Por Laura Termine
Desde Roma
Carlos Ruckauf retomó en Roma su andanada de críticas contra los líderes mundiales
de la socialdemocracia, a los que acusó de actuar comocapitalistas salvajes en los hechos
y sostener sus ideales sociales sólo en los discursos, repitiendo una fórmula ya
ensayada durante la campaña a la gobernación cuando definió a Graciela Fernández
Meijide como la cabecera de playa de la socialdemocracia marxista en la
provincia de Buenos Aires.Después de disfrutar de un almuerzo organizado en la embajada
argentina ante la Santa Sede, durante el cual fue condecorado con la Orden de Malta por su
defensa de los valores cristianos expresada también durante la campaña con los
epítetos de abortista y atea con los que calificó a Fernández
Meijide, sentado junto al embajador Esteban Caselli, el electo gobernador recordó
que el 95 por ciento de las armas que se venden a los países del hemisferio sur vienen de
las naciones administradas por gobiernos socialdemócratas y pidió a los mandatarios de
esa tendencia política hechos concretos para frenar la venta de armas.La
visita de Ruckauf a Roma coincide con un seminario organizado en Florencia donde este fin
de semana están reunidos el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, y los mandatarios
europeos Tony Blair, Massimo DAlema, Lionel Jospin y Gerard Schroeder, a quienes el
vicepresidente argentino acusó de mantener una tesis hipócrita por las
dificultades que encuentran los granos y las carnes de los países sudamericanos para
competir en los mercados del Primer Mundo.La dureza contra los hombres reunidos en el
vértice de Florencia al que también asiste el presidente brasileño Fernando
Henrique Cardoso se evaneció cuando Ruckauf recordó su relación con el presidente
electo Fernando de la Rúa y aseguró que no puedo hacer un gobierno exitoso en la
provincia si el gobierno nacional no hace una gestión exitosa. Ruckauf se
entusiasmó con los nombramientos de Llach en el Ministerio de Educación: Se va a
llevar muy bien con Bordón que ocupara la misma cartera en territorio
bonaerense dijo. El vicepresidente también insistió sobre sus planes de seguridad
que incluyen patrullajes de la Gendarmería Nacional en las calles de la provincia.
Ruckauf explicó que su idea es simplificar el ingreso de los efectivos de Gendarmería a
la provincia para que puedan actuar combatiendo hechos puntuales como el narcotráfico.
Para perseguir narcotraficantes no hay que pedir permiso, golpeó el sucesor
de Eduardo Duhalde.Ruckauf que llegó a Roma junto a Carlos Menem para participar de
la ceremonia que convertirá a Héctor Valdivielso Sáez aprovechó el viaje para
repetir ante los hombres de la Curia su posición antiabortista, defendida a cruz y espada
durante los meses pasados. Un mensaje que en el Vaticano adoran escuchar, ahora que
esperan las señales que dará el nuevo gobierno sobre su disponibilidad a mantener la
política de relaciones en el mismo camino construido durante la gestión de Menem.
El cruzado antiaborto En su último viaje al exterior como presidente, Carlos Menem llevó a sus
funcionarios y amigos de siempre. Pero mientras se esperaba su llegada, el ingreso de
Guillermo Patricio Kelly al hotel Excelsior sorprendió a todo el mundo. Kelly subió
hacia su habitación aclarando que habitualmente se aloja allí cuando pasa por Roma y que
su viaje no tenía nada que ver con la visita presidencial. Menem amaneció tarde ayer y
sólo salió del Excelsior después de las once de la mañana para disfrutar de una
jornada libre de golf, empañada más tarde por una lluvia insistente. Menem se despedirá
mañana del Papa durante una audiencia privada y tendrá un encuentro con el cardenal
Alfonso López Trujillo, titular del Pontificio Consejo para la Familia, quien está
organizando la comisión especial encargada de llevar la posición antiabortista del
Vaticano a los foros internacionales. El embajador Esteban Caselli informó que la
comisión comenzará a funcionar en enero del próximo año, y que además de Menem
contará con los ex presidentes Violeta Chamorro y Belisario Betancourt.
Ultimo intento para liberar a Seineldín
Con el respaldo de sectores ultraconservadores del
sindicalismo peronista, los seguidores de Mohamed Alí Seineldín marcharon ayer hasta la
Basílica de Luján para rezar por la excarcelación del ex coronel, que desde la prisión
de Campo de Mayo anunció su renuncia indeclinable a la actividad política.
Los incondicionales del militar carapintada, que se alzó en armas contra el gobierno
constitucional, se movilizaron para presionar en lo que, aseguraron, será la
última oportunidad, antes que se vaya Carlos Menem para conseguir el indulto o la
amnistía. El aniversario de la Batalla de la Vuelta de Obligado se convirtió en la
bandera que enarbolaron un puñado de militantes nacionalistas y de partidos
neomilitares para reclamar por la libertad de Seineldín, al que identificaron como la
reserva moral de la Nación. Esta vez, fue con una misa en el territorio del
más menemista de los obispos del episcopado, monseñor Emilio Ogñenovich. Aunque el
prelado facilitó la cristiana expresión de los acólitos de Seineldín,
esquivó el pedido de hacerse cargo de la homilía del Día de la Soberanía desde el
púlpito de la Basílica. El despliegue de propaganda callejera fue importante,
afiches en todo el oeste del conurbano, desde Liniers hasta Luján, y en ciudades
como Saladillo, Pergamino, Junín, Chivilcoy, Campana y San Nicolás pero los
organizadores no alcanzaron a reunir las dos mil almas que se habían puesto como meta. |
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