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Rusia multiplica los bombardeos en
su Kosovo con el guiño de la OTAN

La aviación rusa alcanzó el record de salidas contra Grozny y mató a 200 combatientes chechenos, según el Kremlin. El gobierno justificó la ofensiva “desde un punto de vista moral”. Y el secretario general de la OTAN aseguró que la guerra es “un conflicto interno de Rusia”.

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El viernes las fuerzas rusas entraron fácilmente en Gudermés, la segunda ciudad de Chechenia.Ayer tuvieron un éxito por demás simbólico al tomar Bamut, un bastión independentista.

t.gif (862 bytes)  Durante la guerra de Kosovo, Rusia no se cansó de condenar la ofensiva aérea de la OTAN contra Belgrado. Ahora Moscú parece imitar la metodología de la alianza atlantista. En medio de la fuerte presión internacional para llegar a una solución política al conflicto, la aviación rusa alcanzó ayer el número record de bombardeos sobre Grozny y otras ciudades de Chechenia desde el inicio de los ataques el 5 de setiembre. “Gracias a condiciones meteorológicas favorables”, las fuerzas rusas realizaron 180 salidas en la madrugada del sábado, matando a 200 combatientes chechenos, informó el Estado Mayor ruso. Pero la mayor victoria fue el avance sobre la localidad de Bamut, uno de los bastiones de las fuerzas independentistas chechenas durante la anterior guerra que terminó en 1996 después de dos años, casi 100.000 muertos y la humillante derrota de Moscú.A cuatro días de que comience la cumbre en Estambul de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), Rusia está decidida a no ceder su autoridad en el Cáucaso. Este jueves y viernes, los países de la OSCE firmarán un acuerdo para la construcción de un oleoducto entre Turquía y Azerbaiján, evitando el paso por Rusia. Anteayer, el ministro de Defensa ruso, Igor Sergueueiev, acusó a Washington de querer mediar en el conflicto en Chechenia para debilitar la posición de Moscú en las “regiones del Mar Caspio, el Cáucaso y Asia Central”. Ese argumento podría ser utilizado por el presidente Boris Yeltsin para defender la validez de la ofensiva contra Chechenia durante el encuentro que mantendrá esta semana con el presidente Bill Clinton. Ayer,el presidente francés Jacques Chirac criticó esos ataques como “un trágico error cometido por los rusos” y adelantó que espera que la Cumbre logre “convencer al presidente y al primer ministro, Vladimir Putin, para hallar una solución política”. Sin embargo, el secretario general de la OTAN, George Robertson, rechazó indirectamente una eventual intervención atlantista al asegurar que “se trata de un conflicto al interior de Rusia”. En la euforia triunfalista de los bombardeos aliados a Yugoslavia, en abril pasado, funcionarios de la OTAN habían llegado a decir que su esfera de acción llegaba “hacia el este, hasta Kazajstán”, lo cual hubiera incluido a la totalidad de la región del Cáucaso.Antes de reunirse con el Consejo de Seguridad Nacional, Putin calificó la posición de Moscú en Chechenia como “absolutamente transparente y justificada desde un punto de vista moral”. “Jamás nos sentaremos a conversar con los bandidos que se mostraron ante las cámaras de televisión con los cadáveres de nuestros soldados y nuestros ciudadanos”, advirtió el primer ministro al confirmar que la cúpula militar rusa no está dispuesta a retirarse de una república a la que considera “rebelde” y no independiente. En cambio, sí estarían listos para negociar con las “fuerzas sanas” del gobierno títere instalado por Moscú cerca de Grozny, después de haberle retirado toda legitimidad al presidente checheno Aslan Masjadov. “La inacción ante este problema sería contraria a todas las normas internacionales que condenan el terrorismo”, justificó Putin, reflotando el argumento inicial de que la ofensiva es contra los terroristas islámicos que habrían lanzado desde Chechenia una serie de atentados contra varias ciudades rusas, que mataron a 300 personas en diversos barrios residenciales.Según la cadena de noticias del Estado ruso, los generales que comandan los frentes oeste y este de las fuerzas rusas en Chechenia, Vladimir Shamanov y Guennadi Trochev, se reunieron ayer con otros altos militares para decidir el camino a seguir. Los dos generales volvieron de Moscú, donde anteayer se reunieron con el ala dura del Kremlin, los ministros Putin y Sergueueiev. Por lo pronto, las fuerzas rusas siguen tomando el control de varias localidades chechenas y destruyendo instalaciones militares.

