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OPINION
La Alianza de Los Pumas
Por Alfredo Soares Gache *

No viajaron en el Tango 01 con odaliscas, pizza y champagne. No llevaron ni peluquero ni manicura ni a Elsa Serrano. Fueron apenas con la vieja y querida camiseta dentro del bolso y dos pesos para el café con leche. Pero hicieron quedar a la Argentina mil veces mejor que cualquiera de los políticos, funcionarios y cortesanos itinerantes que a costa del erario público recorrieron el mundo durante la última década.Los Pumas nos mostraron que para hacer vibrar al país y convocarlo en torno de un proyecto, no hacen falta discursos huecos ni promesas demagógicas. Sólo se necesita autenticidad, garra y mostrar a la gente que, independientemente de los resultados, uno está dispuesto a dejar el alma.Con todas las circunstancias en contra, Los Pumas hicieron frente, jugando de igual a igual, a los más temibles rivales. Y al final, ganar o no, resultó anecdótico. Así lo entendieron ellos y así lo entendimos todos.Si el pasado 24 de octubre María Julia Alsogaray –de paseo en Nueva York mientras ardían los bosques en el sur– exhibía impúdicamente la ética menemista, el desafío aceptado ese mismo día por la Alianza, debe ser alcanzar la estatura moral a la que llegaron Los Pumas en este Mundial. Gobernar la Nación o la ciudad requiere de la integridad, convicción, solidaridad y grandeza de espíritu de las que hicieron derroche nuestros jugadores.* Ex jugador de Los Pumas y ex subsecretario de Deportes de la Nación.

 

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