San
Lorenzo jugó el mejor partido desde que Oscar Ruggeri tomó la conducción del equipo. Le
ganó a Palmeiras, un rival durísimo y uno de los mejores equipos del continente. Y sin
embargo la fiesta bajo la lluvia torrencial no pudo ser completa. Se ganó la primera
semifinal de la Mercosur pero por escaso margen y ahora le queda bailar con la más fea
cuando juegue de visitante la revancha en San Pablo. San Lorenzo tuvo un comienzo
arrollador, bajó el nivel cuando promediaba la primera parte y Palmeiras tomó mejor las
marcas para recuperar y distribuir bien la pelota y volvió a ser superior en
el último tramo. Sin embargo, fue Palmeiras el que tuvo las dos situaciones claras de la
etapa en una gambeta larga de Asprilla que se quedó sin ángulo tras eludir a Campagnuolo
y en un centro de Arce que no alcanzaron el colombiano ni Nunes. San Lorenzo llegó en un
tiro libre de Córdoba y en un desborde de Pusineri que iba a rematar Romeo cuando Baiano
anticipó justo. Pese a las marcas de Tiago sobre Romagnoli y de Junior sobre Estévez,
San Lorenzo pudo ser superior por la generosidad en el desmarque de esos dos pibes y el
apoyo constante de los demás. No hubo jugador azulgrana que bajara los 6 puntos en una
eventual calificación. Pero este Palmeiras marca-raspa como un equipo
argentino y juega-toca como un brasileño y además le sobra experiencia. Sin
embargo, si Palmeiras había creado más situaciones en el primer tiempo, San Lorenzo
justificó su triunfo en el segundo. Logró la ventaja con el claro penal de Junior Baiano
a Romeo que convirtió Córdoba pero pudo aumentar por Romeo, por Estévez y aún en esa
jugada del final de Moreno. Justo es decirlo, el resultado estuvo abierto hasta el último
minuto porque Pusineri salvó el empate sobre la línea. Palmeiras es el mejor equipo de
su país por amplio margen sobre el Corinthians el otro que le hace sombra en estos
últimos años, Vasco da Gama y los devaluados Gremio, Cruzeiro o Flamengo. Por algo
está en las semifinales de la Mercosur sin haber pasado sobresaltos. Por algo se va el
domingo a Tokio para disputarle la Intercontinental al Manchester después haber ganado la
última Libertadores. No en vano Scolari, un viejo zorro, cumplió anoche 205 partidos al
frente de los verdes paulistas. La categoría individual de sus hombres Zinho,
Asprilla, Nunes, Tiago, Arce- y la solidez de conjunto de Palmeiras lo hacen un equipo
difícil de abordar. El pecado de la ventaja mínima no es de San Lorenzo. Es que
Palmeiras resulta una montaña muy alta de escalar. Por eso el triunfo azulgrana tiene un
enorme valor. Aunque haya que jugar la revancha en San Pablo.
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