El rubio delantero marcó su centésimo tanto a los 24 minutos y luego se fue lesionado, y aunque Colón empató con un gol de Enría, el equipo de Bianchi se llevó la victoria gracias al pibe Cristian Giménez.
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Como le pasó a River la semana pasada, Boca se sacó un pleno en la excursión a Santa Fe, aunque recién pudo festejar luego del pitazo final de Sergio Pezzotta. Por más que no jugó bien y que por momentos fue superado por Colón, los números le sonrieron al equipo de Carlos Bianchi. Ganó 2-1, alcanzó por lo menos hasta la tarde a River, y Martín Palermo consiguió el gol 100, aunque luego se fue lesionado. Además, los pibes que hizo ingresar Bianchi, La Paglia y Christian Giménez, armaron una jugada bárbara que le dio el triunfo a Boca a siete minutos del final. Patadas de los dos lados, empujones para cortar juego, pases a los contrarios, centros a las tribunas, jugadores lesionados, decisiones arbitrales polémicas, protestas hasta por los laterales. El primer tiempo tuvo muchos ingredientes, pero ni una pizca de fútbol. O sí. Cuando apareció Román Riquelme. El conductor de Boca la tocó poco, pero fue fundamental para su equipo y para que se vieran los únicos momentos de juego. A los 20, el volante pasó a dos defensores pero no pudo tocar con precisión ante el achique de Leo Díaz. Fue un aviso de lo que haría cuatro minutos más tarde. Con dos defensores encima, Riquelme bajó la pelota con el pecho, en el mismo movimiento se acomodó para sacarse la marca, y con el revés del pie lo habilitó a Palermo para que convirtiera su gol número 100. Como el delantero no falló, aunque le pegó mordido, Boca sacó una ventaja que no merecía.Nada cambió en el desarrollo, por más que ya no estaban Aquino, Palermo y Toresani, los tres lesionados. La confusión siguió dominando la situación, lo que fue mejor aprovechado por Colón. Aunque sin muchas luces, el equipo local empujó a Boca contra Córdoba y encontró su premio luego de un grosero error de Bermúdez. El colombiano intentó rechazar un envío largo, pero se la dejó servida a Enría, que habilitó a Biaggio. El remate pifiado del ex atacante de San Lorenzo rebotó en el palo, pero Enría anticipó a todos y marcó el empate. Era justo por el reparto de errores. La película continuó en la segunda parte, aunque la velocidad de Enría le otorgaba un plus a Colón. El partido siguió sin ser bien jugado, pero ganó en emotividad porque ninguno se conformaba con el empate. Como Boca acertó primero, se llevó el triunfo. La Paglia apiló a tres y entregó a Giménez, que tocó suave por entre las piernas de Díaz. Así Boca aseguró la tercera victoria consecutiva, que le pone presión a River y San Lorenzo.
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