Por Sergio Moreno Tilinguería. Así definió el
futuro ministro de Infraestructura, Nicolás Gallo, a la carta que le envió la saliente
secretaria de Medio Ambiente y Recursos Sustentables, María Julia Alsogaray, y que
Página/12 publicó ayer en exclusiva. La funcionaria preferida de Carlos Menem había
mandado a Gallo una epístola dirigida a un Querido Nicolás, con una serie de
sugerencias: incorporar a su organismo la secretaría y evitar la creación de un foco
verde o conservacionista a la antigua que seguramente complicaría la
posibilidad de hacer negocios hídricos o aeroportuarios, entre otras. Además, pedía que
la misiva for your eyes, only fuese destruida como en Misión
imposible. Gallo dijo ayer a este diario que no pidió la carta, que tiene una
posición 180 grados diferente al de la ingeniera, y que no tuvo
enfrentamientos con Graciela Fernández Meijide, la segura ministra de Acción Social.
¿Cuál es su relación con María Julia?
La misma que tengo con mil quinientos funcionarios nacionales, provinciales y
municipales de la República Argentina.
¿Todos ellos le dicen querido?
En estas últimas semanas es notable como ha aumentado la cantidad de gente que me
dice querido, Nicolás o que me paran por la calle y me dicen
Nicolás, querido amigo. Es notable. Debe haber alguna magia en la cercanía
del poder que hace que gente que realmente no me trataba ahora me pone adelante o después
el querido. Seguramente, que ustedes cuando me enviaron a casa a la mañana
este matutino no me han puesto querido Nicolás lea la primera página de
Página/12. Ahí no, no habré sido muy querido. Esto se puede convertir en una
tilinguería porque la esencia está del otro lado, está adentro del for your
eyes....
Me estaba refiriendo al envío de esta carta.
Claro, sí. Eso es tilinguería. Y esas cosas de escribir en inglés. Pero vamos a
ver la esencia. He estado siempre en contra de que la Secretaría de Medio Ambiente
integre el área de Infraestructura, sea quien sea que la maneje. Porque el Medio Ambiente
es un área muy importante en el mundo de la gestión pública. Es un poco como el auditor
de la calidad ambiental de los proyectos y de las obras. Entonces, es absurdo unificar
bajo la misma área quien hace la obra y quien luego debe definir el nivel de impacto
ambiental de la misma.
El gobierno de Menem hizo eso, precisamente.
Por esa misma razón yo tengo una posición totalmente diferente, ciento ochenta
grados de diferencia, con la postura de la señora Alsogaray.
La señora Alsogaray le mandó esta carta y usted dice que es una cuestión de
tilinguería. ¿Usted no se la pidió? ¿Se la mandó ella motu proprio?
Yo no pido cartas a nadie. La cantidad de cartas que llegan acá son de enorme
volumen, en cantidad y llegan de todo el mundo con algunas opiniones, sugerencias,
proyectos. Me interesa muy poco que me manden, hoy día, opiniones de cómo debe manejar,
administrar la cosa pública la gente del gobierno actual. Digo muy poco para ser
elegante, por no decir me interesa nada. Bajo ninguna circunstancia a mí se me hubiese
ocurrido pedir esa carta.
¿En qué ministerio quedará finalmente Recursos Hídricos.
En el 95, con fórceps, la secretaria Alsogaray le sacó a Obras Públicas el
área de Recursos Hídricos que por añares estuvo en su órbita. Fue totalmente forzado
llevarlo ahí. Lo habrá hecho no sé por qué motivos y ni me interesa analizarlos.
Nosotros volvemos a anular, con esto, un decreto que Menem firmó en el año 95.
Se dijo que por esta secretaría hubo un enfrentamiento entre usted y Graciela
Fernández Meijide. ¿Hablaron del tema?
No, nosotros no hablamos de este tema con los potenciales candidatos a ocupar las
distintas áreas, los candidatos que usted señala. Yo lo hablocon quienes se encargan del
diseño de la estructura orgánica del Estado, que es el doctor Jorge de la Rúa,
básicamente su equipo...
¿Y qué le dice Jorge de la Rúa?
