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 Primero fue
la sorpresa, luego el enojo. Ayer, sectores de la Alianza comenzaron a hacer público su
rechazo al desembarco de economistas de signo liberal en el gabinete de Fernando de la
Rúa. El presidente de la UCR bonaerense, el senador Leopoldo Moreau, cuestionó que se
piense en dirigentes con "visiones tecnocráticas" o en "fundamentalistas
del mercado" para el Ministerio de Educación, en referencia a Juan Llach. El ex
viceministro de Domingo Cavallo ya había cosechado el repudio de los gremios docentes y,
durante una reunión que mantuvo el sábado con los especialistas de la coalición en el
tema, el rechazo de la diputada frepasista Adriana Puiggrós a ser su segunda en la
cartera educativa. Otra de las participantes del encuentro, la diputada Irma Parentella,
se lamentó porque los ministros del área provengan "de cualquier lugar menos de la
Educación". La mirada es compartida por varios otros dirigentes que no se animan a hacer públicas sus divergencias con los ministros que el presidente electo presentará oficialmente en algún momento entre hoy y el miércoles. La extrañeza era por los cuatro economistas que integrarán el gabinete inicial de la coalición, a los que ya sumaban un quinto, dando a Horacio Chighizola como viceministro de Adalberto Rodríguez Giavarini en Relaciones Exteriores. El cuadro descorazonador lo completaban al recordar el Consejo de Asesores que coordinará el ex banquero Fernando de Santibañes, junto a una decena de empresarios semirretirados como él, que le darán al establishment una oficina dentro del gobierno. Un diputado muy afín a Carlos "Chacho" Alvarez respondía "no nos gusta" ante la mención de cada posible economista-ministro. "Realmente, las de Llach y López Murphy nos cayeron de sorpresa. Lo único que podemos decir es que no responden a la idea educativa y de defensa que tenemos para el país", agregaba, con cautela. Con respecto del Consejo que formó Santibañes, era más optimista. "No va a tener ningún poder real", se esperanzaba. "La educación no es el mejor lugar para aplicar el mercado", respondían ayer cerca del ex presidente Raúl Alfonsín, quien prefirió mantener un silencio de radio sobre el equipo de economistas que De la Rúa pondrá en la cancha. Además de sostener que el único radical cien por cien del gabinete será Federico Storani --ocupará el Ministerio del Interior--, cerca de Alfonsín sólo había elogios para la designación de Ricardo Gil Lavedra en la cartera de Justicia. Así como en su momento salió a cruzar a Santibañes cuando habló de arancelar la universidad, Moreau fue quien habló en más duros términos con respecto de la llegada de Llach a Educación. "El futuro ministro de Educación no debe ser un fundamentalista del mercado, sino alguien absoluta y definitivamente comprometido con los principios de la educación pública y gratuita", sostuvo el senador radical. Concretamente, Moreau habló de su oposición --en coincidencia con las organizaciones estudiantiles radicales-- de proyectos como el de los vouchers, las escuelas charter y el de provincialización de las universidades, todas ideas que forman parte del pensamiento vivo de Llach. En los sectores alfonsinistas del radicalismo sostenían que la designación del economista ni siquiera era buena desde el punto de vista político. "Dentro del complicado cuadro económico con que asumirá De la Rúa, encima se ganó de entrada una pelea con los docentes", opinaban.
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