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Página/12 Por Marcelo Justo Cherie embarazada, Cherie sonriente, Cherie multiplicada en las primeras planas de todos los diarios británicos, que anunciaron ayer a los cuatro vientos el gran evento del fin de milenio: la esposa del primer ministro Tony Blair tendrá su cuarto hijo el próximo mayo. Por primera vez en un siglo y medio, un premier será padre en ejercicio de su función. Ese dato parece ser suficiente para que, del día a la noche, Cherie Blair, de 45 años, aparezca en todas partes, perseguida por los paparazzi y las cámaras, exhibiendo la magnífica sonrisa de las embarazadas y convirtiéndose en el hecho político mediático, que --en ausencia de la princesa Diana--, se ofrece a los británicos para este fin de siglo. El sorpresivo anuncio formó parte del síntoma más típico de las sociedades mediáticas: la filtración selectiva. Según la oficina del primer ministro, cuando el Daily Mail llamó para preguntar si era verdad que Cherie estaba embarazada, Tony Blair decidió adelantar el anuncio. Su portavoz dijo que: "El primer ministro y la señora Blair esperaban anunciar más adelante el embarazo ya que sólo un número reducido de familiares, amigos y funcionarios sabían del hecho. Los dos están encantados con la noticia que los sorprendió sobremanera. Sólo lamentan que muchos amigos hayan tenido que enterarse por la prensa". Nadie sabe a ciencia cierta quién pasó el dato al Daily Mail y con qué intenciones, pero la especulación en seguida fue que la obsesiva máquina propagandística que rodea a Tony Blair, que se ha destacado por el sutilísimo manejo de los medios de comunicación, podría haber adelantado el anuncio para contrarrestar la "mala prensa" que tenía por la elección del candidato a intendente de Londres del Partido Laborista. El primer ministro, que intentó por todos los medios bloquear al popular "Ken el rojo" (el diputado de la izquierda laborista Ken Livingstone), tuvo que morder el polvo esta semana y aceptar que Livingstone será uno de los precandidatos. La oficina del primer ministro negó terminantemente que hubiera un intento de desviar la atención de la opinión pública, pero si no la causalidad al menos sí la casualidad ha juntado ambos hechos. La elección del intendente de Londres ocurrirá en la misma época que el nacimiento del nuevo Blair: principios de mayo. El primer ministro y su mujer recibieron las felicitaciones inmediatas de políticos de todos los partidos. Hasta el líder del Partido Conservador William Hague y su mujer Fion dijeron que era una "noticia maravillosa". Anuncio manipulado o no, el embarazo es una realidad y sorprendió por varias razones: * Por una cuestión de edad y trabajo, más que de disposición libidinal (si no véase Bill Clinton), no es usual que los mandatarios tengan hijos mientras ejercen sus funciones. En Gran Bretaña es la primera vez en 150 años que un primer ministro en ejercicio será padre. * Los Blair tienen tres hijos de 15, 14 y 11 años, con lo cual parecían haber cerrado el capítulo familiar hacía más de una década. * Cherie Blair es una de las cien abogadas más importantes de Gran Bretaña. * Tiene 45 años. Las estadísticas señalan que de los 725.800 nacimientos que hubo en 1997 sólo 683 correspondieron a madres de 45 años o más. El columnista de temas médicos del The Times, Thomas Stuttaford, daba a estos hechos una de las explicaciones más antiguas de la humanidad. "El embarazo es seguro resultado de uno de los típicos errores que se cometen a esa edad: relajar los controles anticonceptivos asumiendo erróneamente que es altamente improbable", comentaba ayer en el matutino conservador. El hecho de que los Blair sean profundamente cristianos, aunque a diferencia de otros mandatarios no condenan ni practican el aborto, contribuyó al evento. Pero en definitiva la culpable parece ser Italia. Los enfervorizados y febriles periódicos británicos, aun hasta los más serios y prestigiosos, han llegado a la conclusión de que la concepción tuvo lugar en agosto en la bella Toscana italiana. No es que los reporteros e investigadores británicos tengan acceso a improbables fuentes "a prueba de balas". Se trata más bien de puro cálculo. Si el nacimiento es en mayo, el hecho debió ocurrir en agosto, cuando Tony, Cherie y familia estaban veraneando en la Toscana. El aire mediterráneo, unos vasos de Chianti y la inspiración romántica que la bella Italia produce en los británicos hicieron el resto.
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