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Podría decirse que el tema es menos trascendente que la reafirmación del Mercosur o de la Convertibilidad, pero en este punto el gobierno de la Alianza también ratificará una "política" de la administración menemista. Utilizará a los empleados públicos y a los jubilados como variable de ajuste. Para evitar un mayor desborde del déficit fiscal de este año, las próximas autoridades postergarán hasta los primeros días de enero el pago del medio aguinaldo a esas personas. Lo adelantó ayer Mario Vicens, quien seguramente será designado por José Luis Machinea como secretario de Hacienda. "No veo que haya la menor intención por parte del futuro gobierno de cambiar esa regla", sostuvo Vicens, en referencia al diferimiento de la liquidación de los aguinaldos. Otra definición del economista fue que la Alianza "no planea fijar un impuesto a los plazos fijos ni nada que se le parezca". Acompañado por Daniel Marx, Vicens se entrevistó ayer con Pablo Guidotti y Miguel Kiguel, actuales secretario de Hacienda y subsecretario de Financiamiento, respectivamente. Uno de los motivos de la reunión fue intercambiar información entre los funcionarios salientes y quienes los sucederán en los cargos. Marx será nombrado secretario de Financiamiento y Bancos, en una ampliación de las tareas que hoy desempeña Kiguel. El estado de las cuentas públicas fue otro de los ejes del encuentro. "El déficit fiscal de este año estará en el orden de los 6000 millones de pesos, por arriba de los 5800 calculados por el propio Guidotti", aseguró Vicens. Ese monto supera ampliamente el desequilibrio de 3800 millones de pesos que se fijó como pauta en el actual Presupuesto, y también los 5100 millones que se acordaron a mediados de año con el FMI como meta para el '99. El pago del medio aguinaldo tiene un impacto fiscal de aproximadamente 700 millones de pesos. Ante la falta de recursos para cerrar las cuentas del año, la Alianza repetirá la estrategia que Roque Fernández aplicó en los dos ejercicios anteriores: diferir hasta los primeros días de enero la liquidación de los aguinaldos. De ese modo, empleados públicos y jubilados no podrán contar con ese dinero para afrontar los gastos de las fiestas de fin de año. En rigor, el Gobierno está legalmente respaldado, pero en otros tiempos era una práctica usual pagar los aguinaldos antes de Navidad. A fines del '98, ante las vehementes protestas de los afectados, Carlos Menem le ordenó a Roque buscar la forma de que los empleados estatales que ganan menos de mil pesos mensuales y los jubilados que reciben hasta 450 pesos cobren el medio aguinaldo en diciembre. Y así se hizo. Vicens no dio ayer precisiones respecto de si la Alianza repetirá ese esquema o si directamente trasladará el pago total a enero. Por otra parte, el economista enfatizó que el próximo gobierno no estudia la aplicación de un impuesto a los intereses de los plazos fijos. La Unión Industrial le propondría esa medida a Machinea, que aportaría una recaudación anual de 600 millones de pesos. "No pensamos en eso ni en nada que se le parezca", descartó Vicens. Luego de reunirse con Guidotti y Kiguel, el economista participó de otra reunión, encabezada por Machinea, con los diputados Rafael Pascual, Darío Alessandro y Horacio Pernasetti. Allí se continuó analizando la política fiscal para el 2000, en el marco de la discusión con el justicialismo por el Presupuesto. Los aliancistas apuestan a que De la Rúa logre convencer a los gobernadores peronistas de resignar recursos, en la negociación que mantendrá con ellos esta semana. El próximo gobierno pretende que las provincias acepten una suma fija mensual de 870 millones de pesos, mientras que el Pacto Fiscal vigente establece que el gobierno nacional debe girarles hasta un máximo de 920 millones, dependiendo de la evolución de la recaudación. La Alianza esperaría otra semana, a la espera del resultado de esas negociaciones, en lugar de que el Presupuesto sea aprobado mañana por Diputados.
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