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Por Pablo Plotkin La chica le cantaba sus secretos al mundo. Como ex estrella infantil de la televisión canadiense, había editado dos discos de pop bailable, pero Jagged Little Pill, que grabó a los 20 años y vendió 16 millones de copias, la convirtió en la solista más exitosa del momento. Entonces gritaba sus penas en hits como You Oughta Know, donde le reprochaba a su ex amante haberla dejado por otra más grande. La Alanis Morissette versión 1999, que el lunes y martes cantó en el Luna Park, dejó un poco de lado aquella furia íntima, feminista y adolescente. Ahora tiene 25, viajó a la India, publicó otro disco (Supposed Former Infatuation Junkie), se paseó desnuda por el subte para el video de Thank U, y bajó considerablemente el perfil. Aún muy joven, la sonriente Alanis que llegó a Buenos Aires apenas si llenó la mitad del estadio de Corrientes y el Bajo en dos shows cortos (ayer al mediodía ofreció una función privada y acústica en el Hard Rock Café). Pero el público que conserva aquí muchas adolescentes y preadolescentes asistió al Luna con la pasión del que se sabe leal. Alanis salió a las luces del escenario y cantó Baba, una canción del último álbum lucubrada durante su excursión a Nueva Delhi. La primera parte del show fue la más aburrida: la banda pretendía rockear, se quedaba a mitad de camino, y la voz de ella se volvía un gimoteo a todo volumen. El tecladista Matthew Rohde fue el único que despegó de esa tímida estructura de arreglos rockeros. Después de todo, el único signo de distinción del grupo es la personalidad de la cantante. A-la-nis, A-lanis, gritaba la gente, y ella agradecía haciendo la V y regalando su sonrisa más encantadora. Vestida con una pollera larga, una remera pegada a la piel y sacudiendo el pelo, parecía el próximo modelo hindú de las muñecas Barbie. Tras dar cuenta de canciones obligatorias como Hand in My Pocket y, claro, You Oughta Know, el final ofreció lo mejor de la noche: Uninvited, de la banda de sonido del film City of Angels, Thank U, Mary Jane y Ironic. Alanis seguramente no repetirá el éxito de los 16 millones, ni será la nueva Sinéad OConnor. Pero parece tenerlo bien asumido, y su personaje le alcanza. A sus seguidores también.
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