaban ellos; y si encontraban algo, la pagábamos nosotros. Pero de ninguna manera la iba a pagar Vélez.

--¿Por qué la oposición culpa a Gámez por esta situación económica?

--Es un disparate. Quiero aclarar que nosotros encontramos un club desorganizado, en donde no había reuniones de Comisión Directiva. Y nos habían dicho que íbamos a encontrar siete millones de dólares en caja, y fue totalmente distinto. Si yo tengo la seguridad de dejar siete millones en caja, y cuando llego no están y me hacen el cuestionamiento que le hicimos al oficialismo pasado, les doy vuelta el escritorio.

--¿Cómo se encuentra Vélez en el plano institucional?

--Tenemos 38 mil aranceles de socios que practican deportes. Tenemos 20 mil metros cuadrados de obras y todo es transparente. Ellos nos pegan en la deuda, que es la deuda que tiene en general el fútbol argentino.

--¿Vélez puede seguir el camino de Racing?

--Para nada. Acá, sacar un vale de 700 mil dólares, como se comentó, es imposible.

--¿Se equivocaron al contratar a Jorge Solari y a Manera?

--Son dos casos distintos. Con Solari tuvimos la desgracia de una situación personal que él vivió, y con Manera pensamos en el éxito fundamental que tuvo él con la conformación del equipo campeón del '93. Pero acá nadie se acuerda del título con Bielsa. Ahora yo estoy muy conforme con Falcioni.

--La oposición dice que si usted gana Gámez dirigirá desde afuera.

--En absoluto. Esa información la tiran porque no me conocen a mí, y es una falta de respeto para Raúl. El es el hombre más importante de la década y el dirigente que demostró a través de los logros, una configuración de persona activa e intuitiva del deporte argentino.

--¿Qué imagen tiene de Gaudio?

--Lo considero un entusiasta dirigente, pero los tiempos van cambiando, el club se va agrandando, y cada vez se necesita más de dirigentes que tengan dedicación plena. Acá no se puede delegar, Vélez necesita más que nunca de los dirigentes.

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