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El futuro plan social incluye una
batería de empleos subsidiados

La política social de la Alianza contempla becas de 100 pesos
para que los adolescentes pobres vuelvan al colegio y un pago de 200 pesos mensuales para jefes de hogar contratados en pymes.

Diagnóstico: Los técnicos aliancistas parten de un preocupante diagnóstico de la herencia menemista en términos sociales, en particular para los jóvenes.

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En el primer año de gestión, el programa de becas cubriría a 93.000 mil jóvenes pobres.
Los jefes de hogar recibirán 200 pesos mensuales para desempeñar tareas de 30 horas semanales.


t.gif (862 bytes)  El plan de la Alianza para erradicar la indigencia a través de subsidios directos, publicado ayer por Página/12, es sólo una de las facetas de la política social que implementará el gobierno de Fernando de la Rúa. El resto del programa incluye un plan de “vuelta a la escuela” para adolescentes y jóvenes marginados del sistema educativo, mediante el pago de becas de entre 50 y 100 pesos mensuales; políticas de empleo para jóvenes y jefes de hogar en pymes, haciéndose cargo el Estado del pago de un salario de 200 pesos mensuales; y una jubilación de 100 pesos para los ancianos que hayan quedado fuera del sistema previsional.
Aunque lo anunciará el propio De la Rúa recién cuando asuma, el Plan Social de la Alianza ya está listo. Fue diseñado por un grupo de especialistas radicales y del Frepaso entre los que se cuentan Pablo Vinocur, Luis Beccaria, Laura Goldberg, Aldo Isuani y Eduardo Bustelo, este último como coordinador. Y sea quien fuera designado al frente del nuevo Ministerio de Acción Social, Graciela Fernández Meijide o Cecilia Felgueras, el plan en sí no sufrirá mayores cambios.
Los técnicos aliancistas parten de un preocupante diagnóstico de la herencia menemista en términos sociales, en particular para los jóvenes. Los principales puntos del Plan Social, al que accedió este diario, son los siguientes:
ron2.gif (93 bytes)  Plan “vuelta a la escuela”: destinado a integrar al sistema educativo a adolescentes de 14 a 17 años, trabajen o no. En el primer año de gestión, el programa cubriría a 93.000 mil jóvenes pobres, con un 40 por ciento que no estudia, pero trabaja, y un 60 por ciento que no estudia ni trabaja. Así, en el primer año de gobierno se reintegraría al sistema educativo a un cuarto de los jóvenes que desertaron en los últimos años.
El plan consiste en otorgar un subsidio, durante todo el año, de 50 pesos mensuales para los jóvenes de entre 14 y 15 años; y de 100 pesos para los de 16 y 17 años. A cambio, deberán cumplir con un 80 por ciento de asistencia mínima a la escuela, tener un rendimiento educativo mínimo y cumplir con controles de salud periódicos.
ron2.gif (93 bytes)  Inserción laboral de jóvenes: está destinado “a los 300 mil desocupados de entre 18 y 24 años que pertenecen a los grupos más pobres de la estructura social”. El programa consiste en el pago de subsidios de entre 150 y 200 pesos, en contratos renovables de 6 meses. En un primer período de capacitación los jóvenes recibirían un subsidio de 159 pesos mensuales. El pago se ampliaría a los 200 pesos para aquellos jóvenes insertados en empleos productivos en pymes. Estos empleos promocionados serían alentados en diversos sectores: servicios personales, cultura, deporte, educación y turismo. El programa completo duraría un año, con 6 meses de “capacitación” dentro o fuera de una empresa y otros 6 meses de trabajo.
ron2.gif (93 bytes)  Empleo para jefes y jefas de hogar: apunta a “generar puestos de trabajo para la realización de viviendas u obras de infraestructura, principalmente comunitaria, y servicios sociales con una remuneración de 200 pesos por mes y con una dedicación no menor a 30 horas semanales, por un plazo de un año”. Se estima que, en el primer año, podría cubrir a 100 mil jefes o jefas de hogar pobres, que no sean favorecidos con los subsidios que repartirá el plan de lucha contra la indigencia. Ese plan cubriría en el primer año a 460 mil familias indigentes, que serían favorecidas con un aporte estatal de 60 pesos mensuales por cada niño del hogar.
ron2.gif (93 bytes)  Derecho a la protección de los ancianos: el objetivo es “garantizar una mejor calidad de vida de las personas de 70 años y más que no hayan accedido a ningún beneficio previsional y se encuentran solas”. Según datos del Indec, 600 mil hogares están compuestos por personas de más de 70 años que viven solas. De ellos, casi 90 mil no tienen cobertura previsional. A esta gente se le otorgaría una pensión de 100 pesos mensuales. Además, se prevé “controles de salud periódicos y asistencia domiciliaria para quienes la necesiten, brindada por los egresados de los cursos de capacitación del programa de empleo para jóvenes”. El costo total de estos planes ascendería a los 840 millones de pesos, que se sumarían a los 900 millones del “Plan para erradicar la indigencia”. Y los técnicos aliancistas consideran que son perfectamente financiables mediante una reasignación de los 3400 millones de gastos sociales considerados “flexibles” en el Presupuesto del año 2000.

 


 

PLAN DE TELEFONICA PARA “SANEAR SU BASE DE CLIENTES”
Cortaron la línea a 200 mil abonados

t.gif (862 bytes) Por primera vez en ocho años de concesión, Telefónica de Argentina registró este año una reducción de las líneas en servicio. La política de “desconexiones llevada a cabo por la compañía con el objeto de sanear la base de clientes”, según reconoce en el informe que acompaña el balance, arrojó como resultado que 200 mil abonados perdieran la línea entre octubre de 1998 y setiembre de 1999. Contra 160 mil nuevas líneas instaladas, la cantidad neta de líneas en servicio se redujo en casi 40 mil entre dichas fechas.
Los ingresos por ventas netas consolidadas de Telefónica (incluida la facturación de celulares y de servicios de valor agregado) alcanzaron a 3399 millones de pesos en el año, 36 millones menos que el año anterior. Sin embargo, las ganancias de explotación llegaron a 922 millones, 5 millones más que en el ejercicio 1997/98.
Telefónica logró compensar parcialmente la caída en la facturación por abono básico (-3,9 por ciento), servicio medido local (-7,4) y de larga distancia (-9,9), con los aumentos que obtuvo en ventas de servicios avanzados de voz y red inteligente (50,4 por ciento), transmisión de datos (49,2), telefonía pública (13,6) y servicio celular de Unifon Zona III (9,9).
La empresa de telecomunicaciones española continuó, durante el período, con su política de reducción de personal, desprendiéndose de otros 900 empleados. La dotación al cierre del ejercicio alcanzaba a 10.186 personas. En cambio, incrementó en un 125 por ciento sus gastos en publicidad y promoción, en vinculación con la apertura a la competencia del mercado.
Según informó la compañía, durante el ejercicio la inversión en bienes de uso y materiales de la sociedad y sus compañías controladas fue de 1016 millones de pesos, superior en 141 millones a la efectuada en el período anterior. Por impuesto a las ganancias, Telefónica de Argentina devengó en el ejercicio 196 millones de pesos, un 22,2 por ciento menos que en el año anterior.

 

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