Por Diego Schurman La Confederación
General del Trabajo (CGT) le advirtió a Fernando de la Rúa que no tolerará un
nuevo ajuste económico y que en caso de que ello suceda la Alianza deberá
enfrentar una férrea resistencia del sindicalismo. El mensaje hacia el presidente electo
se hizo conocer apenas un día después de que las corrientes internas de la central
gremial sellaran un acuerdo de unidad, tal cual reveló ayer Página/12.
El tono envalentonado de la CGT provino tanto del mercantil Armando Cavalieri como del
metalúrgico Francisco Gutiérrez, el representante de Lorenzo Miguel en la central
obrera.
Con el acuerdo de unidad interno fortalecemos un polo de poder que servirá para que
el Gobierno ponga equilibrio en la Argentina, dijo Cavalieri a este diario
pintándose la cara. El mercantil, junto al resto de la cúpula cegetista, no sólo
mantuvo un bajo perfil en estos últimos meses de gobierno de Carlos Menem, también
negoció con el presidente el decreto que devuelve a la CGT el control absoluto del dinero
de las obras sociales.
Gutiérrez detalló las razones de la unidad cegetista. No teníamos paraguas
político de parte del peronismo porque cada uno está defendiendo lo suyo. Debíamos
defender nuestra estructura y estar atentos frente a los ajustes que se vienen, dijo
sobre la situación interna del sindicalismo que sólo la llegada de un partido de
distinto color político al justicialista puede resolver.
Durante la gestión menemista, la CGT sufrió innumerables procesos de fractura. En la
actualidad se divisan cuatro corrientes. El Movimiento Obrero con Propuesta del petrolero
Antonio Cassia, el más cercano a Menem; la CGT propiamente dicha, cuya cúpula obtuvo
algunos beneficios de las reformas económicas; el Movimiento de Trabajadores Argentinos
(MTA), la fracción rebelde que se mostró crítica, sobre todo de los procesos de
flexibilización, y la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), la agrupación antimodelo
que está fuera de la interna cegetista.
El acuerdo logrado el miércoles en la sede de Luz y Fuerza fue rubricado por la CGT y el
MTA, y seguramente sumará, la próxima semana, al MOP. Cassia ya fue invitado al
encuentro que se celebrará el jueves en el sindicato de camioneros.
El pacto incluye el armado de una mesa de unidad y la convocatoria a un
congreso en abril, donde se formalizará el nombramiento del reemplazante de Rodolfo Daer
en la secretaría general.
La necesidad de recuperar poder logró sentar en una misma mesa a dirigentes sindicales
históricamente enfrentados. Uno de los casos paradigmáticos es el de Gerardo Martínez y
Hugo Moyano. En los últimos años fueron un clásico las agarradas no sólo a
trompadas sino también a tiros entre las barras de la Unión Obrera de la
Construcción (UOCRA) y los camioneros.
Martínez fue uno de los titulares de la CGT que mostró mayor condescendencia con Menem,
a quien consideró su amigo, aunque luego fue trasladando su apoyo a Eduardo Duhalde.
Moyano adquirió el rol de crítico y en algunos momentos de opositor, a punto tal que en
1995 llamó a las bases a votar por el entonces frepasista José Octavio Bordón en contra
de la reelección de Menem.
Encuentro organizado por la CTA
Lula en Buenos Aires
En
el marco impuesto por la derrota y el terror, el pensamiento perdió autonomía y audacia
para arriesgar nuevos sentidos que pusieran en crisis el orden establecido, señala
la primera convocatoria al Encuentro Nacional por un Nuevo Pensamiento en la Argentina,
cuya segunda edición comenzará hoy a las 19 en el Aula Magna del Colegio Nacional Buenos
Aires, con la presencia de Luiz Inacio Lula Da Silva, presidente honorario del
Partido de los Trabajadores de Brasil. El encuentro culminará el domingo 21 con un
repudio por la designación del represor Antonio Domingo Bussi como legislador nacional.
Este segundo Encuentro Nacional por el Nuevo Pensamiento es organizado, como los
anteriores, por el Instituto de Estudios y Formación, que dirige el economista Claudio
Lozano. El Instituto forma parte de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA), que
encabeza el sindicalista Víctor De Gennaro.
El tema de esta convocatoria es Democracia, Estado y Desigualdad y la reunión
se organizó en paneles con expositores, talleres donde se discutirán las ponencias
presentadas y talleres libres propuestos por los participantes. Entre los invitados
extranjeros, además de Lula, se encuentran el economista francés Bernard Cassen,
presidente de AttacFrancia (Asociación de Ciudadanos por la implementación de la Tasa
Tobin al flujo de capitales); el fiscal Carlos Castresana, titular de la Unión de
Fiscales Progresistas de España, quienes comenzaron el juicio contra los genocidas
argentinos; el economista y politólogo alemán Joachim Hirsh; el economista francés
Alain Lipietz, especializado en temas de ecología política; el filósofo francés Frank
Peaupeou, discípulo de Pierre Bourdeau; la economista mexicana Ana Esther Ceceña,
directora de la revista Chiapas, y el sociólogo colombiano Jaime Zuluaga.
Entre los participantes argentinos se encuentran José Nun, Mario Rapoport, Fortunato
Mallimaci, León Rozitchner, Julio Sevares, Juan Villarreal, René Boneto, Juan Carlos
Camaño, Jorge Cardelli, Oscar Cardoso, Luis Bruschtein, Estela Carlotto, Víctor De
Gennaro, Claudio Lozano, Víctor Mendibil, René Bonetto, Francisco dos Reis, Julio
Gambina, Carlos Girotti, Horacio González, Laura Guinzberg, Daniel Illanes, Pablo Javkin,
Marta Maffei, Carlos Vilas y Alberto Parisi.
Frente a la nueva etapa institucional que se abre, nos interesa plantear el debate
señaló Lozano. De la misma forma que en las usinas del poder están
debatiendo lo que se debe hacer, es importante que nosotros recojamos lo que están
debatiendo las organizaciones sociales. Es necesario discutir la oferta falsa que se
plantea desde distintos organismos internacionales, como el Banco Mundial, que se puede
sintetizar como una especie de dualismo social con beneficencia.
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