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Por Cristian Alarcón Las batallas por la tenencia de menores suelen librarse dentro y fuera de la Justicia, y así ha sido en Zárate con Malena Ruiz Ferrell, una nena de diez meses cuya guarda ha provocado desde marchas del silencio hasta trompadas en un juzgado. En el caso de Malena, revelado por Página/12, una Cámara de Apelaciones resolvió ayer revocar el fallo de primera instancia en el que un juez había decidido otorgar la tenencia al padre, un norteamericano de Carolina del Norte, a pesar de que también la reclaman sus tíos maternos, una pareja que la crió durante los primeros seis meses de vida, desde que la madre de Malena murió, apenas 17 días después del nacimiento. El tribunal que revocó la medida le llamó la atención al magistrado, el juez civil y comercial Humberto Takashima, porque para tomar la decisión sólo evaluó la legalidad de la patria potestad y no abrió la posibilidad de presentar pruebas para analizar qué era lo mejor para Malena, tal como indica la Convención Internacional de los Derechos del Niño, que en Argentina rige con validez de ley desde la última reforma constitucional. La historia comenzó hace bastante más de diez meses, cuando Silvina Ruiz, de 25, conoció a Patrick en 1998. El, un técnico instrumentista de 32 años con residencia en Wilmington, un pueblo de Carolina del Norte, trabajó durante una temporada en Zárate. En marzo, Silvina quedó embarazada. El volvió a su país con la promesa de que regresaría antes del parto y para concretar el casamiento. Lo hizo y acompañó a la mujer en el nacimiento de la beba, pero prefirió no casarse y 15 días después viajó a Estados Unidos. A los dos días Silvina murió súbitamente de un paro cardiorrespiratorio. Malena pasó a ser cuidada por sus tíos, Karina Ruiz y su marido Marcelo Tedesco. Ferrell dice que durante los siguientes seis meses mantuvo contacto con ellos y que lo engañaron. Asegura que mientras le juraban que hacían los trámites para que él se llevara a Malena a Estados Unidos, lo denunciaban a la Justicia por abandono. Lo cierto es que en junio pasado, Ferrel volvió a la Argentina con el único objetivo de buscar a su hija. Se encontró con que la Justicia les había dado la tenencia a los tíos maternos de la beba, quienes no tienen hijos y ya estaban decididos a adoptarla. Ferrell pidió la guarda de Malena basado en que es el padre y en el certificado de defunción de la madre, con lo cual sería quien debería criarlo porque goza de la patria potestad. El juez Takashima ordenó, en una acción sumarísima, que la niña fuera restituida a su padre el 6 de setiembre. No fue fácil. Primero Karina Ruiz desapareció con la niña y por ello fue imputada de sustracción de menores. Un grupo de cien vecinos rodeó la casa de los Ruiz y rezaron allí por el futuro de Malena. Se sucedieron después dos marchas del silencio y, cuando el juez obligó a la familia a entregar a la criatura en el juzgado, el 22 de octubre, los vecinos y Marcelo Tedesco golpearon a Ferrell. Desde aquel día, Malena vive con su padre, a quien el juez le prohibió llevársela del país hasta que no se expidiese la Cámara de Apelaciones en lo Civil, que lo hizo finalmente ayer. En ese dictamen, el tribunal accede al pedido de los tíos de revocar la tenencia otorgada por Takashima. Los jueces sostienen que "en principio" la decisión de Takashima "aparece como jurídicamente irreprochable". Pero profundizan al recordarle lo establecido por la Convención Internacional de los Derechos del Niño cuando se supeditan las leyes al "interés superior del menor". "Resolver la causa de puro derecho como lo hizo el señor juez no ha sido lo más conveniente", le dicen al magistrado y aconsejan que con la "producción de pruebas" estudie el impacto que generará en la niña cualquier decisión, además de ordenarle que se realice un informe socioambiental. El tribunal recuerda en el dictamen los disturbios del 22 de octubre y por ello dice que "se impone una alternativa para evitar un nuevo cambio de guarda que sería perjudicial para la niña": la tenencia provisoria a Ferrell "con un amplio régimen de visitas a favor de los familiares maternos". Los jueces recomendaron también a las dos partes que "aborden terapias de apoyo familiar" para "paliar" la pérdida que pueda resultar para alguno de los interesados "la decisión que se adopte".
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