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REPORTAJE A OSCAR LABORDE, INTENDENTE ALIANCISTA DE AVELLANEDA
"Construir una relación con el PJ"

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El escrutinio definitivo lo erigió intendente, pero el PJ aún cuestiona y quiere recuento en 150 urnas. Dice que las primeras medidas de Ruckauf, quien ya lo felicitó, no llaman al consenso. Los planes para la comuna.


Por Santiago Rodríguez
t.gif (862 bytes)  "Tengo toda la voluntad de construir una relación de diálogo y convivencia con el PJ", dice el aliancista Oscar Laborde. Pero no le resultará sencillo: a pesar de que el escrutinio definitivo de las elecciones a intendente de Avellaneda confirmó su triunfo, el peronismo de ese distrito sigue sin admitir la derrota de Baldomero "Cacho" Alvarez y reclamó ayer a la Junta Electoral bonaerense el recuento voto a voto en 150 urnas. De todos modos, Laborde --un hombre que ingresó al Frepaso años después de dejar el Partido Comunista-- ya comenzó a imaginar cómo será su gestión al frente de esa importante comuna del conurbano. En diálogo con Página/12 explicó que lo suyo será la "honestidad y un impulso muy fuerte a la producción y el comercio".

--¿Por qué la gente votó a la Alianza en Avellaneda?

--La necesidad del cambio se veía en Avellaneda de manera especial. Alvarez tuvo muchos desaciertos en la gestión y la gente no estaba conforme con las últimas cosas que se venían haciendo.

--¿Qué cosas?

--Acá se instalaron cuatro hipermercados que fundieron a gran parte del comercio minorista. Además, había un estilo muy autoritario que no contenía las preocupaciones de la sociedad civil. Alvarez había impuesto también la idea de un parque industrial que atentaba contra el último gran pulmón de Avellaneda, que es la zona de las quintas de Domínico, y las sospechas sobre su gestión eran permanentes. Alvarez tiene quince causas, de las cuales cuatro son por enriquecimiento ilícito.

--¿Cuál será el distintivo de su gestión?

--La honestidad y un impulso muy fuerte a la producción y el comercio.

Antes que nada, sin embargo, Laborde deberá cultivar una buena relación con el peronismo de ese distrito, que por el momento no lo reconoce como intendente electo y sea cual fuere el resultado ya tiene asegurada en el Concejo Deliberante la misma cantidad de bancas que la Alianza. La situación es similar a la planteada en Lomas de Zamora, donde el escrutinio provisorio --el definitivo se conocerá recién el próximo martes-- dio al candidato a intendente de la Alianza Edgardo Di Dío una ventaja de poco más 2400 votos que el PJ desconoce.

Según el escrutinio definitivo de las elecciones en Avellaneda que ayer terminó de realizar la Junta Electoral provincial, Laborde derrotó por 5204 votos a Alvarez, quien iba en busca de un tercer mandato consecutivo. El peronismo, que denunció irregularidades en 150 urnas, reclama ahora su apertura para el recuento voto a voto. La Justicia Electoral pidió al PJ que fundamente su solicitud, pero por lo general nunca accede a abrir más del 20 por ciento de las urnas impugnadas.

De ahí que Laborde esté tan confiado en su triunfo, como en poder edificar una buena relación con el peronismo una vez que se acalle la polémica por el resultado de las elecciones.

--Yo voy a convocar al justicialismo y a los demás partidos para perfilar entre todos la Avellaneda que queremos. Tengo toda la voluntad de construir una relación de diálogo y convivencia con el PJ.

--¿Y le parece que será posible?

--Espero que sí porque es lo que se impone. Carlos Ruckauf ya me llamó y, además de felicitarme, me propuso entablar la semana próxima el proceso de relación entre Avellaneda y el gobierno provincial.

--¿Cómo entablará esa relación?

--Ruckauf ha sido elegido para gobernar la provincia y yo para intendente. Imagino que habrá colaboración.

--Antes de las elecciones la diputada radical Silvia Vázquez reclamó para ese partido la candidatura a intendente de Avellaneda. ¿Aquel planteo podría traducirse en alguna dificultad durante su gestión?

--El trabajo ha demostrado que tengo una excelente relación con la UCR, empezando por Juan Manuel Casella; Fernando de la Rúa estuvo acá en cuatro actos. Hay un sector minoritario, encabezado por Vázquez, que no participó y por eso ella fue expulsada del partido.

--Usted es un dirigente que surgió del Partido Comunista. ¿Cómo se define dentro del Frepaso y, a su vez, en el marco de una alianza de ese partido con la UCR?

--El Frepaso es la confluencia de identidades de lo más disímiles, desde la izquierda hasta el peronismo, pasando por algunos radicales, progresistas y gente independiente que no había hecho política hasta que se constituyó esta fuerza novedosa. Desde que fundamos el Frente Grande en el '93, porque soy fundador y secretario del partido desde entonces, convivimos partiendo de la base de que más allá de las identidades anteriores había que encontrar en la Argentina una identidad superadora. Lo que han aprendido, sobre todo, los dirigentes de la Alianza es a privilegiar lo que nos une y no lo que nos dividió en la historia. Hay muchos proyectos comunes y mi situación es muy cómoda.

--¿Cuál es su opinión sobre De la Rúa?

--Es el mejor presidente que puede tener la Argentina, la elección masiva que hizo así lo indica. Ha entendido perfectamente lo que es la Alianza, nos ha representado extraordinariamente al Frepaso y al radicalismo y me da la impresión que está haciendo muchos esfuerzos para que la Alianza mantenga su equilibrio y su identidad.

--¿Y sobre la victoria de Ruckauf en la provincia?

--Que nos ganó con un discurso enfrentado al nuestro y que las primeras medidas que toma no dan la impresión de coincidir con su discurso de consensuar. Pero hay que verlo en la realidad porque deberá gobernar una provincia con 69 intendencias y con las Cámaras de Diputados y de Senadores en manos de la Alianza, así que también tendrá que saber convivir con diferencias políticas muy fuertes.

 

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