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 Fernando de
la Rúa fue operado ayer por la tarde a causa de un "neumotórax derecho espontáneo,
que fue drenado con anestesia local". Su evolución es "favorable", según
el parte oficial. La internación del presidente electo, que mantuvo en estado de alerta a
los dirigentes políticos, se prolongará al menos hasta el lunes, cuando los médicos
puedan determinar si cicatrizó correctamente. Mientras tanto, De la Rúa, que
permanecerá bajo observación y con visitas restringidas, debió posponer por unos días
la resolución de dos temas que lo obsesionan: el presupuesto y la conformación de su
gabinete.De la Rúa estaba visiblemente cansado en los últimos días. Es que, luego de las maratónicas jornadas de campaña, el radical no detuvo su actividad. Comenzó a trabajar en la transición el 25 de octubre e incluso se hizo tiempo para viajar al Brasil y a París. Aunque se quejaba desde hace días de sufrir molestias en el hombro derecho, el flamante presidente se negaba a ir al médico por falta de tiempo, una actitud sorprendente en un hombre como De la Rúa, que vive obsesionado por su salud y la de sus amigos. El dolor se intensificó el jueves por la noche. Su mujer, Inés Pertiné, insistió con que debía bajar el ritmo de trabajo. Pero recién decidió someterse al chequeo médico que venía suspendiendo desde hace una semana luego de sentir, ayer al mediodía, un fuerte tirón en el hombro. * A las doce ingresó en el Instituto del Diagnóstico, una clínica privada de Barrio Norte. El médico clínico, Luis Cao, ordenó una radiografía que detectó un neumotórax derecho, consecuencia de la introducción espontánea de aire en la cavidad pleural a través de una fisura pequeña (enfisema, en términos médicos) en la membrana visceral, un problema bastante corriente entre los fumadores. * La operación se realizó con anestesia local. Comenzó a las doce y media y concluyó quince minutos después. Los estudios y las placas que se le practicaron, luego de la intervención, no detectaron ningún problema especial y mostraron que el corazón del jefe radical se encuentra en perfectas condiciones. * De todos modos, el diagnóstico definitivo recién se conocerá el lunes, cuando los médicos determinen si la herida cerró correctamente. Mientras tanto, De la Rúa permanecerá bajo observación en una sala común y con un régimen de visitas limitado a tres personas. El director del Instituto, Salvador Edo, aseguró que "la evolución es favorable". Héctor Lombardo, secretario de Salud porteño, agregó poco después que el jefe radical permaneció lúcido en todo momento. "Está muy bien", dijo Lombardo. Una vez que finalizó la operación, De la Rúa atendió un llamado de Carlos "Chacho" Alvarez y le pidió que se hiciera cargo de las reuniones de trabajo de la tarde. La segunda comunicación que aceptó fue de Carlos Menem, quien lo llamó desde el aeropuerto de La Rioja. "Fernando, ¿qué te anda pasando?", preguntó el Presidente. El radical lo tranquilizó y Menem no pudo evitar deslizar una broma. "Es el presupuesto que te tiene mal", dijo el riojano. A esa altura, buena parte del país se había puesto en alerta. El jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez, se comunicó con Nicolás Gallo, quien le explicó que la operación había salido bien. Graciela Fernández Meijide habló con Jorge de la Rúa, hermano del presidente electo. Aníbal Ibarra había recibido noticias desde Buenos Aires y buscaba adelantar su pasaje en el aeropuerto de Barcelona. "Quiero mandar un mensaje de tranquilidad, ya que no hay motivo de alarma. De la Rúa podrá realizar un montón de trabajos desde su habitación, como leer informes", dijo el vocero de De la Rúa, Darío Lopérfido.
