Por Sergio Kiernan La columna que el
periodista Martin Andersen publicó en el diario The Washington Times el 28 de octubre,
dando una dura serie de ejemplos sobre la corrupción en Argentina, detonó ayer una
guerra de desmentidas, acusaciones y amenazas de juicio entre los mencionados en el
artículo. Mientras que el presidente del bloque de diputados del PJ, Humberto Roggero,
acusaba a un lobby que opera a la prensa por el escándalo, su colega de banca
Claudio Sebastiani se esfumaba pero mandaba a decir por su vocero que ya estaba
hablando por Internet con un estudio de abogados en EE.UU. para hacerle juicio a ese
periodista. Roberto Azaretto, presidente de la Asociación de Defensa de Usuarios de
Servicios Públicos, citado por Andersen como testigo, confirmó que en mayo escuchó a
Sebastiani decir que había manejado personalmente una inmensa coima en efectivo.En su
artículo, Andersen ejemplificaba el nivel de impunidad reinante en nuestro país
relatando un diálogo en el Café de la Paix de Recoleta, una tarde de mayo de este año,
en la que el diputado Sebastiani se habría jactado de ser uno de los cinco que puso
la plata en los sobres. La plata en cuestión, escribió Andersen,
serían 25 millones de dólares, el precio de bloquear en el Congreso la apertura del
mercado farmacéutico argentino. Azaretto es citado por el periodista norteamericano como
testigo de la conversación.El Imperio contraataca, dijo, floridamente, el
diputado Roggero, que atribuyó la denuncia a una producción mediática de este
diario de la Secta Moon, que financió a los contras nicaragüenses y el contrabando de
armas a Corea del Sur. Para el legislador cordobés, la denuncia no es la
primera operación que se hace en el tema patentes, es la tercera o la cuarta que el
Imperio hace con patentes y con el mismo tipo de sospechas. Roggero, y sus asesores
en la Cámara, enmarcaron el incidente en un contexto de lucha entre los
laboratorios multinacionales medicinales y la industria argentina. Lamentablemente
estas denuncias ponen en tela de juicio la defensa de los intereses nacionales
definió el diputado porque acá todo el mundo sabe que en la ley de patentes
hay intereses confrontados entre laboratorios extranjeros y nacionales.Para Roggero,
las acusaciones de corrupción son maniobras para atacar los intereses
nacionales. El diputado recordó que Leslie Ackerman, vicepresidente de la cámara
de los laboratorios de Estados Unidos (FARMA), ya había acusado a fines de 1997 a
legisladores argentinos de recibir coimas a cambio de aprobar la ley de patentes. El
entonces diputado nacional y actual secretario de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires,
Enrique Mathov, al enterarse de estas acusaciones se presentó a la Justicia pidiendo que
se iniciara una investigación y que se citara a declarar por vía diplomática a
Ackerman. A mediados de 1998, cuando el vicepresidente de FARMA se encontraba en la
Argentina de visita, debió partir apresuradamente a Montevideo al enterarse de que el
Congreso pediría su captura.Roggero recordó también que el periodista Derroy Murdot, de
The Wall Street Journal, a principios de 1997 ya había publicado una columna muy
similar a la de este señor vinculando al Congreso con el pago de coimas por las patentes
farmacéuticas, a través del entonces diputado radical Ernesto Algaba. Respecto de
este nuevo round en la pelea que Roggero ve con los norteamericanos, el
diputado dijo que hablé con el diputado Sebastiani ayer a raíz de esta situación
que se ha planteado y él ha iniciado las acciones legales. Ha negado terminantemente la
reunión, el conocimiento de esta persona, dicha reunión y este comentario que no
existió y que nunca existió el hecho, dijo Roggero.Esto no es exactamente así.
Por un lado, el vocero de Sebastiani, Eduardo López, afirmó que el diputado está
eligiendo abogado enWashington para procesar a Martin Andersen y al Washington
Times. Estamos hablando por Internet sobre el caso, detalló López, que dijo
que Sebastiani no hablará con los medios hasta que hayan comenzado las acciones legales,
probablemente este fin de semana o la semana que viene. Sin embargo, fuentes
del bloque del PJ aseguraron que Sebastiani hablará a la prensa a más tardar
hoy, presionado por sus pares. Roberto Azaretto, el testigo que confirmó el
contenido del artículo y que también será enjuiciado por Sebastiani, se encargó de
destacar la otra imprecisión de Roggero.El lunes a la noche, en la única
declaración que hizo hasta ahora, el diputado Sebastiani no negó la reunión con
Andersen, detalló Azaretto. El diputado Humberto Roggero dice que la reunión
no existió, pero Sebastiani la admite. Y eso es lo que importa. Para el testigo,
las cosas son simples: En mayo, en el Café de la Paix de Recoleta se dijo una cosa,
Mick Andersen la publicó, me llaman y yo digo que es cierto, que lo oí. No sé si los 25
millones los pagaron los laboratorios o quién, pero sé que Sebastiani dijo eso. No
recuerdo que haya hablado de Roggero, no tengo tanta certeza. El dijo que contó la plata
en una sala de presidencia. Yo no sé si Sebastiani votó o no votó a favor
de los laboratorios argentinos. Que Roggero lo hable con Sebastiani, no conmigo.
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