Que es absolutamente correcta mi posición. Lo incorrecto es lo otro. Lo incorrecto
es lo que hizo este gobierno, que es fragmentar la acción de la obra pública en decenas
de programas y en cuatro ministerios diferentes. Y eso es lo que destruyó el concepto de
obra pública. Precisamente, fue una posterior consecuencia de lo que hizo Cavallo cuando
unificó las áreas de Economía y Obras Públicas. No existe en ningún otro país. Las
obras públicas son una concepción de ejecución de obras con el presupuesto que le
asigna Economía. Tampoco existe esa patraña de que la existencia de un ministerio genera
gasto. Lo que genera gasto ineficiente es la dispersión de los distintos programas de
obra pública en distintos ministerios con una diferente concepción. Por eso nosotros
pensamos enfáticamente en la re-creación de un ministerio, que no es el viejo Ministerio
de Obras Públicas, un Ministerio de Infraestructura nuevo, moderno, que pueda utilizar
los limitados recursos del Estado y, además, potencie los recursos privados de las
concesionarias que están utilizando las tarifas en desarrollo de lo que puede ser
infraestructura pública.
Esto es un ministerio que va a tener mucho poder, muchos recursos.
Esto de mucho poder... siempre se tiene una sensación...
Cuando uno tiene muchos recursos, tiene mucho poder.
No, no tiene muchos recursos. Los recursos son los que asigna el presupuesto
nacional. El Ministerio de Infraestructura es un ministerio que tiene, esencialmente,
un...
Poder de lobby...
¿Poder de lobby para quién?
Tiene que tratar con empresarios, con gobernadores, tiene que conseguir consensos...
¿El Ministerio de Economía no tiene que tratar con empresarios? ¿El Ministerio
del Interior no tiene que tratar con empresarios? ¿Y el de Acción Social? ¿Y el de
Trabajo? Entonces, ¿qué pasa?
Yo no digo que los otros no tengan poder, digo que su ministerio tendrá mucho
poder.
Reconstruye lo que había dispersado el menemismo en materia de obras públicas.
Pero no existe enfrentamiento con la señora Fernández Meijide, absolutamente. Es una
concepción que yo propicié: que Medio Ambiente debe estar afuera de Infraestructura.
Estoy totalmente en contra de la posición que la señora Alsogaray sugiere en su carta.
Le agrego más: a mi juicio, la Secretaría de Medio Ambiente debía ir al área cercana a
la salud o a la acción social porque la protección de la salud incluye el medio ambiente
social. De esto se trata porque usted no puede atacar un proyecto o una obra sino porque
afecta a otro componente del bien común que es la calidad de vida.
Usted tuvo trato, en su momento, con María Julia en la época en que María Julia
renegoció contratos de Aguas Argentinas.
Sí.
En esa renegociación María Julia consiguió que la empresa no haga la inversión
que debía hacer y que se incrementen las tarifas.
Esa es una visión. En primer lugar, en la reunión de ese contrato nosotros no
tuvimos ninguna injerencia formal, sino la tuvo la Comisión Bicameral. De este contrato
sale una licitación la cual dice que el financiamiento de las obras nuevas se hará con
el pago por parte de los futuros beneficiarios que tenían que pagar algo así como 500 o
600 pesos por la conexión de agua y lo mismo por la conexión de cloaca. ¿Quién lo
pagó? Seguramente los treinta millones de argentinos. Este contrato preveía que los que
viven en condiciones marginales tenía que pagar directamente su conexión, 1000 o 1200
pesos, una utopía. Entonces, el contrato estaba desfinanciado. Tenía una solución:
todos aquellos que hoy tenemos aguas y cloacas paguemos para aquellos que no tengan. Lo
que en sumomento propicié es que todo este dinero se deposite en una cuenta
independiente, del mismo modo que se hace en el contrato de Metrovías, una cuenta
independiente que audita el Estado. Esto no fue aceptado.
¿Qué piensa hacer con ese contrato cuando sea ministro?
Y como todos los contratos. Ya lo dije en el suplemento Cash de Página/12: el día
en que un contrato se abrió, dejó de ser intocable.
¿Cómo imagina estar en un gabinete con tantos economistas, algunos de los cuales
habían mostrado diferencias con usted?
¿Quiénes?
Adalberto Rodríguez Giavarini que, en su momento, dejó la gestión en la ciudad se
dijo por un enfrentamiento con usted. O José Luis Machinea, que era refractario a la
formación de Infraestructura o, en todo caso, pretendía que usted no esté al frente.
Giavarini no se fue porque tuvo diferencias conmigo. Es una linda novela que se
inventó en su momento y hoy en día no se puede desarmar porque la novela es linda, hay
un bueno y hay un malo.
A usted le tocó el papel de malo.
