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Por Marina Caporale El CBC debería tener la misma jerarquía que una facultad, reclamó Genaro Gigliotti, titular de la Junta Interdepartamental del Ciclo Básico Común de la UBA, en medio de un debate por el futuro del curso. A poco de cumplir 15 años de existencia, el CBC transita una etapa de revisión que se inserta en el proyecto de reforma académica impulsado por la universidad porteña para todas sus carreras. El ciclo básico, donde estudian 70 mil alumnos y trabajan 2700 docentes, reclama su institucionalización y autonomía, la posibilidad de nombrar a los profesores por concurso y el mismo status que el resto de las unidades académicas de la universidad. Desde su creación, el CBC funcionó como una entidad dependiente del Consejo Superior de la UBA. Esto impide que elijamos a nuestros representantes y tengamos órganos de gobierno como el resto de las facultades, detalló Gigliotti. En este momento de reformas, estamos pensando cómo mejorar nuestro funcionamiento institucional y nuestros recursos humanos, dijo a Página/12 Alberto Fernández, director del ciclo. Al no tener poder decisorio, el CBC vive adaptándose a lo que le piden las distintas facultades, explicó Julio Posse, docente de Introducción al Conocimiento Proyectual y también miembro de la Junta Interdepartamental. Además, tener más autonomía permitiría realizar concursos docentes y ofrecer mayor estabilidad laboral, añadió Posse.Las autoridades y docentes del CBC comparten la preocupación por una cuestión que podría afectarlos seriamente: la posibilidad de que, con la reforma académica impulsada por el rectorado de la UBA, el ciclo introductorio desaparezca. El temor se funda en el proyecto lanzado hace cuatro años por la gestión del rector Oscar Shuberoff. El plan supone la división de todas las carreras en una estructura de dos ciclos. El primero, de dos años, brindará una formación básica y podrá ser común a varias carreras de una o más facultades. El segundo tramo se centrará en la formación específica de cada disciplina. Si la universidad se transforma, el CBC se transforma. No desaparece, aventuró Gigliotti. Y agregó: Esta es una instancia democrática, orientadora e igualitaria para todos los estudiantes que quieren entrar en la universidad, y debe seguir existiendo.Además de la formación académica, el CBC brinda contención y nivelación a una población muy heterogénea. Esta función no debe perderse, defendió Posse. La reforma no va a afectar al ciclo. En algunos casos, los contenidos de las materias se van a modificar, pero los cambios van a ser consensuados por representantes del CBC y de las facultades, aseguró Gigliotti. Y el director Fernández coincidió: La experiencia con las facultades que ya se han adaptado (Ciencias Económicas y Agronomía) fue buena. Funcionaron grupos interdepartamentales que se pusieron de acuerdo en los contenidos de los programas de estudio y las formas de evaluación, explicó.El fin de semana pasado, alrededor de 300 docentes de los distintos departamentos del CBC se reunieron para debatir y reflexionar sobre estas cuestiones. Uno de los temas tratados fue la necesidad de capacitar a los docentes y de realizar planes de investigación permanentes. Hay que desarrollar líneas de investigación y capacitación acordes con los cambios que estamos viviendo, subrayó Fernández. Otra cuestión que inquieta a docentes y autoridades es la falta de preparación con la que llegan los alumnos al CBC. Para intentar subsanar esto, se propuso tratar de extender a más alumnos los talleres de lectura y escritura que se ofrecen de forma optativa junto con la materia Semiología. En general, la escuela secundaria no prepara adecuadamente a los chicos dijo Posse. Uno de nuestros objetivos es intensificar el contacto con las escuela y, si es posible, brindarles algún tipo de capacitación a los profesores secundarios y del polimodal.
REVISTA ARTEFACTO, NUEVO NUMERO Por C. S. Para quienes quieran descubrir la Patafísica, esa ciencia humorística de las soluciones imaginarias, nacida a fines del siglo XIX como reacción al positivismo y su fe en el progreso ilimitado, el recién salido número 3 de la revista Artefacto. Pensamientos sobre la técnica puede convertirse en objeto de culto. Dirigida por Christian Ferrer, Daniel Butti, Flavia Costa, Daniel Mundo y otros docentes de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA), Artefacto (editada por Eudeba) es minuciosa hasta en la selección de dibujos que ilustran sus 184 páginas. El inventor de la Patafísica (Alfred Jarry, 1873-1907) y el Padre Ubú (su famosa creación), émulo de un odiado profesor de física de panza enorme y única oreja retráctil, fueron abuelos del surrealismo. Y proclamaron la supremacía del detalle frente a toda pretensión universalista. Las peripecias de los miembros del Colegio de la Patafísica son seguidas de cerca por Artefacto, que buceó y tradujo sus documentos. Tampoco falta un paseo por el poco conocido coletazo rioplatense de esa ciencia del absurdo que tocó a Juan Esteban Fassio, Macedonio Fernández y Julio Cortázar. El humor resulta una forma de la sabiduría y un medio de supervivencia en un mundo amenazador, anotó Ferrer. Además del tema central, hay textos inéditos de Ezequiel Martínez Estrada sobre el ajedrez, la ciudad y la técnica; El olvido del mal, por Héctor Schmucler, y El fin de la palabrística, por Marcelo Cohen. Se consigue en librerías y quioscos de Corrientes.
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