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Por Felipe Yapur Acosado por los juicios por secuestro de menores cometidos durante la dictadura y el enriquecimiento ilícito logrado con la plata sucia del Proceso, Antonio Domingo Bussi pugna por lograr la impunidad que le otorgarían los fueros parlamentarios que obtuvo el 24 de octubre. Pero no le será fácil. Tanto el bloque de la Alianza como el del PJ presentaron proyectos para evitar que el ex dictador integre nuevamente la Cámara baja. Los hay vehementes, como los del diputado Alfredo Bravo y Alfredo Neme Scheij, que sostienen que es imprescindible impugnar e impedir el ingreso del dictador. Los hay también más moderados, como el que encabeza Mario Cafiero, quien pretende suspender el diploma del militar hasta tanto se integre la Comisión de Etica Pública. Esta deberá impugnarlo en base a su falta de idoneidad moral. Pero en lo que todos coinciden es en que para que Bussi no sea diputado es necesario voluntad política para impedirlo. Todos los legisladores consultados juran que ésta existe.Pero el tiempo juega en contra de los diputados. El lunes se incorpora el diploma del ex dictador y el primer día de diciembre se realizará la jura de los nuevos legisladores. Por ello todos los representantes que presentaron proyectos reconocen que la definición del caso Bussi tiene que darse el próximo miércoles, justo el día en que la Cámara se reunirá para tratar el Presupuesto del 2000. El bussismo cree que este espinoso tema, que enfrenta a los partidos mayoritarios, terminará favoreciendo al ex dictador.Otro punto que el bussismo piensa que juega a su favor es la falta de unanimidad que existe tanto en los bloques de la Alianza como del justicialismo. Esto, por ahora, es cierto. Ayer, en el bloque del PJ no se llegó a un acuerdo sobre qué hacer con el pliego de Bussi ya que existen dos proyectos. Uno de ellos es el que presentó la diputada Marta Ortega de Aráoz, quien plantea la inhabilitación para ocupar la banca hasta tanto Bussi obtenga un fallo judicial favorable en las causas que pesan sobre él. El otro es el que encabeza Mario Cafiero. El diputado entiende que es necesario primero suspender provisoriamente la admisión del diputado Bussi hasta tanto se expida la Comisión Nacional de Etica Pública. Este proyecto, considerado por varios de los colegas de Cafiero como moderado, fija un plazo de 30 días para que dicha comisión se integre y dictamine sobre la condición moral del ex dictador para acceder a una banca de diputado nacional. Es verdad que este camino puede ser considerado un poco más moderado. Pero creo es el más seguro, se defendió Cafiero. La reunión del bloque terminó cuando su titular, Humberto Roggero, consideró que era preciso esperar unos días antes de resolver.En la vereda de la Alianza sucede algo similar. Los legisladores Bravo y Neme Scheij presentarán el lunes un extenso proyecto donde se realiza una detallada descripción de su raid genocida durante la dictadura militar. Los diputados escucharán el listado de las personas desaparecidas durante el paso del militar por Tucumán entre 1975 y 1977, un detalle de los inmuebles que el dictador adquirió en los años de plomo y los procesos que llevan adelante los jueces Ricardo Maturana (enriquecimiento ilícito), Adolfo Bagnasco (desaparición de menores) y Baltasar Garzón (genocidio). Con todo estos datos no se puede pedir una inhabilitación provisoria, es imprescindible impugnar y rechazar la incorporación de Bussi, indicó el diputado socialista.Mientras Bravo y Neme Scheij terminan de redactar contra reloj su proyecto, los diputados de su mismo bloque, Nilda Garré, Diana Conti, Juan Pablo Cafiero y Pablo Fernández presentaron el suyo. Curiosamente éste coincide en parte con el presentado por Ortega de Aráoz y el del Cafiero peronista. Estos aliancistas sostienen que la idoneidad moral de Bussi está seriamente dañada pública y notoriamente. Tiene un pedido de captura internacional por violaciones a los derechos humanos, y con relación a lafalsedad ideológica de sus declaraciones juradas y cuentas bancarias en el exterior no declaradas, lo comprendería la ley de Etica Pública.Un detalle a tener en cuenta es la posición del nuevo gobierno sobre este tema. Ayer, el posible ministro de Justicia de la Alianza, Ricardo Gil Lavedra, advirtió que para rechazar el pliego del ex dictador debió haberse impugnado su candidatura y no esperar a que se realizara la compulsa popular, que lo consagró diputado. Esta posición no es compartida por la APDH, entidad que también presentó una impugnación en donde sostiene que el voto sin el cual no hay república ni democracia, no es un instrumento mágico para limpiar basura. Sin duda, esto preocupa al ex dictador quien ve que el arco democrático se está uniendo en su contra.
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