Por Martín Pérez Luz,
cámara, acción, repetía Benito mientras corría por los pasillos vacíos de la
fábrica devenida set de filmación. Papá, mirá lo que está haciendo Beni,
lo denunciaba su hermana Lisa, que intentaba llamar a su vez la atención de su padre.
Gustavo Cerati, mientras tanto padre de Lisa y Benito, se tomaba un descanso
entre toma y toma intentando no arrugar ni manchar el blanco delantal de médico que lo
transforma en el Dr. Pinifarina, personaje que interpreta en + bien, la película que
comenzó a filmar en Buenos Aires el debutante Eduardo Capilla, y cuyo rodaje transcurría
en un ambiente decididamente distendido y familiar. Es que estamos haciendo una
película pop, y no de rock, calcula su director. Soy actor recién desde el
lunes pasado, bromeaba Cerati, que más de una vez dijo que protagonizaría una
película recién cuando su colaborador visual en tantos shows se decidiera a dirigir.
Pues bien: el momento llegó, para Gustavo y para Capilla, un artista plástico que
confiesa que cuando llegó a Buenos Aires, dos décadas atrás, jamás había soñado que
terminaría dirigiendo una película. En realidad, antes de + bien, la película que
inicialmente Capilla iba a filmar junto a Gustavo Cerati y Ruth Infarinato, que
está presente también en este proyecto era otra, llamada tentativamente
Chupámela en el paraíso. Pero finalmente aquella película quedó como
posible continuación de esta que estamos haciendo ahora, aclara/confunde Capilla,
que, para llegar de sus instalaciones callejeras a este presente de largometraje, debió
recorrer un largo camino de asistente y director de arte, tanto en películas como en
puestas musicales, así como dirigiendo comerciales y videoclips. Yo me vine de Mar
del Plata en 1980, con mis cuadros de colores pastel en la cabeza, explica este
alumno de Romero Brest, responsable de la puesta en escena de la presentación de
Bocanada, un show que Cerati aún está presentando, lo que obligó a suspender el rodaje
hasta el verano. Entonces, habrá otras dos semanas de filmación en Córdoba.Ximena
Caminos es la directora de arte, pareja de Capilla y coproductora del film. Y es ella la
que sugirió el nombre de Eric Rohmer a la hora de hablar de referencias cinematográficas
para + bien. El Rohmer del film El rayo verde, que es filosófico sin hablar todo el
tiempo de filosofía. Es que + bien, según Capilla, es una película filosófica.
Su protagonista, en realidad, es el debutante Arsushi Mikuzawa, que interpreta a un
filósofo con mal de amores que es socorrido por dos amigos bastante diferentes el uno del
otro. Uno, interpretado por Damián De Santo (el Gonzalo de Vulnerables),
tiene un costado más oscuro, mientras que el otro (el que le toca a Cerati), es bastante
más optimista. En realidad, los tres encarnan aspectos diferentes de una
persona, explica Capilla, que a la hora de hablar de referentes locales menciona la
película 1000 boomerangs, de Mariano Galperín, como su preferida de entre las del nuevo
cine argentino, donde él intenta ubicarse cómodamente. La mía va a ser una
película filosófica, pero no como las de Bergman sino más pop, explica. Y,
si tengo que buscar un ejemplo, el modelo estaría cerca de las intenciones de Kurosawa en
su película Dreams, ejemplifica Capilla. De lo que yo quiero hablar es de los
problemas de sentimientos contemporáneos, y tratar de mostrar una solución benéfica
desde una película como si fuera una obra plástica, arquitectónica o una
escultura.Una película existencialista, digamos...Sí. Un
existencialismo pop del color pastel: rosa, celeste y marrón caquita. Capilla está
loco, dice Ruth Infarinato, que se sumó a las primeras dos semanas de rodaje por
apenas un fin de semana. Pero a mí me encanta la gente que quiere hacer una
película de esa manera. Así que iría hastael fin del mundo con tal de completar sus
sueños. El personaje que encarna Infarinato es el que Cerati encontrará en un
viaje a Córdoba, donde se rodará en el verano. Nosotros filmamos por primera vez
juntos en ese video con Melero, Hoy ya no soy yo, hace ocho años, recuerda Cerati.
Desde entonces quedó como una ligación con ella, porque la pasamos realmente muy
bien durante ese rodaje, pero durante todo este tiempo ella para mí sólo fue una
presentadora de MTV... hasta que Capilla decidió unirnos en este proyecto. Además
de confesar que sus papeles rockers y cinematográficos preferidos son los de Jagger en
Performance y Bowie en El hombre que cayó a la tierra, Cerati revela que el primer nombre
de + bien fue Semen negro, un nombre que no es precisamente tan pastel.
Por eso lo cambiamos, aclara Capilla, que explica que dicho título funcionaba
como una alegoría de la enfermedad de la sociedad contemporánea, que es el
conocimiento. La pretensiones de Capilla, sin embargo, en el caso de Cerati tenían
un límite actoral, que el director festeja haber superado. La verdad que a los
cinco minutos de rodar con él la primera escena, todos suspiramos aliviados,
confiesa. La estrella, constataron todos, podía actuar. Y entonces, sí, a rodarse la
vida.
En busca de un Cerati feroz Aunque confiesa que actuar nunca fue su sueño, Cerati revela que durante su
carrera recibió todo tipo de ofertas actorales. Supongo que habrá gente que
deducirá cierto histrionismo de mi parte, calcula el ex líder de Soda, que a la
hora de ejemplificar ese asedio por parte de productores menciona a Tango feroz. A
mí me llegaron a ofrecer el papel de Tanguito, algo que tenía visos de ridiculez porque,
cuando el guión llegó a mis manos, tenía canciones de Fito Páez, entre otros, en vez
de las originales. Así que lo que me proponían era hacer que cantaba canciones ajenas,
interpretando a un cantante que, en aquel momento, era menos conocido que yo, el líder de
Soda Stereo. Con lo que la gente iba a pensar en Cerati antes que en Tanguito,
imaginate... un disparate, revela, y no puede evitar, aún hoy, una mueca de
sorpresa. |
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