A Israel le
salió el tiro por la culata. Su decisión de autorizar la construcción de una mezquita
junto a la Basílica de la Anunciación en Nazaret donde, según la tradición
cristiana, el arcángel Gabriel le anunció a la Virgen María que sería la madre de
Jesús no sólo no solucionó la disputa entre las comunidades cristiana y musulmana
por 2000 m2 de terrenos fiscales, sino que además le valió la condena del Vaticano y del
Consejo Superior Islámico de Jerusalén. Ayer, por segundo día, las iglesias de Israel y
de los Territorios Autónomos Palestinos amanecieron cerradas en señal de protesta,
mientras más de 3000 musulmanes se reunían para colocar la primera piedra de la mezquita
que comenzaría a construirse en marzo del 2000, después de que el papa Juan Pablo II
visite la región. No somos extremistas y queremos que el Papa visite Nazaret,
defendió ayer el líder del Movimiento Islámico, Salman Abu Ahmed, que aclaró que
la mezquita será hermana de la Iglesia. En una ceremonia que duró varias
horas, Ahmed descubrió la piedra que permanecía oculta bajo la bandera verde islámica
con la inscripción No hay más Dios que Alá, y Mahoma es su profeta. Si su
construcción finalmente prospera, la mezquita ocupará 700 m2 de los 2000 que están en
litigio con la comunidad cristiana desde hace dos años, y estará dedicada a Shiab e-Din,
sobrino de Salahedin, el general kurdo que expulsó a los Cruzados de Jerusalén en el
siglo XII.
La polémica mezquita tiene el aval del premier israelí, el laborista Ehud Barak, que
intentó mediar en un conflicto que amenazaba con romper el equilibrio entre las dos
comunidades religiosas al norte del país. Así, el gobierno hizo valer el peso que el
fundamentalista Movimiento Islámico tiene en el Parlamento de Jerusalén. Pero a la vez
desató la furia del Vaticano. La decisión del gobierno de Israel parece arrojar
las bases para que nazcan conflictos y tensiones entre las comunidades religiosas
cristiana e islámica criticó el vocero del Papa, Joaquín Navarro Valls-. La
autoridad política tiene una gran responsabilidad, ya que en vez de fomentar la unidad
crea las bases para la división.
Al autorizar la construcción de esa mezquita en Nazaret, el gobierno israelí se ha
puesto a la escucha de los sentimientos de todos sus ciudadanos y ha querido preservar la
libertad de culto de cada uno de ellos, retrucó inmediatamente el Ministerio del
Exterior de Israel.
Ante la posibilidad de que el conflicto desemboque en la suspensión de la visita del Papa
y se convierta en una nueva complicación para el proceso de paz entre la Autoridad
Nacional Palestina (ANP) e Israel, el líder palestino Yasser Arafat hizo un intento por
postergar la ceremonia musulmana de ayer. Con el apoyo de la comunidad cristiana y de
Arabia Saudita que ofreció financiar la construcción de una mezquita en otra zona
de Nazaret, Arafat se reunió sin éxito el lunes a la noche con cuatro legisladores
árabe-israelíes en la ciudad jordana de Ramallah. En Amman, la capital de Jordania, la
embajada de Israel fue atacada por un ciudadano de un país árabe, un
desequilibrado mental, según informó el Ministerio del Interior. El ataque se
produjo dos días después de que Amman expulsara a cuatro dirigentes del movimiento
islamista palestino Hamas, que se opone a las negociaciones de paz con Israel.
Aparentemente, el gobierno ha actuado por consideraciones políticas luego de
promesas hechas a los árabes antes de las elecciones en mayo pasado, criticó el ex
ministro de Asuntos Arabes del conservador Benjamin Netanyahu, Moshe Katzav. Pero el
actual ministro de Seguridad Interior, Shlomo Ben Ami, aseguró que la decisión de
construir una gran mezquita fue adoptada por el gobierno precedente, por una comisión
presidida por Moshe Katzav. Y cargó contra la intervención de Arafat al asegurar
que pesca en río revuelto porque el litigio es un asunto interno de Israel.
PESE A HABER SIDO EXONERADO POR EL TRIBUNAL
SUPREMO
Felipe redobla el fuego contra Garzón
Aun
victorioso, Felipe González no perdona. El lunes el Tribunal Supremo había rechazado por
unanimidad el pedido realizado por el juez Baltasar Garzón de que el ex jefe de Gobierno
español fuera imputado por la guerra sucia librada contra la ETA por los
Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL). La mayor parte de los políticos y medios
aprobó la pronta decisión judicial. Pero no obstante la aparente totalidad de su
victoria, González no pudo resistir ayer referirse indirectamente a Garzón cuando habló
de la pasión de subirse a alguien que ha caído para parecer más alto.
Los que se suben suelen ser los que limpiaban con la lengua los zapatos del que ha
caído, agregó.
El descargo de González se dio en el contexto de la presentación del libro de Héctor
Camín, El resplandor de la madera. No estoy en ánimo declarativo, reiteró
varias veces González ante las insistentes preguntas de los periodistas, agregando que
hoy es un día difícil para presentar un libro. Desarrollando este tema,
explicó que uno puede llegar a sentirse como un muñeco de guiñol, movido por unos
hilos que no conocemos aunque algunos los conocemos. No sabemos cuándo se van a producir
movimientos de este teatro de guiñol que algunos llaman Estado de derecho. El
único momento en que se refirió directamente a Garzón fue cuando le preguntaron si
podría escribir un libro sobre el juez. No me siento con la capacidad literaria
como para describir una realidad tan fantasmagórica, fue la respuesta.
El ex líder socialista contó con el apoyo de la mayoría del espectro político. El
portavoz parlamentario, Luis Martínez Noval, en nombre del Grupo Socialista, expresó
la satisfacción por la unanimidad del Tribunal Supremo. Varios dirigentes
socialistas españoles fueron más lejos y pidieron que se tomen sanciones contra Garzón
por haber causado un grave daño a González sin motivo. Rosa Díez, una
diputada socialista en el Parlamento Europeo, preguntó: ¿Cuántas veces va a pedir
Garzón lo mismo? ¿Cada vez que haya elecciones?. Por su parte, el portavoz del
gobierno del Partido Popular, Joseph Piqué, subrayó ayer que hay que
celebrar la decisión del Tribunal Supremo.
La prensa española pareció compartir estas opiniones. Garzón iba de vacío
tituló en su editorial El País, destacando que la intervención urgente del Supremo
ha impedido que se entrara en una dinámica de recursos y contrarrecursos que
hubiera mantenido artificialmente en el candelero un asunto ya resuelto. Para ABC el
fallo zanja de forma fulminante la última aventura del juez Garzón. La
Razón resumió que lo mínimo que habría que concluir es que Garzón ha hecho el
ridículo, y su ultima intervención sólo ha servido para aclarar el horizonte penal de
González.
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