Diputados
radicales presentaron ayer un proyecto de declaración rechazando el decreto del Ejecutivo
que cesa la intervención del Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI)
prevista hasta el 10 de diciembre y que supone el nombramiento de un nuevo directorio
cuando falta menos de un mes para el cambio de gobierno.
El INPI, una dependencia clave en el controvertido tema de las patentes medicinales, es un
organismo descentralizado que depende de la Secretaría de Industria. Los diputados
radicales consideraron la inoportunidad e inconveniencia de nombrar un nuevo
directorio en un período de transición y reclamaron la derogación del decreto.
El proyecto, que lleva la firma, entre otros, de los diputados radicales Juan Pablo Baylac
(Buenos Aires) y Mario Negri (Córdoba), expresa entre sus fundamentos la importancia que
tiene el nombramiento del directorio del INPI para el nuevo gobierno. Los diputados
destacaron que la ley de patentes sancionada en 1995 dejó muchos puntos sin definición y
es precisamente al Instituto al que competerá la resolución de esas cuestiones, puesto
que la norma comenzará a regir a partir de enero. Entre las tareas del organismo estará
nada menos que el establecimiento de los montos que deberán pagar los laboratorios
(nacionales) que quieran comercializar drogas desarrolladas por terceros (extranjeros).
Por su parte, el secretario de Industria, Alieto Guadagni, de quien depende el INPI,
deslindó responsabilidades por la decisión presidencial. No soy yo quien firma los
decretos, me enteré por el Boletín Oficial, argumentó. Guadagni admitió que
cuando dialogó con el economista Miguel Bein, coordinador del proceso de transición en
Industria, le aseguró que la designación del nuevo directorio quedaría para la futura
administración.
Rodolfo Terragno también se sumó al coro de los opositores al decreto. Cualquier
decisión de último momento que pretenda limitar o restringir la libertad de acción del
futuro gobierno está sujeta a revisión, declaró el candidato a jefe de Gabinete.
No es admisible que días antes de concluir estos 10 años y medio de gobierno el
presidente Menem pretenda tomar decisiones que afecten la evolución del país a partir
del 10 de diciembre, se quejó. Ya bastante tenemos con la restricción que
significa la deuda y la crisis fiscal que vamos a heredar como para que además se
agreguen decisiones de último momento que pretenden restringir la libertad de acción del
futuro gobierno, concluyó Terragno.
El justicialista Emilio Martínez Garbino sostuvo respecto al nuevo directorio del INPI
que: Si (José Luis) Machinea cambia algún funcionario del INPI por presión de
Estados Unidos, que recuerde antes que estaría comportándose igual que Domingo
Cavallo, recordó. En relación a las denuncias de sobornos, Martínez Garbarino
afirmó que desde la embajada de Estados Unidos tratan de embarrar la cancha.
Facturas de proveedores La excusa preferida en la Casa Rosada es la caída en la recaudación. Pero
lo cierto es que, no bien asuma, Fernando de la Rúa deberá hacerse cargo de un paquete
de 1000 millones de dólares en deudas que le deja a manera de regalo Carlos Menem.
Además del pasivo acumulado con los exportadores, por 470 millones de pesos, la Alianza
deberá hacerse cargo de deudas con un grupo de empresas privadas proveedoras del Estado.
A diversas compañías constructoras de rutas y caminos el Estado les debe un total de 400
millones de pesos. Y otros 180 millones a un grupo de contratistas privados. Según la
Unión de Proveedores del Estado, las deudas más críticas son las que
afrontan las áreas de Defensa, Salud y Educación. En el Ejército, por ejemplo, hay
facturas impagas en los gastos de catering, alimentos, indumentaria y calzado por un total
de 25 millones. En el Ministerio de Salud, las deudas impagas de los últimos tres meses
acumulan 40 millones. |
Leve recuperacion de la industria en octubre
La economía camina a paso lento
La
actividad industrial creció alrededor del 1 por ciento en octubre, con lo que se
estabiliza la recuperación iniciada en julio y que ya acumula un 7 por ciento. No
obstante, la comparación con octubre del 98 muestra una caída del 4,5 por ciento,
aunque si se excluye al sector más afectado, el automotor, la caída se reduce al 1,9 por
ciento. Las cifras fueron dadas a conocer en conferencia de prensa por Alieto Guadagni,
secretario de Industria, y contribuyen a presentar un cuadro menos dramático del
registrado en la primera mitad del año.
De acuerdo con la información compilada por Industria, los datos de octubre
continúan presentando signos alentadores, destacando que la producción de aluminio
aumentó un 41 por ciento con relación al mismo mes del año pasado, mientras que los
despachos de cemento al mercado interno crecieron 2,2 por ciento sobre los valores de
setiembre de este año.
Guadagni criticó a quienes hablan de desindustrialización durante los 90:
Una frase sobre la que se machaca es que en la última década hubo
desindustrialización, se quejó. Para refutar estas afirmaciones, el secretario
comparó el crecimiento acumulado de la producción industrial desde 1991, que situó en
46,5 por ciento, con el mismo valor para la producción mundial; un 25,5 por ciento.
Además, agregó, si se toma a 1970 como base 100, el índice para 1990 es 98,3 y para
1998, 144,1. ¿Dónde está la desindustrialización?, se preguntó. Guadagni
también sostuvo que durante la década del 90 hubo creación de empleo en un
65 por ciento mayor a la década del 80.
La inversión extranjera mereció un capítulo aparte. Si se considera la propiedad de las
200 principales empresas del país, en 1994 eran extranjeras 69 y nacionales 131. Esta
proporción se invirtió de manera exacta para 1998. Guadagni no se mostró preocupado por
las nuevas relaciones de propiedad y las atribuyó a la actitud del empresariado nacional.
Esto es un choque de culturas empresariales, explicó. Muchos
empresarios argentinos, que en el pasado vivieron cómodos bajo la protección, ahora
decidieron vender sus empresas y dedicarse a actividades recreativas. Y no se puede tener
inversión sin empresarios. Aunque yo hubiese preferido que la inversión la hagan
empresarios locales, lo cierto es que muchos de los extranjeros que vienen tienen una
visión más optimista de la Argentina; si no, no se explica que Chile esté invirtiendo
en el sector forestal argentino. Y bienvenido sea, porque no se trata de negarle ningún
sector a nadie, argumentó. Las cifras brindadas por la secretaría confirman el
optimismo. La inversión de firmas extranjeras en la industria manufacturera, tanto en
nuevas plantas como en ampliaciones, en los últimos dos años se multiplicó en 3,5
veces. Mientras que el promedio anual entre 1990-1996 fue de 1107 millones de dólares,
entre 1997-1999 creció a 3921 millones.
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