Así parece. Les gustó. Yo ya no lo desmiento más, ya me aburre. Ahora pasamos a
la etapa de que no pasó nada, somos todos amigos y vamos adelante. Pero, para que lo
sepa, nunca hubo absolutamente nada. Giavarini se fue por razones que él solo conoce. Las
diferencias que yo tuve con Giavarini y está documentado se debieron a que su
grupo proponía la clasificación, en la famosa licitación de la basura, de grupos en
determinadas zonas que la comisión completa no auspiciaban porque consideraban
incalificables. Entonces, esa era la diferencia y está documentada en el Ministerio de
Hacienda. Pero la comisión optó por seguir el rumbo de la mayoría con la oposición de
la Secretaría de Hacienda. Así de simple. En cuanto al doctor Machinea, desmiento
absolutamente que él haya pensado un instante sobre mi persona. Tiene por mí el mismo
tipo de respeto profesional que yo tengo por él. Así que lo desmiento. Que haya tenido
sus observaciones con respecto a la inconveniencia de separar el Ministerio de Economía,
eso fue público, lo dijo, lo discutimos.
¿Quiere hacer otra aeroísla?
Siempre me opuse a tamaña aeroísla. Lo que sí en cambio propiciamos es que la
ciudad debe tener su aeropuerto. Porque lo primero que la ciudad, los porteños, debe
definir es si quiere o no un aeropuerto. Si no quiero un aeropuerto es fácil: en el 2005
se van a Ezeiza y viene la discusión sobre por dónde va el tren, qué tierras se
expropian, a qué concesionario lo voy a utilizar. Pero yo propondría que hagan un
plebiscito. Quizás con la elección de Jefe de Gobierno porteño, con la pregunta
quieren el aeropuerto de la ciudad sí o no. Yo creo que podríamos incorporar
estos temas a un plebiscito. Una vez plebiscitado, diseñar un mecanismo para que no
empiecen todos los suspicaces dónde está acá el negocio. Entonces, todos y con el
periodismo de testigo, veamos cuál es la metodología para readecuar o renegociar lo que
haya que renegociar.
Llegó el día del anuncio del
gabinete de De la Rúa
El presidente electo presentará a
sus ministros. Sigue el tironeo por las designaciones de las segundas líneas.
Fernando de la Rúa dará a conocer a
quiénes tomará juramento el 10 de diciembre.
Los designados y Chacho lo acompañarán en el escenario, pero él será el único orador. |
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Por Fernando Cibeira y José Natanson
Hoy, a las cinco de la
tarde, Fernando de la Rúa presentará formalmente su gabinete dominado por economistas en
el salón principal del Hotel Panamericano. El presidente electo anunciará sólo los
nombres de sus ministros y dejará para otro momento la presentación de las segundas
líneas, que se van definiendo con el paso de las horas. Entre la danza de nombres, ayer
hubo dos que apuntaban como novedades: el ex camarista Jorge Edwin Torlasco se convertirá
en el titular de la Fiscalía Anticorrupción, que se encargará de investigar las
trapisondas del menemismo, y el diputado neuquino Oscar Massei asumirá como secretario de
Medio Ambiente, un área que, con algunos recortes, quedará bajo la órbita del
Ministerio de Acción Social que conducirá Graciela Fernández Meijide.
De la Rúa aparecerá a las cinco de la tarde por una de las entradas laterales del salón
mayor del Hotel Panamericano. Se sentará en el centro de una larga mesa, al lado de
Carlos Chacho Alvarez, y presentará a los diez ministros y al jefe de
Gabinete. Abajo del escenario se ubicarán los funcionarios que no ocuparán cargos
ministeriales pero que ya han sido confirmados, como la secretaria de Acción Social,
Cecilia Felgueras, y el de Turismo, Hernán Lombardi.
Aunque en un principio la idea era que cada ministro hiciera un resumen de la situación
del área que tendría a su cargo y anunciara someramente las medidas más importantes,
finalmente se decidió que, por una cuestión de tiempo, De la Rúa presentará uno por
uno a sus funcionarios, que no pronunciarán palabra durante el anuncio. El presidente
electo anticipó que no se tratará de una conferencia de prensa y que no aceptará
preguntas.
En un principio, se pensó que sería bueno que cada ministro se muestre junto a sus
secretarios o, al menos, su segundo. Pero sucede que muchos de los ministros todavía no
tienen definidos los nombres de sus principales colaboradores, por lo que la iniciativa se
frustró. Lo mismo sucedió con los principales entes estatales como el PAMI y la ANSeS,
que, hasta anoche, tampoco tenían dueño. En síntesis: De la Rúa ordenó colocar 11
sillas además de la suya y la de Alvarez.
Anunciará sólo a sus ministros, cuyos nombres se terminaron de definir la semana pasada.
