Por José Natanson Enrique
Coti Nosiglia y Carlos Chacho Alvarez se reunieron al menos en dos
oportunidades desde el 24 de octubre. El radical se comprometió a desactivar la demanda
judicial que había presentado contra el frepasista y a apoyar la candidatura de Aníbal
Ibarra para la Jefatura de Gobierno. Los dos encuentros, que hasta el momento habían
permanecido en secreto, tienen una enorme significación política: marcan el acercamiento
entre dos dirigentes de primerísima línea de la Alianza, enemigos declarados, que no se
hablaban desde hace años. Las dos reuniones fueron confirmadas a Página/12 por fuentes
irrefutables del Frepaso y del radicalismo porteño. La primera fue gestionada por Alberto
Flamarique, el principal operador de Alvarez y uno de los pocos dirigentes del Frepaso
respetado por Nosiglia. La idea era que el encuentro fuera estrictamente reservado, por lo
que en principio estaba previsto que se realizara en un domicilio particular. Finalmente
se entrevistaron a solas durante una hora en el Hotel Intercontinental. A diferencia del
primero, el segundo encuentro no fue planeado con anticipación. Ocurrió un par de días
después, antes de que Fernando de la Rúa viajara a París. Fue en el piso 19 del Hotel
Panamericano, el centro de operaciones de la Alianza. Participaron, además de Nosiglia y
Alvarez, De la Rúa, Rodolfo Terragno y Flamarique. La relación entre Alvarez y Nosiglia
nunca fue buena. El jefe del Frepaso siempre le achacó al ex ministro de Raúl Alfonsín
haberse opuesto a la conformación de la Alianza, allá por agosto de 1997. Pero los
cortocircuitos continuaron una vez que la coalición estuvo conformada. Es el
responsable de grandes negociados políticos, dijo Alvarez a principios del año
pasado, antes de acusarlo de ser el ideólogo de un pacto entre De la Rúa y
Carlos Menem. Fue antes de la interna de la Alianza, cuando radicales y frepasistas
discutían casi diariamente. Nosiglia respondió entablando una querella por calumnias e
injurias contra el diputado.La última disputa ocurrió este año. Pocos días antes de la
interna por la candidatura a jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra le comentó a Alvarez que
algunos sectores de la UCR fogoneados por el Coti estaban jugando a favor de Dante Caputo,
candidato del socialismo popular, en una elección que se limitaba al Frepaso. En esa
oportunidad, Chacho apeló a De la Rúa, quien le prometió resolver el tema.Esta
secuencia de encontronazos terminó de definir una gélida relación entre ambos, que
hasta hace poco no se comunicaban sino a través de terceras personas. Es que, a pesar de
la opinión de Chacho, Flamarique y Darío Alessandro, dos dirigentes de primera línea
del Frepaso porteño, mantienen un diálogo más que aceptable con Nosiglia.La relación
comenzó a recomponerse luego del triunfo de la Alianza en las elecciones del 24 de
octubre. En los encuentros, Alvarez le reconoció a Nosiglia haber trabajado como pocos
para el triunfo de la Alianza. El radical, a su vez, aseguró que volcará sus esfuerzos a
favor de Ibarra en las elecciones porteñas. No es un dato menor. Luego de conocerse la
derrota en la provincia de Buenos Aires, muchos especularon con la posibilidad de que
algunos sectores de la UCR amenacen la candidatura de Ibarra. El respaldo explícito de De
la Rúa disipó estos temores. Hoy, ya sea por convicción o conveniencia, Nosiglia ha
aceptado la postulación del ex fiscal y parece dispuesto a trabajar para su victoria.El
segundo tema que impedía el diálogo, la querella judicial, fue rápidamente resuelto
luego de que el radical se comprometiera a desactivarla. Está en el pasado,
aseguró un dirigente con acceso cotidiano a los múltiples despachos de Nosiglia.
Chacho no modificó suopinión sobre el Coti, pero por lo menos ahora se
hablan, aseguró a este diario un dirigente del Frepaso. El acercamiento entre los
dos dirigentes tiene una enorme relevancia para la interna de la Alianza. Es que, a pesar
de su habitual estilo fantasmagórico, Nosiglia mantiene una influencia considerable
dentro de la UCR. Líder de una parte no desdeñable del radicalismo porteño, la palabra
del ex ministro ejerce un convencimiento no menor sobre varios diputados nacionales y unos
cuantos legisladores locales. De la Rúa nunca dejó de escucharlo y sus relaciones con
importantes personajes del PJ Carlos Corach y Hugo Anzorreguy y con altos
sindicalistas Luis Barrionuevo y Armando Cavalieri son impecables. Además,
Nosiglia puede enorgullecerse de ser uno de los pocos dirigentes radicales que mantiene un
diálogo regular con los dos principales jefes partidarios: De la Rúa y Raúl Alfonsín.
Ayer se produjo una clara señal de la recomposición entre el creador de la Coordinadora
y el jefe del Frepaso. Marcelo Stubrin, un diputado cercano a Nosiglia, instó a unos
trescientos militantes reunidos en el Comité Capital de la UCR a apoyar la candidatura de
Ibarra. Tenemos que honrar los compromisos con los otros partidos de la Alianza y
ayudar a consolidar la candidatura de Aníbal Ibarra como jefe de Gobierno porteño,
dijo Stubrin.
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