OPINION
Cascos Blancos, avalados por la
ONU
Por Octavio Frigerio * |
En
una columna que Página/12 publicó el 3/11, el contador público Ariel Umpiérrez,
presidente de Médicos en Catástrofe, emite opinión sobre política exterior, crisis
humanitaria global, falencias sociales propias, criterios para organizar la sociedad civil
y, finalmente, Cascos Blancos. Sostiene allí que deben reformularse los Cascos
Blancos, transformándolos en una agencia técnica, dirigida por profesionales
experimentados y con verdadera vocación de servicio. Retórica cortésmente
indirecta que significa, claro, que en opinión de Umpiérrez carecemos de la adecuada
experiencia profesional, aptitud técnica y genuino compromiso solidario.
Para mi comodidad, no me es necesario asumir personalmente la refutación de lo que
Umpiérrez manifiesta (y no considera necesario fundamentar). Puedo trasladarle la tarea
al doctor Kofi Annan, secretario general de las Naciones Unidas, quien termina de elevar a
la Asamblea General un balance de la acción de los Cascos Blancos durante sus cinco años
de existencia (reporte A/54/217 de fecha 13 de agosto).
El documento extrae conclusiones del resultado de más de medio centenar de misiones
desplegadas bajo bandera de Naciones Unidas en Medio Oriente, el Cáucaso, Africa
subsahariana, el sudeste asiático, América Central, el Caribe y América del Sur. En
ellas, centenares de voluntarios Cascos Blancos mayoritariamente argentinos pero, en
número creciente, también de otros países cumplieron objetivos humanitarios de la
más diversa índole: asistencia médica y sanitaria, suministro de agua potable y
alimentos, reinserción de ex combatientes en la vida civil, atención a refugiados y
desplazados, construcción de vivienda social, desminado humanitario, monitoreo de
derechos humanos, respuesta de emergencia a desastres naturales terremotos,
inundaciones e incendios forestales, amparo a grupos vulnerables en situaciones de
convulsión interna o cooperación en el desarrollo socioeconómico de comunidades en
crisis.
El documento del secretario general resulta consagratorio para los Cascos Blancos: es de
un compromiso infrecuente en el elogio de nuestros logros y formula una exhortación no
menos categórica a los 188 países a canalizar crecientes esfuerzos de cooperación, esto
es, recursos económicos y humanos a través del instrumento Cascos Blancos, al que augura
un papel decisivo en el sistema de cooperación multilateral.
Entre las varias recomendaciones prácticas, es especialmente destacable la de extender el
empleo de los Cascos Blancos asociándolos con los Cascos Azules, para que manejen las
implicaciones humanitarias de las crisis de seguridad. Vale señalar que ya existen
acciones compartidas de tal tipo en Líbano y en Timor Oriental.
Los Cascos Blancos han demostrado ser un mecanismo idóneo para organizar los recursos
voluntarios de la sociedad civil (un tema sobre el que Umpiérrez también se siente
autorizado a opinar). Han logrado convocar un flujo creciente de ese aporte generoso
porque han acreditado confiabilidad, en términos de eficiencia, transparencia y aptitud
operativa. A partir de lo cual pueden canalizar aquel recurso, ya hacia una operación
multilateral, coordinada por Naciones Unidas, ya hacia la cooperación bilateral: cuando
es preciso ayudar a un país amigo afectado por una crisis de tipo humanitario, Cascos
Blancos es la agencia del Estado responsable.
Finalmente, esa capacidad voluntaria puede ser empleada dentro del propio territorio.
Fronteras adentro, Cascos Blancos han trabajado en acciones asistenciales y de emergencia
en Santiago del Estero, Tucumán, Salta, Formosa, Misiones, Corrientes, Santa Fe y Chubut
(por ejemplo, en las graves inundaciones del año pasado en el litoral).
En esta transición hacia un gobierno de signo partidario distinto del actual,
especialistas en política exterior de todo el espectro partidario han coincidido en que
esta iniciativa del gobierno del presidente Menem debe proyectarse como política de
Estado. En todo caso, los Cascos Blancos están ya definitivamente instalados en el
sistema de Naciones Unidas como un valorado instrumento de la acción humanitaria global.
* Secretario de Asistencia Internacional Humanitaria. Cascos Blancos. Presidencia
de la Nación. |
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