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Carlos Ruckauf dejó un presente para los amigos antes de abandonar la presidencia del Senado, que a partir del 10 de diciembre estará a cargo del aliancista Carlos Chacho Alvarez. Mediante un decreto reservado pasaron a planta permanente 86 empleados que hasta ahora estaban en situación transitoria. Todos ellos familiares de los senadores justicialistas Carlos Reutemann, Angel Pardo, José Luis Gioja y Horacio Salazar. Un empleado aburrido paseó su mirada sobre los papeles que descansaban en una dependencia de la Cámara alta y descubrió una copia del decreto 1212 que fue firmado por Ruckauf el mismo día en que se encontró con Alvarez para prometerle que dejaría las cuentas del Congreso en orden. La picardía representará para la nueva administración una erogación anual estimada en unos 3 millones de dólares. Una verdadera contribución al ajuste que deberá hacer su sucesor para que le cierren las cuentas en el 2000. Entre los beneficiados por el decreto, que para más datos está calificado como reservado, se encuentran Enrique Reutemann, hermano del gobernador electo de Santa Fe Carlos Reutemann; Sebastián Pardo, hijo del senador correntino Angel Pardo; Leonardo Gioja, sobrino del senador José Luis Gioja, de San Juan, y María del Carmen Zalazar, hija del senador chaqueño Horacio Zalazar. Ruckauf opinará sobre el tema una vez que regrese de su viaje por los Estados Unidos, le aseguró a la agencia DyN el vocero del gobernador electo de la provincia de Buenos Aires, Julio Macchi, quien dijo no tener la menor idea de lo que le estaban preguntando. En la Alianza no disimularon la indignación y recordaron que no es la primera vez que Ruckauf apela a estos decretos para devolver favores políticos. En diciembre de 1998 incorporó de un plumazo a 80 nuevos empleados a la planta permanente de la Cámara alta, y otros 60 en agosto de este año. A los que se sumarían estas nuevas 86 asignaciones fijas, con lo que el poder del vicepresidente para dar trabajo con sólo poner una firma al pie de un decreto quedaría demostrado con 226 nuevos sueldos que deberá pagar el Estado en menos de un año. Fuentes cercanas al Frepaso aseguraron que Chacho Alvarez no disimuló su enojo. Esta nueva bomba de tiempo económica que deja el PJ se agrega al recorte de 31 millones en el presupuesto destinado a financiar el Senado de la Nación, que en el 2000 pasará a recibir 139 de los 170 millones que obtuvo Ruckauf en 1999. Los sueldos representan unos 106 millones, casi el 70 por ciento del los fondos. Si se comprueba que las incorporaciones fueron irregulares o innecesarias, se dispondrá la baja inmediata de los designados, amenazaban ayer fuentes aliancistas, que no pudieron dejar de tomar en cuenta el contexto en que se firmó el decreto: en el Día del Empleado Administrativo Parlamentario, y a las pocas horas del encuentro entre Ruckauf y Alvarez, cuando el primero le había prometido a su sucesor una transición consensuada y alta calidad política. El 11 de noviembre fue, además, el día del arquero, aseguran ahora en el Frepaso.
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