Distintas personas fueron desfilando por la clínica a lo largo de la tarde. Zulemita Menem llegó rodeada de custodios. "Vine por pedido de mi papá a interesarme por la salud del doctor De la Rúa y además soy amiga de sus hijos", dijo Zulemita. "Vengo como amigo, no como político", aclaró Carlos Ruckauf. La llegada de Alvarez, a las siete de la tarde, produjo una pequeña conmoción en la puerta de la clínica. Después de saludar personalmente a De la Rúa, el jefe del Frepaso aseguró que el estado de salud del presidente electo es muy bueno. "No vinimos a ver a un paciente sino a una reunión de trabajo", exageró el diputado, quien agregó que el radical le recomendó no interrumpir el trabajo. Es que existen cientos de temas que deberán definirse antes del diez de diciembre. Entre ellos, hay dos que aparecen como centrales. * El primero, el más urgente, es la sanción de la ley de Presupuesto. "Hay que seguir trabajando", le dijo De la Rúa a Alvarez desde su cama en la habitación 20 de la clínica. El jefe del Frepaso lo puso al tanto de las últimas novedades y recibió una instrucción concreta del presidente electo: reemplazarlo en una reunión prevista para ayer a la noche con José Luis Machinea, referente económico de la Alianza. * El segundo es la conformación del gabinete. La internación de De la Rúa interrumpió por unas horas la interminable danza de nombres. Hasta el episodio de ayer las mayores dudas pasaban por el nombre del jefe de Gabinete, motivo de las más variadas especulaciones. De todas formas, la definición de estos dos temas deberá aguardar al menos hasta el lunes: si todo marcha bien, De la Rúa, un hombre que no suele delegar responsabilidades, retomará el trabajo y terminará de cerrar las dos cuestiones centrales de la transición.
--¿Qué es un neumotórax? --Es el pasaje de aire desde el pulmón a la pleura, que es la membrana doble que recubre al pulmón. Esto se produce por la rotura de una de las dos hojas de la pleura. Cuando esto sucede, entra aire en la pleura y el pulmón se achica, se colapsa --explicó Juan Antonio Mazzei, director del Hospital de Clínicas. --Hay dos tipos de neumotórax. Traumático, cuando la persona recibió un balazo, un golpe o un cuchillazo, por ejemplo. Y espontáneo (es el caso de De la Rúa), cuando no hay ningún tipo de antecedente traumático, salvo que la persona recuerde que hizo un esfuerzo, hipó o tosió. Generalmente, en estos casos se debe a la ruptura de pequeñas burbujas de aire o bullas, zonas donde la estructura del pulmón es más débil --agregó Daniel Colodenco, neumonólogo del Hospital María Ferrer de enfermedades respiratorias. --¿Por qué se produce el neumotórax espontáneo? --Generalmente, por una debilidad congénita, aunque también son más propensas las personas que han adelgazado mucho o han tenido infecciones --apuntó Mazzei. --Una persona puede tener bullas toda la vida y no darse cuenta. Y puede ser que en un momento se rompan y sufra un neumotórax. Pero también puede estar relacionado con los enfisemas (destrucción de las paredes alveolares debido al tabaquismo) --comentó Guillermo Montiel, neumonólogo del Instituto de Investigaciones Médicas Alfredo Linari de la UBA. --¿Quiénes son propensos a sufrir esta afección? --Los hombres jóvenes y longuilíneos, altos y finos, ya que por su contextura el pulmón sufre más presión, es raro que ocurra en un individuo bajo y gordo. Cuando afecta a un adulto grande habría que ver por qué se produjo, puede ser la primera señal de una enfermedad pulmonar --agregó Enrique Jolly, neumonólogo del Hospital de Clínicas.
--¿Cuáles son los síntomas? --Dolor en la axila y a veces en el hombro del lado afectado y una puntada al respirar, como si clavaran un elemento punzante. Si el neumotórax es importante se puede quedar sin aire --explicó Jolly. --¿Cómo es el tratamiento? --Si entró más de un 20 por ciento del aire del pulmón en la pleura lo que se hace es drenarlo. Se coloca un tubo en el tórax y se aspira el aire. Se realiza con anestesia local. Este tubo se deja dos o tres días hasta que la pleura se selle. --Lo más común es que en tres días el paciente vuelva a su actividad normal. Hay un 30 por ciento de casos en los que la afección se reitera y deben someterse a una sencilla operación de sellamiento de la pleura --señaló Mazzei. --¿Se trata de una patología común? --No es una enfermedad común, pero tampoco es exótica. En la guardia del Hospital de Clínicas vemos unos 50 casos por año. --apuntó Mazzei. |
A las seis de la tarde, medio centenar de
cronistas, dirigentes y curiosos permanecía de guardia en la puerta de la clínica. En
una habitación aislada de las demás, en el segundo piso del Instituto, De la Rúa
dormía la siesta. Antonio Berhongaray y Melchor Cruchaga conversaban en el pasillo con
Adalberto Rodríguez Giavarini, que había llegado minutos antes, y con Inés Pertiné.
"Tiene que aprovechar estos días para descansar", decía la esposa del
presidente electo. Sus hijos Agustina y Fernando "Aíto" de la Rúa esperaban en
una sala. 
