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Por Ariel Greco  "Sánchez
botón, ¿por qué no lo terminaste antes?" El último insulto de la tarde del pibe
en la platea de Independiente surgió espontáneo ni bien el árbitro marcó el final del
partido y cuando todavía la montaña de jugadores de San Lorenzo, que celebraban el gol
de Lucio Filomeno, no se había desarmado. Los últimos tres minutos transformaron un
derrota dura en una goleada dolorosísima para Independiente. Para los de Boedo fue el
paso de un triunfo trabajoso a una victoria convincente y contundente con pasaporte a la
ilusión incluido. San Lorenzo ganó 3-0 por el talento de Romagnoli, por el atrevimiento
de Estévez, por la firmeza de Ameli, por el ida y vuelta de Pusineri, pero sobre todo por
la concentración y la solidaridad de todos. Otro de los responsables fue Pablo Michelini,
que aunque no lo quiera admitir, es el caudillo de este conjunto. Por su voz de mando
adentro y afuera. --Pasó Independiente y siguen ahí en el campeonato como en la Mercosur. ¿Se vive de manera especial? --Sí, porque en está semana se empieza a resolver lo que puede ser el final del año. Es a todo o nada, porque si perdemos por ahí en dos fechas nos quedamos sin nada. Pero preferimos arriesgar y buscar todo. No podemos dejar el campeonato como está, ni tampoco la Copa, porque nos costó mucho llegar hasta acá. Les costó tanto como el desarrollo el partido de ayer. Recién a partir del penal, San Lorenzo pudo demostrar su superioridad, justificar el triunfo y terminar bailando a los locales. Con espacios se sintió cómodo y desplegó su repertorio. Así, de a poco y por demolición, se sacó de encima a Independiente y sigue el ritmo de River y Boca en la lucha por la punta. --¿Hay alguna diferencia entre los candidatos? --En lo futbolístico no. Lo cierto es que los tres puntos que lleva River pueden marcar algo. Pero falta mucho y todavía tenemos que jugar contra ellos. Eso nos da la tranquilidad de que tenemos hasta la última fecha para poder descontarles y no necesitamos hacer cuentas para ver en qué fecha se van a caer. Pero no estamos ansiosos. Para nada. Estamos confiados en que podemos tener un muy buen fin de año. --Lo que se habló, que son pibes y se van a caer, ¿ya es historia? --Sí. En la tercera fecha era la misma pregunta: `¿Ya se van a caer?'. En la sexta lo mismo. En la Mercosur nos decían `¿qué va a pasar en la cancha de Boca?', después cuando jugamos con Corinthians igual. Ya está. Creo que ya es algo superado. Si perdemos el campeonato o la Copa va a ser porque hay un equipo mejor, no porque hay muchos chicos en nuestro plantel. Llegamos hasta acá con ellos. --Por los pibes se los asociaba con los "Carasucias". ¿Este equipo se parece a los "carasucias" o a los "camboyanos" de la época de Giunta? --(Risas). No sé. La verdad que no sé a cuál de los dos se parece más. (Más risas). Tiene un poco de todo. Lo que sí está claro es que es un equipo que tiene muchas ganas de ganar algo. Son muchos chicos, pero serios, con mucha responsabilidad. Quieren ganar un campeonato. --Pero, más allá de las ganas, debe haber otros ingredientes para este momento. --Seguro, hay mucha confianza. Además, todos son conscientes de que casi no hay titulares confirmados. Cuando uno sale y entra otro, si juega bien se queda y eso es importante. Por eso el que tiene la oportunidad siempre la aprovecha al máximo. No te podés quedar. La palabra de Michelini tiene sustento. Pusineri arrancó el torneo como uno más y ahora es un indiscutido. Ante Independiente fue una de la figuras a pesar del golpe con Cambiasso y la cabeza vendada. Las firmas siguen. Faltó el goleador Bernardo Romeo, pero en el segundo tiempo ingresaron Julio Bevacqua y Filomeno, y en dos minutos liquidaron a Independiente. Y Ortiz da una mano, Netto cubre baches, Gallardo ayuda y todos suman. --Tampoco tienen tiempo de pensar. Ya se viene Palmeiras... --A Palmeiras le vamos a jugar con todo. Tenemos la suerte de enfrentar a un equipo que va a disputar la final del mundo quince días después. Te motiva mucho saber que vas a jugar con el equipo que va enfrentar al Manchester por la Copa Intercontinental. Te da mucho ánimo. Animo es lo que le sobra a San Lorenzo. Ese ánimo que le permite correr hasta el último segundo de cada partido, sobreponerse a las lesiones y suspensiones sin problemas, luchar aunque sea superado y jugar cuando se dan las circunstancias. Por ahora le alcanza para mantener la ilusión.
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