 


 

LOS TALIBANES DESAFIARON EL ULTIMATUM DE LA ONU
No se va, Bin Laden no se va...

t.gif (862 bytes) La milicia fundamentalista talibán, que controla el 85 por ciento de Afganistán, se rehusó terminantemente ayer a entregar al terrorista saudí Osama Bin Laden, implicado en los atentados del año pasado contra las embajadas norteamericanas en Kenya y Tanzania. Los talibanes desafiaron así un ultimátum de la ONU, que les amenazaba con imponer desde hoy sanciones económicas si no expulsaban a Bin Laden. Su extradición cobró nueva urgencia el viernes, luego de una serie de ataques terroristas contra objetivos norteamericanos y de la ONU en Islamabad, la capital de Pakistán. Parecía haber pocas dudas ayer que este atentado fue una suerte de “advertencia” dirigida a Estados Unidos y la ONU en relación a las sanciones económicas que se impondrían hoy sobre Afganistán. Los responsables, según sospecha el Ministerio del Interior paquistaní, no serían los propios talibanes, sino “comandos que apoyan a Bin Laden”. Esta teoría fue reforzada el viernes por la inmediata condena al atentado que vino del máximo líder talibán, Muhammad Omar. En efecto, Omar consideró que el principal objetivo del ataque era “complicar nuestras relaciones el mundo, especialmente con Estados Unidos”. Esta relación con Washington, o más bien su ausencia, fue citada ayer por los talibanes como la causa central de su rechazo a la extradición de Bin Laden. “No lo entregaremos porque no tenemos un tratado de extradición con Estados Unidos y porque Estados Unidos no reconoce nuestro gobierno”, explicó lisa y llanamente Wakil Ahmad Mutawakel, el encargado talibán de Relaciones Exteriores. De todos modos, concluyó Mutawakel, “no expulsaremos a Bin Laden contra su voluntad. Es inocente por lo que sabemos”. Las sanciones a las que se enfrentará desde hoy Afganistán consisten principalmente en el congelamiento de las cuentas bancarias de los líderes talibanes en bancos internacionales, y de una veda contra los vuelos de la línea aérea talibán “Ariana”. En realidad, el gobierno talibán no es demasiado vulnerable a sanciones económicas, dado que la mayor parte de sus ingresos parecen provenir del narcotráfico. Asimismo, los talibanes cuentan con el completo apoyo de la vecina Pakistán. En cualquier caso, con las sanciones entrando hoy en vigor, la Casa Blanca advirtió ayer a todos los ciudadanos norteamericanos en el exterior que “estén más alertas” ante la posibilidad de ataques de represalia.

 


 

Quemá esos mapas israelíes

t.gif (862 bytes) El gobierno israelí comenzará mañana la retirada de unos 100 kilómetros de Cisjordania para cederlos a la Autoridad Nacional Palestina (ANP), como parte del cumplimiento de los acuerdos firmados hace dos meses en la localidad egipcia de Sharm el-Sheij. Pero el líder palestino Yasser Arafat rechazó los mapas israelíes sobre esta retirada. El gobierno israelí respondió diciendo que de todos modos, la retirada se cumplirá. El ministro palestino Saeb Erekat, encargado de la aplicación de los acuerdos interinos con Israel, declaró ayer que la ANP desea obtener el control de “territorios más sustanciales” de los que debe transferirle este país. Y el gabinete de la ANP reclamó que la retirada israelí incluya a “zonas habitadas mayoritariamente por palestinos”. Esta es la segunda de tres fases del repliegue pactado en Sharm el-Sheij, y además de 100 kilómetros de Cisjordania comprende sólo el control civil de otros 150 kilómetros de tierras desérticas al sur de la ciudad de Belén, lo que molesta a Arafat.Entretanto, mañana se celebrará la tercera reunión de la última etapa de las negociaciones de paz entre los negociadores israelíes y palestinos.

 

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