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La Selección decide en Sevilla si quiere ser toro o torero

Enfrenta a España después de la baja producción y la derrota en Barcelona. Los locales vienen de empatar con Brasil. Bielsano confirmó el equipo, pero haría seis cambios.

Bielsa parece buscar algo en el suelo Ojalá hoy, en la Cartuja, lo encuentren todos.

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Página/12en España
Por Fabián Ortiz Desde Sevilla

t.gif (862 bytes)  Habrá que ver si el lujo le sienta mejor que la austeridad a la Selección de Marcelo Bielsa. Después de una semana recluidos en unas habitaciones de un confort espartano, las del CAR de Sant Cugat, los argentinos apuran las horas para el partido contra España en un hotel se superlujo en la isla de La Cartuja. Desde sus ventanas pueden ver la “grandeur” de la Sevilla que dejó el socialismo de Felipe González, la de la Exposición Universal y el tren de alta velocidad, un panorama que contrasta y mucho con la realidad de esta España “neoliberal” que, según el presidente José María Aznar, “va bien”, pero sigue sumando nombres/números en las listas del paro. Sevilla toda espera con impaciencia el España-Argentina. La selección de José Antonio Camacho apuntó algunas cosas buenas contra Brasil el pasado sábado (0-0), y dejó la sensación de que puede más. La de Bielsa, por el contrario, rozó el ridículo ante el Espanyol, jugó un mal partido y como consecuencia de eso perdió. Argentina es, hoy por hoy, la víctima propiciatoria para que España se acabe de sacudir de encima su fama de equipo perdedor, segundón, que arrima pero no moja. Pero aunque entre los hinchas exista esa sensación, Camacho y los suyos no se fían ni un pelo.“Más allá de cómo hayan quedado con el Espanyol, no nos van a regalar nada”, dijo ayer Camacho, un tipo tan sincero como parco en palabras. Definió a Argentina como “un equipo que no da nada por perdido, que siempre sale a ganar y sus jugadores presumen de ello. Es una selección orgullosa”. El técnico español retocará varias piezas con respecto al sábado pasado: pondrá a Julen Guerrero en lugar de Valerón como enganche, cambiará a Michel Salgado, Abelardo y Sergi por Ferrer, Nadal y Aranzábal en la defensa, y reunirá a Alfonso con Raúl en punta.Bielsa dio una conferencia de prensa larguísima, en la que se destacaron dos aspectos: lo poco que habló de España y lo tenso de su relación con los enviados especiales argentinos. “Espero la misma España de los diez o doce partidos últimos, protagonista y ofensiva”, dijo, para añadir apenas que “contra Brasil hizo un buen juego y mereció mejor resultado”. El Loco anunció que también le meterá el bisturí al equipo del domingo. “Tendrán lugar en la alineación hombres que el otro día no jugaron o no lo hicieron de entrada, como Ayala, Sensini, Zanetti, Claudio López o Simeone”, aseguró. No confirmó el equipo –ver aparte–, pero tras la práctica de ayer casi no quedaron dudas para los observadores.El lunes, aún en el CAR barcelonés, Bielsa desayunó apurado maldiciendo a la tecnología. No hubo modo de hacer andar la “pecé” con la cual se conecta a Internet para seguir los comentarios de la prensa argentina. Se hubiera llevado un disgusto. En los alrededores del técnico se dice que el desperfecto no fue casualidad y que “alguien” trató de evitarle el mal trago de leer los comentarios de la derrota con el Espanyol. En los puyazos con la prensa argentina, Bielsa negó que le haya faltado rigor al planteamiento del domingo contra el Espanyol, defendió a los jugadores (“el máximo responsable de lo sucedido soy yo”), negó que aquel fuera el peor partido de la Selección desde su llegada (“los errores estuvieron en la posesión, no en la recuperación”) y también que el balance de su trabajo sea negativo en la valoración de la hinchada.Bielsa también defendió al Burrito Ortega, autor de una agresión sobre Pablo Rotchen que vieron millones de personas por televisión. “No se puede responder con violencia a la violencia, pero también hay que analizar los episodios previos que ocurrieron. Esto no exculpa al agresor, pero explica lo sucedido. Se tomarán medidas sobre este asunto, pero sólo en el plano interno”, dijo el técnico. O sea, que le dirán a Ortega que no lo haga más, que eso está muy feo, que eso no se dice, que eso no se hace, que eso no se toca.

 


 

SE REENCUENTRA CON JULEN GUERRERO
Con la marca del Cholo

Por F.O. Desde Sevilla

t.gif (862 bytes) Julen Guerrero es un buen tipo. Tanto, que a veces parece una monja. Hoy se volverá a enfrentar con Diego Simeone, un jugador diametralmente opuesto en estilo y en carácter, un tipo malcarado que cierto día, durante un Athletic de Bilbao-Atlético de Madrid, le abrió un boquete en el muslo derecho con un pisotón caballar. Pero Julen es un buen tipo, y ayer se apresuró a decir que “aquello no es algo que ninguno de los dos queramos recordar”. El Cholo sí lo hizo, invitado por ciertos periodistas deseosos de reabrir la herida. “Estuve mal, y justo fui a tocar a uno que es cuidado por toda España”, dijo, dándole un nuevo significado al verbo tocar. Sea como sea, los tapones de los botines de Simeone ya no le dan miedo a Guerrero, que como consecuencia de aquella agresión se pasó más de un mes sin poder jugar.Todos los jugadores de ambos bandos se intercambiaron públicamente piropos (“España está al nivel de las mejores del mundo”, dijo Pochettino; “Argentina no nos va a regalar nada, es un equipo competitivo y con futbolistas excelentes”, recordó Guardiola), como para que el amistoso de hoy sea muy amistoso. Ayer hasta se cruzaron en el estadio: España terminaba su práctica y Argentina llegaba para hacer la suya. Hasta posaron juntos para una promoción de Unicef.El estadio de La Cartuja, llamado “Olímpico” porque se levantó para apoyar la candidatura de Sevilla para la organización de los Juegos de 2004, acogerá el tercer partido de fútbol desde su inauguración, en 1998. Sólo un España-Croacia y la final de la Copa del Rey en junio pasado le dieron perfume futbolero al recinto, que a finales de agosto acogió la Copa del Mundo de atletismo.

 

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