Por Alfredo Zaiat y David Cufré En el paquete impositivo que
la Alianza enviará al Congreso para que sea aprobado junto al Presupuesto 2000 se vuelven
a salvar la televisión por cable y los medios de comunicación. Esas dos actividades
junto a ciertos alimentos que estaban exentos, como el pan y la leche, quedarán fuera de
la generalización del IVA incluida en el proyecto de reforma tributaria. Transporte y los
alquileres comerciales tendrán medio IVA, del 10,5 por ciento. Esa iniciativa contendrá
también la extensión del Impuesto a la Ganancias a las cooperativas y mutuales, y un
aumento de Impuestos Internos.
La Alianza forzará al PJ a dar quórum para aprobar la reforma impositiva poniendo sobre
la mesa la resistencia de los gobernadores a disminuir la cuota mensual por
coparticipación de 920 a 880 millones de pesos mensuales, lo que implica una merma de
recursos para la Nación de 480 millones anuales. En una carrera contra reloj, hoy en
Diputados tratarán de dar media sanción al Presupuesto.
Este paquete ya levantó la oposición de la Unión Industrial Argentina que reclama
incluir en Ganancias a la renta financiera, y generará otras resistencias que la Alianza
espera diluir con el impulso de la fuerza que da empezar un nuevo gobierno.
Después de estudiar diversas alternativas, el equipo que lidera José Luis Machinea
delineó el paquete impositivo, concentrado la presión en las personas y en el consumo,
sin afectar a las empresas. La economía argentina tiene un problema de
competitividad, entonces el paquete fiscal no aumentará los costos de las empresas,
resumió a Página/12 la filosofía de la reforma un estrecho colaborador del futuro
ministro de Economía de Fernando de la Rúa. Aunque el presidente electo se resistió a
empezar su mandato anunciando más impuestos, Machinea lo terminó de convencer en una
reunión que tuvo ayer en el sanatorio, argumentado que las cuentas tal cual las deja
Menem no cierran para cumplir con la Ley de Convertibilidad Fiscal. El bache a cubrir es
de 1500 millones de pesos, que Machinea piensa llenar con más recaudación por vía de la
nueva reforma y la que derivará de un mayor nivel de actividad económica.
En ese panorama, la negociación con el PJ por el mínimo de recursos a distribuir entre
las provincias ha complicado las proyecciones fiscales de Machinea. Los gobernadores
rechazaron ayer la propuesta de la Alianza de una transferencia mensual de una suma fija
de 870 millones de pesos. Esta discusión se vincula con la del Presupuesto, dado que
Fernando de la Rúa pretendía acordar con los mandatarios del interior un esfuerzo
conjunto en materia fiscal. En otras palabras, el presidente electo quería comprometerlos
con el ajuste de gastos. Sin embargo, los gobernadores se hicieron firmes en su postura de
mantener el actual Pacto Fiscal, que les garantiza un piso de ingresos mensuales de 740
millones y un techo de 920 millones.
Más allá de las diferencias entre los propios mandatarios justicialistas (ver página
5), entre éstos primó la posición de mantener el techo de coparticipación vigente. Su
apuesta es a que obtendrán más recursos que si se limitaran sus ingresos a 870 millones,
pues aunque este año el promedio mensual que recibieron fue de 850 millones, entienden
que el crecimiento de la economía y en consecuencia de la recaudación les
permitirá superar ese monto y llegar a una cifra más cercana a los 920 millones.
En función de esta definición, en la Alianza se resignaron a dejar la discusión por la
coparticipación para otro momento. En rigor, no podían hacer otra cosa si es que
pretendían conseguir la aprobación del Presupuesto antes del 10 de diciembre. Por el
mismo motivo es que la coalición aceptó no eliminar los fondos con asignación
específica para las provincias Fonavi, del Conurbano Bonaerense y Eléctrico,
que inicialmente aspiraba eliminar, y para cubrir ese desembolso canceló la rebaja de
aportes patronales programada para fin de año.
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