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Por primera vez en ocho años, un supuesto capo colombiano del narcotráfico fue extraditado a los Estados Unidos. Muy temprano en la mañana de Bogotá, Jaime Orlando Lara Nausa, "el rey de la heroína", subió a un avión de la DEA, el Departamento Antidrogas norteamericano. Tras una escala en el Estado norteamericano de Florida, será trasladado a Nueva York, donde será procesado por narcotráfico. Lara Nausa integra la lista de 44 acusados de narcotráfico que los Estados Unidos pidieron hace menos de un mes al gobierno del presidente Andrés Pastrana. Una fuente oficial en Bogotá reconoció que "en breve" se resolverá la extradición del supuesto narcotraficante venezolano Fernando "El Gordo" Flores Garmendia. "Estoy tranquilo al irme de este 'hijueputa' país", declaró no demasiado contento Lara Nausa antes de subir al avión de la DEA. El acusado, vestido con una chaqueta azul, vaquero y zapatillas blancos, firmó la notificación de la detención ante el director del Instituto Penitenciario de Colombia (Inpec), coronel Laureano Villamizar. Después se lo llevaron al aeropuerto bogotano de Eldorado y de allí a su residencia menos deseada: los Estados Unidos. La defensa de Lara Nausa no estaba tan tranquila como su propio cliente. Judith Bonilla, integrante del equipo de abogados de Lara Nausa, denunció que el gobierno colombiano. "Estamos sumamente extrañados con la decisión gubernamental, pues esperábamos que nos notificaran de la resolución administrativa de la extradición", declaró Bonilla. La historia de esta extradición y de las que vendrán, algunas ya autorizadas por Pastrana, comenzó hace apenas un mes y medio, cuando unos 30 colombianos fueron detenidos en el marco espectacular de la Operación Milenio, que se extendió a Ecuador, los Estados Unidos, México y otros países. Uno de ellos, Fabio Ochoa Vásquez, había sido aliado del extinto jefe del cartel de Medellín, Pablo Escobar Gaviria. Junto con estas extradiciones volvió el fantasma del narcoterrorismo: hace dos semanas, cuatro bombas activadas en Bogotá, Medellín y Cali dejaron siete muertos y cerca de 70 heridos. Los Extraditables, nombre de los supuestos capos del narcotráfico que pueden ser enviados a los Estados Unidos, publicaron un comunicado afirmando que no tuvieron ninguna responsabilidad en esos hechos. "No vamos a permitir, de ninguna manera, que Colombia se convierta en el paraíso o en el oasis de la delincuencia, cualquiera que ella sea. Vamos a seguir respaldando la lucha contra el narcotráfico, aplicando la ley, como corresponde", señaló el presidente Pastrana tras descartar que vuelva la ola de atentados narcoterroristas que eran moneda corriente en los años '80. Con la consigna de que preferían "una tumba en Colombia a una celda en los Estados Unidos", Los Extraditables habían cometido muchos ataques terroristas entre 1984 y 1991, que costaron la vida a centenares de personas. Esta ola de atentados incluían blancos seleccionados como candidatos presidenciales, jueces, periodistas, magistrados y policías. La extradición fue reimplantada por una reforma constitucional de 1997, aunque con un inciso que impide aplicarla a delitos cometidos antes de ese año. Todo indica que volverá la afluencia de colombianos acusados de narcotráfico a los Estados Unidos, y que los temores de narcoatentados, por más desmentidos que circulen, estarán más presentes que nunca.
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