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"Me parece que Menem lo tiene muy confuso. Acá hay que empezar todo de cero", respondió el diputado Rodolfo Terragno a las declaraciones del presidente Carlos Menem sobre el Presupuesto 2000. Desde Anillaco, Menem calculó el déficit fiscal en "5100 o 5500 millones de pesos" y opinó que del proyecto de presupuesto confeccionado por Roque Fernández podrían recortarse "los fondos destinados a desarrollo humano y eliminar totalmente los gastos reservados". Además aconsejó a Fernando de la Rúa, su sucesor: "Debe gobernar con mano firme, si no es posible que algún tipo de turbulencia le cause algún tipo de daño". "No creo que Menem esté en condiciones de dar consejos, después de dejar una administración con un déficit tan grande", respondió el delarruista Rafael Pascual, casi seguro próximo presidente de la Cámara de Diputados. "Menem confunde. De movida, el Ministerio de Economía ya reconoció oficialmente que el déficit del '99 fue de 5800 aunque para nosotros fue más alto, por lo menos de 6000 a 6500 millones", explicó a Página/12 Terragno, quien está trabajando junto a José Luis Machinea en la reformulación del Presupuesto que De la Rúa quiere tener aprobado antes de asumir, el próximo 10 de diciembre. En la fórmula recomendada por el Presidente para que las cuentas cierren incluyó la eliminación de la partida "desarrollo humano", que tiene asignado unos 450 millones de pesos destinados a las provincias en reemplazo de los fondos especiales que venían recibiendo. Según explicó Terragno, en los diálogos que viene manteniendo la cúpula de la Alianza con los gobernadores, ya resolvieron asignarles una suma fija a las provincias --similar a la que recibieron durante 1999, de alrededor de 1000 millones--, a cambio de que den su media aprobación a la futura Ley de Coparticipación Federal. Si bien esto no va a significar un ahorro en números, en la coalición suponen que se traducirá en un beneficio en la ecuación "riesgo país", siempre tenida en cuenta por los inversores extranjeros. "Hay que conseguir sí o sí un acuerdo fiscal que garantice la distribución entre la Nación y las provincias en los próximos años", respondió Terragno, quien insistió sobre la necesidad de que los técnicos de la Alianza y del Gobierno se pongan de acuerdo en las cifras reales del déficit planteado para el año que viene. Según lo establecido en la ley de convertibilidad fiscal, el déficit no debería superar los 4500 millones mientras que --según los economistas de la coalición-- el proyecto de Presupuesto que maneja el oficialismo dispararía esa cifra por encima de los 10.000 millones. "Se compara peras con manzanas y eso hace que los números que se tiran terminen siendo inciertos", remarcó Terragno, quien el sábado estuvo en la clínica donde está internado De la Rúa para discutir el tema presupuestario. Hoy por hoy, la preocupación del gobierno entrante es conseguir llegar al 10 de diciembre con el Presupuesto aprobado, una ambición que cada día que pasa parece más complicada de concretar. Menem ayer coincidió con ese deseo pero aclaró que todavía "no existe una certeza plena sobre cómo se van a poner de acuerdo" los economistas de una y otra parte con los gobernadores. "Las provincias tratan de salvar sus recursos y es lógico que así sea", consideró el Presidente. Para Terragno, las mayores dificultades en cumplir con el plazo establecido no están tanto en el acuerdo con los gobernadores --que ya lo da como un hecho-- sino en las desinteligencias existentes entre el propio oficialismo, ya que sus diputados se resisten a considerar los proyectos que le envían desde la Rosada. "Estamos trabajando muy a contrarreloj y la paradoja es que dentro del PJ no están de acuerdo con sus propias propuestas. Nosotros quisimos que se avanzara con sus proyectos de coparticipación federal --ya sea el que preparó Ramón Ortega o el que envió la Jefatura de Gabinete-- pero lo rechazaron los diputados del oficialismo. Por eso no nos quedó más remedio que negociar con los gobernadores", consideró Terragno.
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