Cuatro economistas, de diferentes orientaciones, ocuparán posiciones relevantes en el
gabinete: el titular de FADE y jefe del Banco Central durante la gestión alfonsinista,
José Luis Machinea, asumirá en Economía; Adalberto Rodríguez Giavarini, ex funcionario
porteño y amigo personal de De la Rúa, sucederá a Guido Di Tella en la Cancillería y
el ortodoxo Ricardo López Murphy irá a Defensa. El último es Juan José Llach, quien se
convertirá en ministro de Educación a pesar de las protestas de los gremios docentes
(ver páginas 6 y 7). El jefe de Gabinete será Rodolfo Terragno, quien fue confirmado en
ese cargo luego de que se lo barajara para la Cancillería.
Dos hombres de estrecha confianza de De la Rúa, que ocuparon cargos en el gobierno
porteño, serán designados al frente de dos ministerios. Se trata de Héctor Lombardo
(Salud) y de Nicolás Gallo (Infraestructura y Vivienda). El Ministerio de Justicia
quedará para el ex camarista Ricardo Gil Lavedra, hombre de consulta del presidente
electo. En la Oficina Anticorrupción, que dependerá de esa cartera y se dedicará a
investigar los escándalos del menemismo, se ubicará Jorge Torlasco, ex compañero de Gil
Lavedra en la cámara que juzgó a los comandantes de la dictadura.
La única concesión importante de De la Rúa a su partido será el Ministerio del
Interior, en el que será designado el diputado bonaerense Federico Storani. Fredi
todavía no tiene definido quiénes lo secundarán. Le ofreció ser su segundo al ex
vicecanciller Raúl Alconada Sempé, pero lo más probable era que le contestara que no
aceptaba. Para secretario de Seguridad su candidato es Angel Tello, mientras que
especialistas como Marco Di Caprio o Héctor Bertoncello tendrán algún puesto. Los
frepasistas que ocuparán ministerios serán dos: Graciela Fernández Meijide asumirá
como titular de Acción Social y Alberto Flamarique, operador dilecto de Chacho Alvarez,
se convertirá en el próximo ministro de Trabajo.
El ritmo lento de definiciones también marcaba el paso de la Ley de Ministerios que
prepara Jorge de la Rúa y que debe ordenar qué areas abarcará cada ministerio. Además
de la creación de las dos nuevas carteras y la reducción de secretarías, dos
modificaciones aparecían ayer como casi seguras. La Secretaría de Recursos Naturales y
Desarrollo Sustentable, por la que pugnan Fernández Meijide y Gallo, será dividida y
cada uno se quedará con la parte que más le gusta. Recursos Naturales quedará bajo la
órbita de Graciela en Acción Social y su titular casi definido es el diputado Massei. En
tanto que Recursos Hídricos se integrará al Ministerio de Infraestructura y Vivienda de
Gallo. La segunda modificación es la ANSeS, que actualmente depende de Trabajo y que
pasaría a Acción Social.
EDUARDO MENEM RENUNCIO A LA PRESIDENCIA DEL
SENADO
Un paso al costado que no es gratis
Eduardo
Menem renunció con condicionamientos a la presidencia provisional del Senado, cargo que
pasaría a ocupar antes de fin de mes el aliancista José Genoud.
El hermano del presidente comunicó ayer su decisión al bloque del PJ, que en una
caldeada reunión aceptó ceder a la Alianza sólo aquellos cargos en los que sus actuales
titulares estuvieran dispuestos a hacerlo, entre los que se anotaron Angel Pardo con
Asuntos Penales, Julio San Millán, con Asuntos Municipales y Osvaldo Sala, con Pesca.
El gesto del justicialismo no fue gratis, sino que quedó atado al cumplimiento de una
serie de compromisos. Entre ellos apurar el tratamiento de la ley de regulación de
decretos de necesidad y urgencia, aprobar el diploma de senador del ministro del Interior,
Carlos Corach, y abortar los cuestionamientos por la designación de Rodolfo Barra para la
Auditoría General de la Nación.
En febrero nos reservamos el derecho a que, si no hay muestras de convivencia de la
otra parte, impongamos el criterio de la mayoría y vayamos a votación, explicó
uno de los senadores del PJ demostrando que el partido hará valer su mayor número de
representantes.
En el inicio de la cumbre del bloque Menem anunció su decisión de poner a disposición
su renuncia y se retiró del encuentro para evitar que la discusión quede
concentrada en términos personales y por razones de moral.
Un grupo considerado el ala dura (Fernando Cabana, Ernesto Oudín, Héctor Maya y Enrique
Martínez Almudevar) insistió en la idea de no ceder la presidencia provisional a la
Alianza, postura que fue rebatida por un sector mayoritario preeminentemente duhaldista.
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